Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, el dólar estadounidense se consolidó como la moneda de intercambio internacional por excelencia. Por ello, no sorprende que el 95% de los inversores únicamente realizan transacciones con dos tipos de divisas: el dólar y su moneda local, como, por ejemplo, el peso mexicano. Sin embargo, si se desea reducir riesgos y maximizar retornos, la estrategia debería centrarse en diversificar tanto las divisas que se poseen, así como los activos en los que se invierten, surgiendo la posibilidad del Real Estate.
¿Qué es lo que está pasando en países emergentes como en México?
Podríamos decir que en este país se está viviendo un espejismo: los gobiernos locales están ofreciendo bonos con altas tasas de interés en torno al 11,5 % anual. Sin embargo, hay que tener en cuenta que a esta última cifra se le deben descontar los impuestos que hay que pagar por estos retornos y/o la inflación. Por ello, al quedar en evidencia este espejismo, una opción para obtener importantes retornos sería invertir en activos inmobiliarios.
¿En qué regiones conviene invertir?
Se debe apuntar a países desarrollados, como Estados Unidos o España, que no solo brindan seguridad jurídica e institucional, sino que además tienen una menor inflación que México. En febrero, la inflación interanual en EE.UU. fue del 3,2 %, mientras que en España fue del 2,8 %. Sin embargo, en México fue del 4,5 %. A esto se suma que los tipos de cambio del dólar o el euro, con respecto al peso mexicano, están en un muy buen nivel, algo que no se veía desde hace muchos años y que, casi con seguridad, generará un rebote en el futuro.
Mientras que 18,30 pesos mexicanos equivalen a 1 euro, 16,85 pesos mexicanos equivalen a 1 dólar estadounidense. Por lo tanto, estaríamos teniendo un retorno adicional por el tipo de cambio en el caso de que el inversor quisiera repatriar su capital nuevamente a México.
La oportunidad que representa España
En el caso de España, se pueden adquirir propiedades con importantes descuentos en el mercado primario a través del acceso a activos ya adjudicados en las entidades financieras que están en proceso de liquidación.
Actualmente, se estima que existe una gran cantidad de propiedades (más de 100.000 millones de euros) en el mercado primario. Y si a esto le sumamos que la inflación parece estar bajo control, se puede proyectar que, en algún momento de 2024, los tipos de interés comiencen a bajar en el Viejo Continente.
Así, esta combinación de factores nos hace proyectar que durante los años 2025/2026 se podría generar un rebote en el mercado y se obtendrían importantes ganancias, de entre el 12 % y 15 % anual (e incluso el 20 %), superando ampliamente el 11,5 % que pagan los bonos mexicanos.
Por ello, en un momento de incertidumbre económica, la diversificación de monedas y de activos es una estrategia que realmente los inversores deben considerar.