Los mercados financieros no se sorprendieron por el resultado de la elección presidencial en México, que terminó con Claudia Sheinbaum como ganadora, pero sí por el poder que tendrá su partido, Morena, en el Congreso. Ante dicho escenario, es posible que, por un tiempo, los inversores exijan una prima de riesgo adicional, mientras esperan las medidas procedentes de la nueva administración, según señaló en un reporte Eduardo Figueiredo, encargado de renta variable mundial de mercados emergentes en abrdn.
«Los inversores reaccionaron negativamente ante las perspectivas de un debilitamiento de los contrapesos y controles sobre la nueva administración, ya que es probable que el Congreso y el Senado estén más alineados con la nueva administración y faciliten formalmente el camino para reformas controvertidas«, expresó.
Los inversores continúan analizando qué implica el resultado electoral con el dominio del Congreso por parte del partido gobernante en términos de formulación de políticas públicas. Asimismo, quieren evaluar si con Sheinbaum llegará un enfoque más pragmático, como se esperaba, o si se inclinará hacia el lado ideológico del partido y seguirá adelante con la agenda heredada de su antecesor.
El mayor control del Congreso planteó preocupaciones en torno a la posibilidad de un deterioro en el contexto político.
El analista destacó que los estrechos lazos con Estados Unidos, que se reforzaron aún más con el acuerdo comercial, así como las tensiones geopolíticas a nivel mundial y la reorganización de la cadena de suministro tras la pandemia, han jugado a favor de México gracias a su ventajosa posición geográfica.
De cara al futuro, considera que estos factores seguirán siendo los principales rasgos que pueden permitir que la economía mexicana funcione y que las empresas mexicanas continúen obteniendo buenos resultados. Pero, mientras haya más definiciones los inversores podrían exigir mayor prima de riesgo, explicó.
Las principales áreas de atención se centrarán probablemente en la gestión fiscal, dadas sus posibles repercusiones en las cuentas públicas y las medidas tributarias, la formulación de políticas hacia el sector energético y, en última instancia, la relación con EE.UU. en pleno año electoral.
Además, se esperan definiciones de Sheinbaun con respecto a los elementos controvertidos de la reforma constitucional, que son prioritarios para los inversores (como la revisión de los organismos reguladores, reforma judicial y administrativa, etc.).
La relevancia de estas medidas es más difícil de evaluar, pero aún así pueden tener repercusiones a largo plazo en el entorno empresarial si socavan la eficacia de las instituciones mexicanas, subrayó el experto en su reporte.