La última encuesta mundial sobre ESG elaborada por AXA IM revela una disminución de la participación, la confianza en los resultados y la comprensión en materia de ESG con respecto a la primera oleada. Sin embargo, a pesar de una ligera disminución del compromiso, en toda la encuesta sigue siendo evidente un saludable apetito por los fondos ESG.
“Los inversores finales creen firmemente que su propio punto de vista ético debe reflejarse en sus inversiones. De nuestra investigación pueden extraerse implicaciones claras y prácticas, pero un tema central es la necesidad de ofrecer una comunicación mejor y más clara sobre las metas y objetivos de los productos bajo el paraguas ESG y de que los intermediarios ejerzan un enfoque cada vez más proactivo en lo que respecta a la inversión responsable. Es importante tener en cuenta estas lecciones si queremos que los enfoques de inversión ESG sigan prosperando”, afirma Bertrand Penverne, Global Head of ESG AXA IM Select.
Balance global
Según explica la gestora, este debilitamiento de la ESG es, hasta cierto punto, previsible dado que el entorno mundial posterior a la pandemia es muy diferente del anterior. “Un cambio radical en las condiciones financieras, precios más altos de la energía, mayores incertidumbres geopolíticas y las implicaciones de la inteligencia artificial son algunos de los principales retos a los que deben enfrentarse las empresas y los inversores”, señala el documento.
Uno de los resultados que muestra la encuesta es que se espera que menos inversores minoristas, tanto en Europa como en Asia, aumenten la ponderación de las inversiones ESG en sus carteras. “Nuestras conclusiones concuerdan con los datos sobre flujos de fondos. El universo global de fondos sostenibles atrajo cerca de 13.700 millones de dólares de dinero nuevo neto en el tercer trimestre de 2023, frente a los 23.600 millones de dólares del segundo trimestre”, indica la gestora. Sin embargo, dado que el universo mundial de fondos de inversión y de ETFs sufrió salidas de dinero durante este periodo, “esta historia es quizá más positiva de lo que pueda parecer a primera vista”.
Los datos muestran que el 31% de los inversores declara poseer fondos que pueden clasificarse como éticos o ESG, una cifra es comparable, aunque ligeramente inferior, al 33% registrado en 2021.Además, el 42% de los inversores no ESG en Asia y el 30% en Europa están considerando añadir fondos ESG a su cartera, aunque esto representa un descenso del 4% desde 2021 en ambas regiones.
¿Qué preocupa?
Si bien esta ralentización es atribuible en parte a la cautela imperante mencionada anteriormente, los datos de la encuesta de AXA IM muestran que también está impulsada por el aumento del escepticismo de los inversores con respecto al rendimiento comparativo de los fondos ESG frente a los fondos tradicionales no ESG. De hecho, entre los inversores que no considerarían un fondo ESG, la falta de creencia en la solidez de los rendimientos de la inversión es la barrera clave para los inversores tanto en Europa (25% – frente al 21% en 2021) como en Asia (35% – frente al 27% en 2021).
Entre las preocupaciones que manifiestan los inversores, el coste de estos fondos es una de ellas. “Los inversores también siguen siendo sensibles a las comisiones de los productos, al tiempo que dudan cada vez más del potencial de los fondos ESG para obtener buenos resultados”, indica el documento. Según las conclusiones de la encuesta, en general, el 86% de los inversores que poseen o están considerando fondos ESG afirma que las comisiones asociadas fueron un factor muy o bastante importante a la hora de tomar una decisión, y más de uno de cada tres afirma que fue un factor muy importante. Por otro lado, un 60% afirma estar dispuesto a pagar comisiones más elevadas para invertir en un fondo ESG que trate de combinar una rentabilidad positiva con la promoción simultánea de la gestión ética de las empresas y un impacto beneficioso en la sociedad y el medio ambiente.
Junto a esto, la encuesta revela que el greenwashing sigue preocupando. Frente a ello, el documento señala que “la inversión en ESG puede fomentarse a través de una mayor transparencia, exenciones fiscales y comisiones más bajas; sin embargo, reforzar la confianza en los activos ESG requerirá algo más que incentivos monetarios”.
Entender la inversión ESG
Ahora bien, advierte de que será difícil fortalecer esta confianza a menos que los inversores adquieran una comprensión más sofisticada de la gama de productos y soluciones dentro del espacio ESG, sus respectivas metas y objetivos y la apreciación de lo que hay debajo del capó. “Las grandes lagunas que pone de manifiesto nuestro informe deberían servir de llamada de atención al sector. En medio de un panorama de mercado en constante cambio, nuestro análisis pretende ayudar a los servicios financieros a estar más en sintonía con las prioridades y expectativas cambiantes de los inversores”, afirman desde AXA IM.
En este sentido, los datos muestran que entre los inversores que han mantenido una conversación con su asesor financiero sobre ESG o inversión responsable, aún sólo el 30% se siente plenamente consciente de las metas y objetivos ESG de estos fondos. “Nuestra investigación muestra claras lagunas en el conocimiento y la comprensión por parte de los inversores minoristas de la gama de enfoques de inversión sostenible y en los propios fondos que tienen en cartera. Además, los inversores asesorados no muestran una comprensión significativamente mejor”, comentan.
Por ejemplo, solo una minoría de los inversores minoristas ha oído hablar del término ESG: el 26% entre los inversores europeos y el 47% entre los asiáticos. En cambio, solo el 26% de los inversores europeos y el 33% de los asiáticos que tienen actualmente fondos ESG en cartera se sienten plenamente conscientes de las metas y objetivos sostenibles de estos fondos. Por otro lado, el número de conversaciones sobre ESG iniciadas por asesores ha descendido del 40% al 38% desde 2021 -del 38% al 35% en Europa y del 42% al 40% en Asia-.
Voluntad de conocer
Las conclusiones de esta encuesta también dejan la puerta abierta al optimismo. Según la gestora, si bien sus resultados muestran la necesidad de ser más claros en las comunicaciones con los inversores minoristas sobre la naturaleza, los objetivos y las características de los fondos ESG, también existe la demanda de los inversores de aportar esa claridad.
Muestra de ello es que el 71% de los inversores europeos está de acuerdo en que los fondos ESG deben revelar claramente las medidas/indicadores específicos que se tienen en cuenta. Este porcentaje se eleva al 78% entre los inversores asiáticos. Además, el 77% de los europeos y el 81% de los asiáticos están de acuerdo en que todas las empresas de un fondo ESG deben informar sobre las mismas medidas coherentes para garantizar la comparabilidad. Y al 64% de los inversores europeos y al 77% de los asiáticos les preocupa la posible venta indebida de fondos ASG, lo que supone un aumento con respecto al 61% y al 71%, respectivamente, registrados en 2021.
“La protección de datos y una contabilidad transparente son los dos factores ESG que los inversores consideran más importantes en todos los mercados, con la única excepción de Alemania (protección de datos y precios justos). En cuanto a los factores medioambientales, los inversores dan más importancia a la conservación de la vida marina y a evitar las aguas residuales que a reducir la contaminación y las emisiones de carbono. En términos relativos, los factores sociales son más importantes para los inversores minoristas en Asia que en Europa, donde el apoyo a una vida sana y el bienestar ocupan un lugar destacado”, concluye el documento.