La renta fija ya está de vuelta. Según el último Barómetro de Carteras Españolas, realizado por el equipo de Solutions de Natixis IM, durante el segundo semestre de 2023, la asignación a la renta fija aumentó en todos los perfiles de riesgo. Los perfiles conservador y moderado prefirieron la europea, mientras que en el perfil agresivo aumentó también la renta fija estadounidense, emergente y de otras categorías. “Sin embargo, la duración de las carteras solo aumentó de forma tentativa, manteniéndose la preferencia por los fondos de corta duración”, explica la directora de los servicios de Solutions para España y América Latina, Carmen Olds.
Esta visión de las carteras se encaja en un escenario de fondo donde ha aumentado la volatilidad, ante la incertidumbre que provoca la inestabilidad geopolítica en los mercados y la macroeconomía. “El hecho de que se produjeran salidas en todos los perfiles de riesgo durante el segundo semestre, un período en el que tanto la renta variable como la renta fija aportaron rentabilidad, resalta el valor añadido del análisis de carteras y la gestión profesional, ya que los inversores profesionales se mantuvieron invertidos; en contraste con los flujos de inversores que vendieron en las caídas y luego no lograron beneficiarse del rebote del mercado, al entrar demasiado tarde”, apunta Javier García de Vinuesa, responsable de Natixis Investment Managers.
La segunda conclusión que arroja el barómetro es la consolidación de la integración de la ESG en las carteras. Desde el equipo de Solutions recuerdan que la asignación a estrategias ESG aumentó significativamente en 2020 y 2021, una tendencia que persistió en 2022 y que, a cierre de 2023, se mantuvo estable. Por clase de activo, se registró un aumento de la asignación a fondos de renta fija catalogados como artículo 8 o artículo 9 (según la SFDR), aunque se vio reducida la asignación a los de renta variable.
Tendencias y expectativas
El segundo semestre de 2023 comenzó con una caída generalizada de las rentabilidades durante el tercer trimestre del año. Sin embargo, el mes de noviembre puso fin a tres meses consecutivos de caídas en los mercados de bonos y acciones, debido, según comenta Carmen Olds, “a unos datos macro que empezaron a apuntar a una trayectoria de desinflación a nivel mundial, adelantando el calendario de bajadas de tipos de interés en la mente de los inversores y ayudando tanto al mercado de renta fija como al de renta variable”. Así, todos los perfiles de riesgo se beneficiaron de la recuperación de los mercados durante el cuarto trimestre y lograron cerrar la segunda mitad del año en positivo, en claro contraste con el arranque de ejercicio de la segunda mitad de 2023.
Según señala el equipo de Solutions, uno de los principales temas en este año 2024 será la hoja de ruta para el inversor en renta fija, que sigue pendiente de los datos de inflación y crecimiento: “Los inversores se beneficiaron del buen comportamiento de la renta fija en 2023, pero no terminaron de asumir un gran riesgo de duración a lo largo del año, permaneciendo en valores de corta duración y del mercado monetario. Sin embargo, el consenso apunta a un pronóstico favorable para la renta fija en 2024, lo que nos plantea un escenario en el que valorar si, en la segunda mitad del año, existen oportunidades atractivas más allá de los monetarios”, señala Carmen Olds.
Otro de los temas destacados es la asignación a fondos de renta variable estadounidense, que continúa aumentando en todos los perfiles de riesgo. De hecho, su peso dentro de la asignación a renta variable de las carteras se ha duplicado desde que Solutions publicó el primer Barómetro (2015). “Este dato quizás no sea del todo sorprendente si consideramos el rendimiento muy superior de EE.UU. frente al resto del mundo durante este periodo. Los inversores se ven alentados por los resultados empresariales esperados para la región, su crecimiento económico, y la esperada relajación de la política monetaria”, comenta Olds.
En este contexto, las conclusiones del Barómetro señalan que el sector tecnológico es uno de los favoritos entre los inversores. “Su peso en los índices de EE. UU. suponen otro viento a favor para las asignaciones norteamericanas”, señala Olds. Sin embargo, también cree que aquellos inversores que se hayan perdido el rally del primer trimestre y estén preocupados por las valoraciones podrían buscar valor en posiciones menos populares actualmente como la renta variable europea o las small caps.
Diversificación y descorrelación
Por otra parte, en los fondos de fondos se confirma la vuelta de la construcción de carteras 60/40. En este sentido, Natixis IM Solutions destaca los riesgos que conlleva para la diversificación la elevada correlación actual entre la renta fija y renta variable. Según se concluye de esta edición del Barómetro de Carteras españolas de Solutions, en el segundo semestre de 2023, la asignación a alternativos líquidos se vio reducida en todos los perfiles. “En el actual entorno de tipos altos, las rentabilidades esperadas de los activos tradicionales, y de la renta fija en particular, hacen mayor competencia a los activos alternativos líquidos. En el caso específico de los fondos de fondos, estamos asistiendo a la vuelta de la construcción de carteras 60/40, que recuperó la confianza de los inversores españoles en 2023”, comenta Carmen Olds.
Sin embargo, según observan desde Natixis IM Solutions, la elevada inflación de los últimos años ha incrementado la correlación entre renta variable y renta fija, dificultando así la diversificación y descorrelación entre las distintas clases de activos de las carteras. “Creemos que siempre se necesitarán activos tradicionales, pero el uso de alternativos (tanto líquidos como ilíquidos) o estrategias flexibles pueden ayudar a reducir las correlaciones, amortiguar la volatilidad, y añadir nuevas fuentes de retornos a las carteras”, afirma la experta.