Este domingo 2 de junio México celebra una elecciones que pueden ser calificadas de “monumentales”, con más de 20.000 cargos en juego, entre ellos 628 escaños en el Congreso, 128 senadores, 500 diputados federales y el presidente.
Claudia Sheinbaum, del partido gobernante Morena, lidera la carrera presidencial con un amplio margen sobre sus contrincantes: Xóchitl Gálvez, principal figura de la oposición al frente de una coalición que reúne al PAN, el PRI y el PRD (derecha, centro e izquierda), y Jorge Álvarez Máynez, del Movimiento Ciudadano (centroizquierda).
En caso de victoria de Sheinbaum, los analistas se centran en saber en qué puntos habrá continuidad de las políticas de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y en qué puntos habrá cambios.
La continuidad y cambio, la clave está en el sector energético
“Una presidencia de Sheinbaum será probablemente una continuación de las políticas de Andrés Manuel López Obrador: mayor gasto social, rectitud fiscal, apoyo continuado del Estado y control sobre el sector energético de México”, dice Luis López Vivas, de AXA IM.
Pero Sheinbaum podría romper con lo realizado por su mentor en materia medioambiental, dice Mali Chivakul, economista de mercados emergentes en J. Safra Sarasin Sustainable AM.
“El presidente ha favorecido al sector energético tradicional de las empresas estatales mexicanas en detrimento de la inversión de las empresas privadas en energías renovables. Esto ha creado tensiones en los países norteamericanos y ha pasado a primer plano dada la formación de Sheinbaum como científica del clima. México necesita más inversión en el sector energético para facilitar el auge del nearshoring. Podríamos decir que el nearshoring se ha dado a pesar de la política de inversión poco amigable de AMLO. Si se producen cambios positivos en ese frente, el potencial de crecimiento de México podría elevarse a medio plazo”, asegura Chivakul.
En la misma dirección van las reflexiones de Carlos de Sousa, Portfolio Manager, Analyst de Vontobel.
“Los costos de refinanciamiento de la empresa altamente endeudada son sustancialmente más altos que los de los soberanos a pesar del gran apoyo financiero explícito que la administración de AMLO ha estado brindando. El equipo de Sheinbaum ha señalado que seguirán ayudando a Pemex a refinanciar sus vencimientos de deuda, lo que ha sido bien recibido por los mercados”, dice Sousa.
“Sheinbaum es científica ambiental de formación y recientemente mencionó que quiere que Pemex invierta en energía renovable. Sería un escenario positivo bienvenido para los inversores si la próxima administración mejora el pobre historial ambiental de la empresa. Y sería una forma rentable de reducir los costes de endeudamiento de la empresa, dado que las conocidas controversias medioambientales de la petrolera impiden que los inversores se involucren”, añade el analista.
Un escenario desafiante para cualquier presidente en caso de victoria de Trump
“En medio de cuestiones acuciantes como el estado del sector energético, la deslocalización y la próxima revisión del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA) en 2026, el resultado podría tener profundas implicaciones. Además, al coincidir por primera vez en más de una década las elecciones presidenciales de Estados Unidos y México, la interacción entre estas dos naciones añade complejidad a este ciclo electoral crucial”, dice Luis López Vivas.
Sousa, de Vontobel, se pregunta cuál sería el impacto para México de una eventual victoria de Donald Trump en Estados Unidos. El analista recuerda que la primera presidencia de Trump trajo mucha volatilidad a los activos mexicanos debido a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en el T-MEC y las múltiples amenazas arancelarias que lanzó el expresidente: “Con Trump a la cabeza de la campaña presidencial estadounidense, existe la posibilidad de que la reciente estabilidad de los precios de los activos mexicanos llegue a su fin. La imprevisibilidad de Trump hace que la situación sea muy incierta”.
“Las importaciones estadounidenses desde China han disminuido debido a los aranceles comerciales, pero las importaciones mexicanas desde China han aumentado, lo que lleva a algunos analistas a argumentar que China está evadiendo aranceles a través de México. Estos flujos comerciales están bajo escrutinio y no está claro si la situación se resolverá de manera amistosa o mediante las conocidas tácticas duras de Trump. El acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC) se revisará en julio de 2026, fecha que los miembros pueden utilizar para optar por no participar en el acuerdo. Si Trump llegara a ser presidente, no sería sorprendente verlo aprovechar esta revisión”, añade Sousa.
Para Vontobel, una eventual victoria de Trump tendrá impacto sobre el peso mexicano: “Los inversores deben ser conscientes de que el peso mexicano no es barato. De hecho, está en nuestro grupo de lo que consideramos monedas de mercados emergentes relativamente caras. En este contexto, si se materializa una segunda presidencia de Trump, podríamos ver un regreso a los días de alta volatilidad del MXN experimentados durante la primera presidencia de Trump”.