El mercado de trabajo en Estados Unidos, otra vez, ha desafiado la política monetaria restrictiva del banco central.
La semana pasada, el Departamento de Trabajo informó que 272.000 nuevos empleos no agrícolas fueron creados en mayo, más que los 175.000 creados en abril y arriba del promedio mensual de 247.000 del primer trimestre de este año.
Aun así, en mayo la tasa de desempleo siguió aumentando levemente, al llegar a 4%, la más alta de los últimos dos años, desde 3,8% en marzo y 3,9% en abril. Además, los salarios aumentaron 4,1 % desde el año pasado, encima de la tasa de inflación.
Por sectores la creación de empleo se concentró en la sanidad (83.500), el gobierno (43.000), el entretenimiento y la hospitalidad (41.200), y los servicios profesionales y comerciales (33.000).
Juntos estos sectores contribuyeron más de dos tercios a la creación de empleo registrada en mayo. A este desempeño vigoroso del mercado laboral contribuyó decisivamente la adición a la fuerza laboral de inmigrantes a quienes les fue otorgada protección temporal, incluyendo permisos para trabajar. Entre ellos, por ejemplo, el año pasado 715.000 inmigrantes de Venezuela recibieron protección temporal.
La pregunta es cómo las autoridades del banco central van a considerar este desempeño robusto, cuando se reúnan hoy y mañana en Washington. La respuesta se sabrá este miércoles 12 de junio en la tarde.