Latinoamérica es una región relevante en términos demográficos (8,4% de la población y 12% de la clase media mundial), geográficos (15% de la tierra), productivos (30% en carne de vacuno, 24% en carne aviar, y 13% en pescados y mariscos), y también es relevante en el desempeño de las empresas. Sin embargo, estas variables, y el cuánto representa Latinoamérica en un contexto mundial, no se ve reflejado en los índices del mercado bursátil.
Por ejemplo, nuestra relevancia relativa en el mundo no se ve en el índice accionario MSCI ACWI (Latinoamérica es solo cerca de un 1% de dicho índice) como tampoco se ve en la capitalización de mercado de las compañías latinoamericanas (un 3,5% de la capitalización total mundial). Hasta ahora el mercado no ha internalizado la oportunidad de Latinoamérica, y en términos de resonancia, el mundo ha percibido más el populismo y la política que los factores económicos.
Mirando hacia el futuro, vemos tres factores afectando el orden mundial:
1) Un reordenamiento geopolítico mundial en que Latam se ve bien posicionado, beneficiándose de la ausencia de conflictos bélicos, del nearshoring y del rediseño general de las cadenas de abastecimientos en regiones más cercanas.
2) Un mundo con inflación y tasas más altas que en el pasado, cambiando los parámetros de colocación de capital. Hay que considerar que este es un mundo en el que Latinoamérica cuenta con buena experiencia e institucionalidad: bancos centrales independientes, que han tenido que lidiar históricamente con la inflación, tasas de interés relativamente más altas que en los mercados desarrollados (que si fueron históricamente bajas, pero no cero en el pasado).
3) Un shock de commodities que se anuncia más permanente, esta vez gatillado por un shock de oferta, más que de demanda como lo fue en super ciclo de commodities de los 2000.
Frente a estos factores, y pese a todo el ruido político, Latinoamérica luce estratégicamente bien posicionada con una perspectiva de largo plazo.
Desde 2022 y hasta el cierre de 2023 este reordenamiento se acentuó, y Latinoamérica fue el mercado líder en desempeño, medido por los índices MSCI, rentando 25% en USD (versus un -33% de China o un S&P500 casi plano).
Tendemos a asociar que un país que muestra un crecimiento económico sostenido en el tiempo debiese también derivar en un desempeño de mercado acorde con su desempeño económico, pero esto no siempre es así, y los mercados no siempre están conectados con el desempeño económico de sus economías. Por ejemplo, cuando tomamos un periodo de 30 años, podemos ver que China, que ha sido la economía líder en crecimiento en el mundo, logrando una tasa de crecimiento anual compuesto de casi 9%, vs 2,0- 2.5% para el caso de Brasil, México, o incluso USA. La economía china rentó para los inversionistas un 0,6% anual compuesto en su mercado accionario, medido por el índice de MSCI, mientras que Brasil, México y USA rentaron entre 6,5% y 9,5% anual compuesto.
En este contexto, las compañías de la región se ven muy atractivas desde un punto de vista fundamental: presentan balances más prudentes en términos de endeudamiento, mejores coberturas de intereses cuando comparamos con otras regiones, y yields atractivos, junto con exhibir tasas de default más bajas. Adicionalmente, desde la pandemia, las Utilidades por Acción (UPA o EPS en inglés) muestran una divergencia en su correlación al desempeño del mercado, habiendo mostrado desde 2000 y hasta entonces, una correlación muy alta.
Todo esto nos deja dos alternativas: o el mercado no está incorporando correctamente en la acción de las compañías de la región resultados que son muy interesantes, (a niveles del peak del super ciclo de commodities en 2007 o 2010); o que el mercado está en lo correcto, y las utilidades de estas compañías se debieran corregir abruptamente a la baja para ser consecuentes con las valorizaciones que el mercado hoy les asigna. Nosotros creemos en lo primero.
En base a un análisis fundamental, y a las valorizaciones de las compañías en la región, vemos una clara oportunidad para que portfolios de inversión globales, asignen un mayor porcentaje a Latinoamerica, buscando diversificar su exposición desde mercados desarrollados, que se ven altos en sus valorizaciones, aumentando la inversión en las clases de activo donde nos especializamos: acciones latinoamericanas, deuda corporativa High yield denominada en dólares, como deuda corporativa en monedas locales de compañías latinoamericanas, como tambien deuda privada, todo en un escenario de mayores tasas de interés, y con bancos recortando riesgo, fortaleciendo sus balances ante una mayor regulación, y restringiendo préstamos a compañías de la región.
Alfonso Duval ha sido CEO de Moneda Asset Management desde junio de 2019, y desde 2022, es CEO de LatAm-ex Brasil de Patria (PAX)