Tras la aprobación de los ETFs de bitcoin con respaldo físico en el mercado estadounidense y ante el próximo halving que protagonizará esta criptomoneda, está claro que el interés por los criptoactivos sigue creciendo, lejos de ser una moda. Ahora bien, ¿cuánto debería invertir un inversor neutral en esta clase de activo?
En opinión de Pierre Debru, responsable de Investigación Cuantitativa y Soluciones de Multiactivos en WisdomTree, una respuesta aproximada a esta pregunta sería un 1%. “Dado que las criptomonedas son una clase de activos relativamente nueva y que muchos inversores aún no están familiarizados con ellas, sería fácil pensar que el posicionamiento neutral es una inversión del 0% y que todo lo que supere el cero es una sobreponderación. Pero este no es el caso”, afirma.
Según explica, una buena evaluación del posicionamiento neutral de un activo en una cartera multiactivos consiste en observar la cartera de mercado, es decir, la cartera que simula la totalidad de todos los activos líquidos accesibles a los inversores.
“Con una capitalización total del mercado de activos líquidos aproximada de 191 billones de dólares y las criptomonedas representando cerca de 2 billones de dólares, estas constituyen alrededor del 1% del total. Este mercado ahora es comparable en tamaño a los bonos de alto rendimiento, los bonos vinculados a la inflación o las pequeñas capitalizaciones de mercados emergentes”, añade.
En otras palabras, en la actualidad, la posición neutral para un gestor de multiactivos es invertir el 1% de sus activos en Bitcoin y criptomonedas. “El 1% es la opción racional para los inversores en ausencia de una tesis de inversión sólida y respaldada que apoye la desaparición del criptoespacio. Se trata de una posición segura que permite beneficiarse del crecimiento continuo del ámbito en escenarios positivos y que permite limitar las pérdidas (al 1%) en escenarios más negativos”, matiza Debru.
Este experto de WisdomTree cree que no invertir en criptomonedas es asumir un riesgo asimétrico negativo contra el ámbito. En este sentido, argumenta: “Al no invertir en activos digitales, los inversores están, por definición, apostando activamente en contra de esta clase de activos. Para ello, necesitarían una estrategia de inversión sólida y clara que avale optar por dicha infraponderación”.
Además, advierte de que “una inversión a cortoplacista en criptoactivos presenta una naturaleza asimétrica en la que la asimetría juega en contra del inversor”. Según su experiencia, tienen un límite al alza, ya que el activo solo puede perder el 100%, y una baja ilimitada. Por lo tanto,señala, el riesgo de que un gestor de cartera infrapondere un activo es mucho mayor que si lo sobrepondera, ya que la asimetría juega a favor del inversor en una posición larga. “Por ello, los inversores tienden a considerar que la convicción y el respaldo de una infraponderación deben ser más fuertes que en el caso de una sobreponderación”, explica. Para Debru, con activos altamente volátiles como las criptomonedas, es aún más importante tener esto en cuenta.
“En términos de rendimiento, el bitcoin ha sido el activo más rentable en nueve de los últimos 12 años, registrando incrementos por encima del 100% en seis de esos años. Esos rendimientos desmesurados tampoco son cosa del pasado, ya que el año pasado solamente, Bitcoin obtuvo una rentabilidad del 157%. Esto resalta la ventaja de considerar la posibilidad de asignar un porcentaje de la cartera a criptoactivos, en vez de omitirlos completamente positiva para un inversor que sobrepondere y realmente negativa para uno que infrapondere”, afirma.
Su propuesta es que si nos fijamos únicamente en las características de las criptomonedas, está claro que pueden aportar valor a una cartera de multiactivos. “Con su potencial de crecimiento, sus credenciales de diversificación y la facilidad de inversión a través de vehículos de inversión regulados, cada vez es más difícil para los inversores ignorarlas. Con una inversión del 1%, los inversores estarían adoptando una postura neutral en el ámbito, dispuestos a beneficiarse de las posibles subidas y gestionando el riesgo limitando el riesgo de bajada a un único porcentaje”, concluye.