El paradigma para invertir en fondos monetarios ha cambiado desde mediados de 2022. Es la primera declaración que deja caer Patrick Simeon, director del área de mercados monetarios de Amundi. El titular llega después de una larga travesía de ocho años en territorio negativo, en la que Simeon destaca las ventajas de ser una casa de gran tamaño: “Hemos sido capaces de manejarnos en este territorio negativo porque nuestros fondos han sido usados extensivamente por clientes que querían ser menos penalizados que por la otras soluciones existentes, especialmente grandes clientes institucionales y compañías que se veían muy penalizadas al dejar efectivo en los custodios”.
De hecho, Amundi es la firma número uno soluciones de liquidez denominadas en euros en Europa: la firma cuenta con 242.000 millones de euros en activos gestionados a 31/12/2023 de los cuales 175.000 millones se encuentran en fondos monetarios que cumplen con la regulación de la UE. Simeon indica que en 2023 la clase de activo recibió flujos de entrada netos por 19.700 millones de euros y prevé que este año “al menos” deberían presenciar “una estabilización del patrimonio en los niveles actuales, o tener incluso más flujos de entrada”, aprovechando el buen momento de estos fondos.
Así, la decisión del BCE de revertir su política monetaria e incrementar agresivamente los tipos de interés para controlar la inflación ha insuflado nueva vida a esta clase de fondos, hasta el punto de que hoy todavía ofrecen un rendimiento cercano al 4% para los inversores más conservadores. De hecho, Simeon reivindica que los fondos monetarios “vuelven a ser una clase de activo por sí mismos”.
El experto añade que los monetarios seguirán “ganando tracción” a pesar de que considera probado que el BCE bajará los tipos de interés dada la trayectoria descendente de la inflación. La clave, para él, está en que aún hay mucha incertidumbre en torno a cómo ejecutará el banco central el ciclo de relajación monetaria: “Es muy difícil determinar el ritmo de las bajadas del BCE siempre que el 4% sea la tasa terminal de tipos”. A esto añade otra fuente adicional de incertidumbre, el repunte del riesgo geopolítico y su traslación en un aumento de la volatilidad en el mercado y un posible impacto al alza sobre la inflación, si aumenta el precio de los combustibles.
Simeon aclara que el ciclo de bajadas de tipos de interés llegará más pronto que tarde – la visión de Amundi es que empiece en junio y que sea un ritmo muy gradual-, pero defiende que los inversores deben poner en valor otras características importantes que aportan los fondos monetarios el contexto actual: rentabilidad consistente con baja volatilidad, amplia diversificación al invertir en más de cien emisores, diversificación en términos de sectores, países y vencimientos, gestión activa consciente de los riesgos de crédito, gestión muy flexible y liquidez instantánea. Además, recuerda que la curva sigue invertida, por lo que ahora los inversores siguen teniendo un buen punto de entrada.
Por todas estas razones, el experto considera que los fondos del mercado monetario siguen siendo una buena solución para emplear de manera táctica, tanto para la gestión del efectivo como para tener liquidez instantánea con la que poder rotar hacia otras clases de activos de forma oportunista.
Repaso a la gama
La gama de fondos monetarios de Amundi está compuesta por cinco productos. El más conservador, llamado Amundi Euro Liquidity Short Term Govies, invierte solo en deuda soberana de corto plazo con un rating mínimo de AA- y ha vuelto a atraer el interés de los clientes de Amundi que buscan invertir directamente en esta clase de deuda, sin tener exposición a crédito, especialmente desde la crisis bancaria que se produjo en EE.UU. el año pasado y los problemas de liquidez de Credit Suisse en Europa.
Otro de los productos presentes en la gama es el Amundi Euro Liquidity Short Term SRI, un fondo con rating triple AAA que se encuentra entre los cinco mayores fondos de Europa, con más de 20.000 millones de euros en activos bajo gestión. Simeon explica que es un fondo que se utiliza principalmente para la gestión diaria de la liquidez en horizontes de inversión que pueden ser tan cortos como de un día.
El tercer fondo que destaca Simeon es el Amundi Euro Liquidity Rated SRI, que tiene la particular de ofrecer exposición a deuda de muy corto plazo con un enfoque de inversión sostenible. “Está en nuestro ADN prestar atención en especial a la ESG, y hemos desarrollado un acercamiento ESG en toda la gama de soluciones de liquidez”, aclara el experto, que indica que el análisis realizado por el equipo gestor incorpora una serie de políticas que incluyen filtros de exclusión, desarrollo de ratings propios y prácticas best in class.
Finalmente, el director de monetarios indica que el siguiente paso para los inversores conservadores que busquen rendimientos potencialmente superiores a los ofrecidos por los fondos del mercado monetario, serían los fondos de bonos a “ultra corto plazo”, una solución que recomienda a aquellos clientes que tengan más visibilidad sobre su efectivo y que puedan tener un horizonte de inversión de al menos seis meses de duración, beneficiándose de primas de plazo y de crédito ligeramente superiores