Las últimas directrices aprobadas por la UE sobre el nombre de los fondos que dicen ser ESG podría obligar, según un análisis realizado por Morningstar, a más de 1.600 vehículos de inversión a cambiar de marca o desinvertir hasta 40.000 millones de euros.
Los requisitos incluyen un mínimo del 80% de inversiones que cumplan características medioambientales o sociales u objetivos de inversión sostenible y exclusiones según lo establecido por la normativa de la UE para los índices de referencia alineados con París, o PAB, y los índices de referencia de transición climática, o CTB. En este sentido, las exclusiones de los PAB son especialmente importantes, ya que excluirían las inversiones en empresas que obtienen un determinado nivel de ingresos de los combustibles fósiles. Además, los fondos con el término clave “sostenible” en sus nombres tendrán que invertir “significativamente” en inversiones sostenibles, y los fondos que utilicen términos relacionados con la “transición” o el “impacto” estarán sujetos a requisitos cualitativos específicos.
“Aunque es imposible predecir el impacto completo de estas directrices, esperamos que sus implicaciones sean significativas. Tienen el potencial de reconfigurar completamente el panorama de los fondos ESG en Europa, con posiblemente miles de fondos ESG cambiando de nombre y/o ajustando sus carteras para cumplir con las nuevas normas. Puede ser tentador asumir que el gran reajuste que se avecina significa que muchos fondos ESG podrían haber estado haciendo greenwashing, pero la realidad es que hasta ahora no había estándares, y es un área compleja. Las directrices tienen el beneficio de establecer estándares mínimos para los productos ESG y, esperemos, aportarán mayor claridad a los inversores sobre en qué están invirtiendo”, señala Hortense Bioy, jefa de Análisis de Inversiones Sostenibles de Morningstar Sustainalytics.
Morningstar ha identificado alrededor de 4.300 fondos de la UE con términos relacionados con ESG o sostenibilidad en sus nombres que podrían estar dentro del alcance de las nuevas directrices. Según matiza, de los 2.500 fondos con datos sobre tenencias de acciones, apuntan que más de 1.600 están expuestos a al menos una acción que podría estar incumpliendo las normas de exclusión PAB y CTB. “Esto representa un número significativo (dos tercios) de fondos que podrían necesitar considerar desinvertir de las acciones o cambiar de marca”, indican.
Según explican, si todos estos fondos mantuvieran sus nombres, podría llevar a desinversiones de acciones por un valor de hasta 40.000 millones de dólares. “Los sectores más afectados por las desinversiones potenciales incluyen energía, industrias (por ejemplo, ferrocarriles, defensa) y materiales básicos. Y los países más impactados serían EE. UU., Francia y China, en términos de valor de mercado, pero China, EE.UU.e India en términos de número de empresas”, señala el último informe de Morningstar.
Lo que explican desde Morningstar es que al interpretar las reglas de exclusión PAB/CTB y al obtener datos, los gestores decidirán hasta qué punto quieren llegar en las cadenas de valor de las empresas y evaluarán las implicaciones de inversión relacionadas. “Debido a la naturaleza rigurosa de las exclusiones PAB, esperamos que muchos fondos eliminen términos como ESG y términos relacionados de sus nombres, mientras que algunos se reposicionarán como fondos de transición, a los que se aplican las exclusiones CTB menos restrictivas, siempre que puedan demostrar una trayectoria de transición clara y medible”, añaden.
Según sus estimaciones, en el mejor de los casos, solo el 56% de los fondos con el término específico «sostenible» en sus nombres podrían mantener el término si el umbral mínimo para una asignación «significativa» a inversiones sostenibles se establece en el 30%. Mientras que, señala, “el 44% restante de los fondos necesitaría aumentar su asignación a inversiones sostenibles, ajustar su metodología de inversión sostenible o cambiar de marca”.