El 6 de junio se celebraron 90 años de la Securities Exchange Act de 1934 (conocida como la Exchange Act), que puso en marcha la SEC (Securities and Exchange Commission). Esta Ley, junto con la Securities Act de 1933, constituye la base jurídica que rige los mercados de capitales en EE.UU.. Constituidas en el concepto de un marco regulador basado en la divulgación de información y neutral con respecto a los méritos, estas leyes han facilitado un enorme crecimiento económico, la creación de empleo y la innovación para la economía estadounidense en los últimos 90 años.
“Es un periodo que refleja el ascenso de nuestro país hasta convertirse en una superpotencia económica, y no por mera coincidencia”, destaca Mark T. Uyeda, comisario de la SEC en la oficina regional de Boston, quien explica que como cualquier organización, la SEC no es más que un instrumento jurídico que sólo existe sobre el papel. “Lo que da vida a la Comisión es su gente y su cultura. Hoy celebramos la dedicación de los funcionarios que han hecho de esta agencia lo que es en las últimas nueve décadas. Tenemos una deuda de gratitud con todos los que nos han precedido. Es un honor contar esta tarde con el Presidente Breeden, la Presidenta Schapiro y el Presidente White para representar a esos predecesores”, ha indicado.
Para entender su historia y creación, es necesario volver a 1930, cuando EE.UU. se enfrentaba a inmensos desafíos. En primer lugar, el crack bursátil de 1929 había sacudido la confianza del público en nuestros mercados y nuestra economía se resintió. “En ese momento de la historia, el Congreso tenía una alternativa. Varios estados ya habían adoptado leyes de valores que a menudo se denominaban leyes de cielo azul. De hecho, antes de incorporarme a la Comisión en 2006, fui regulador en el Departamento de Sociedades de California, creado por la legislatura californiana en 1913 para supervisar la oferta y venta de valores”, apunta T. Uyeda.
Y continúa: “En lugar de adoptar las leyes del cielo azul basadas en el mérito que muchos estados habían aplicado, incluido California, el Congreso optó por aplicar un régimen basado en la divulgación. Fue una elección fortuita, tomada mucho antes de que se generalizara el debate sobre la hipótesis de los mercados eficientes, y que sentó las bases del crecimiento económico posterior”.
En su opinión, al hacer hincapié en la transparencia y la rendición de cuentas, la SEC sentó las bases de unos mercados de capitales que prosperan gracias a la libre circulación de información. “Se facultó a los inversores para tomar decisiones informadas por sí mismos, mientras la SEC facilitaba un entorno de información creíble e integridad del mercado. Este enfoque ha sido una razón fundamental por la que nuestros mercados se han convertido en la envidia del mundo”, destaca.
En septiembre de 1970, el presidente Hamer Budge expresó estos puntos sucintamente: “Los inversores, tanto grandes como pequeños, pueden invertir en nuestros mercados con la seguridad de que son las fuerzas del mercado, y no las manipuladoras, las que determinan los precios diarios que pagan y reciben por sus valores. Es vital para nuestro crecimiento y desarrollo económicos que nuestros mercados de valores sigan funcionando de forma justa y sin restricciones artificiales”.
Según la experiencia de Uyeda, que ha formado parte de la SEC durante los últimos 18 años, primero como miembro de su personal y luego como Comisario, pese a los logros alcanzados, “no podemos dormirnos en los laureles”. En este sentido indica: “Del mismo modo que los redactores de la Ley del Mercado de Valores probablemente no habrían imaginado un mundo en el que un inversor pudiera comprar y vender cestas de valores en un diminuto dispositivo de comunicaciones móviles desde cualquier lugar del país, tenemos que reflexionar sobre cómo cumple la SEC su misión de proteger a los inversores, mantener unos mercados justos, ordenados y eficientes, y facilitar la formación de capital en un entorno tecnológico en constante evolución”. Por ello, el Comisario invita a reafirmar el compromiso con los principios sobre los que se fundó esta agencia. “Estoy deseando trabajar con ustedes en este camino”, concluye.