Los inversores globales recibieron un susto histórico el lunes 3 de junio, desatando por unos momentos una ola de pánico en la bolsa de Nueva York cuando las acciones de Berkshire Hathaway, la sociedad de Warren Buffett, fueron suspendidas luego de caer 99,97% en segundos, lo que suponía la disolución del histórico fondo de inversión que ha llevado a la fama al multimillonario y legendario inversionista.
Alrededor de las 10 de la mañana, hora de Nueva York, la Bolsa de Nueva York (NYSE) informó que detendría la cotización de 28 valores debido a un supuesto “fallo técnico”, entre dichos títulos destacaban las acciones clase A de la sociedad Berkshire Hathawaycon. El efecto en el precio de la acción era notorio, luego de cerrar el viernes pasado en 627, 400 dólares, con el «desplome» del lunes la cotización se congeló en 185,10 dólares.
¿Qué sucedió?, ¿por qué la acción de uno de los fondos de inversión más prestigiosos del mundo se desplomó aparentemente a esos niveles?
Según la bolsa de Nueva York, la falla técnica pudo estar relacionada con el hecho previo de que dos días antes la propia bolsa modificó el tiempo que tardan en comprarse y venderse acciones, es decir hizo ajustes en los algoritmos, técnicamente los pasó de T+2 a T+1. Así, a partir del pasado 29 de mayo se ha reducido a la mitad el tiempo de liquidación de las operaciones en la Bolsa de Nueva York, con el objetivo de minimizar los riesgos del sistema financiero.
La Bolsa de Nueva York explicó que investigaba un problema técnico relacionado con las bandas de limitación al alza y a la baja, que son mecanismos para detener las acciones en caso de volatilidad excesiva.
De acuerdo con los datos oficiales, se registraban menos de 4.000 operaciones en el día para las acciones de clase A de Berkshire en el momento en el que se detuvo la negociación. Las operaciones se mantuvieron en las acciones de clase B, mismas que bajaron menos de un 1% el lunes por la mañana. A pesar de todo, estos ajustes no parecieron tener efecto en el valor de los principales índices del mercado.
Durante las cotizaciones normales las acciones originales clase A de Berkshire tienen uno de los precios más altos de Wall Street. La semana pasada, cada una se vendió por un 45% más que el precio medio de una vivienda en EEUU. Las acciones de clase A alcanzaron un máximo histórico de 634.440 dólares el 28 de marzo, y al momento de redactar este artículo se ubican en alrededor de 618.000 dólares.
Problemas técnicos y otras contingencias, persisten año con año
Las infraestructuras de los mercados, tanto en la parte de negociación como en la parte de poscontratación, se consideran altamente blindadas en materia de ciberseguridad, sin embargo, los problemas técnicos se siguen presentando año con año y están relacionados con los ajustes a los algoritmos que la propia velocidad y crecimiento de la operación exige. En Europa, por ejemplo, la negociación a través de las plataformas de renta variable y derivados de Deutsche Börse se vio paralizada en abril de 2020 por un problema técnico que volvió a producirse meses después.
En ese mismo año, octubre de 2020 para ser precisos, se registraron fallas técnicas en el Euronext, que es el operador de Bolsas como la de París, Ámsterdam, Dublín, Lisboa o Milán; las autoridades se limitaron a señalar que la causa fue un corte de suministro en el cierre de la subasta.
También el otras latitudes se detectan este tipo de problemas; la Bolsa de Nueva Zelanda estuvo cerrada cuatro días por un ciberataque en ese mismo año 2020; además el Nasdaq dejó de operar en agosto de 1987 durante una hora y media, cuando una ardilla mordió un cable en las instalaciones de sus servidores.
También se difundió poco, pero el CME, dueño del mercado de futuros y derivados de Chicago, no pudo ofrecer datos durante más de una hora la semana pasada debido a un error técnico.
Lo sucedido este lunes se añade a la serie de sustos que reportan los mercados de vez en vez; por suerte, hasta ahora solamente ha quedado en sustos, pero el riesgo es muy alto.