La inflación de febrero conocida este martes pasó de 3,1% al 3,2%, mientras que la subyacente se mantuvo cerca del 4% y la “super-core”, los precios de servicios sin energía ni costos de vivienda, se mantuvo en 4,3 %, de tal manera que los deseos de los analistas para que la Fed baje las tasas de interés la próxima semana comienzan a alejarse.
Desde hace más de un año el banco central de Estados Unidos argumenta el aumento de tasas como forma de combatir el aumento de precios y asiente que seguirá manteniendo la política monetaria hasta que la inflación se acerque al objetivo de 2%.
A estos datos de se le suman los del mercado laboral, que se mantiene fuerte y habrá que esperar qué resulta de la reunión del FOMC la próxima semana.
Según Pablo Duarte, analista senior del Instituto de Investigación Flossbach von Storch, la inflación pasó de ser “una historia de materias primas y bienes importados a una del sector servicios”. Según el experto, como los servicios son intensivos en mano de obra, los costos salariales afectan directamente los precios.
Con respecto a los salarios de febrero, que aumentaron un 4,2%, muy por encima del incremento salarial antes de la pandemia, para Duarte indica que la presión inflacionaria aún se mantiene.
“Con una economía que se expande, la Reserva Federal seguramente deberán mantener sus tipos de interés altos por más tiempo de lo que los mercados esperan, mientras nada se “quiebre” y precipite una recesión”, alegó.
En la misma línea de pensamiento Mark Sherlock, responsable de renta variable estadounidense de Federated Hermes Limited comentó que hay pocos catalizadores para que Fed recorte los tipos antes de junio, a la espera de pruebas que corroboren que la historia de la desinflación sigue su curso.
Por esta razón, la gestora continua afirmando que los tipos de interés, aunque en una senda descendente, “se mantendrán elevados durante más tiempo de lo que muchos esperan”.
Sin embargo, Tiffany Wilding, Economista en PIMCO resaltó los datos de empleo como factor que pueda ayudar a que la Fed considere una baja de tasas para mediados de año.
La inflación de los servicios estadounidenses sigue pareciendo incompatible con el objetivo de inflación de la Reserva Federal. Mientras que el ritmo de aumento de los precios de los bienes se ha normalizado tras el repunte observado después de la pandemia, la economía estadounidense sigue enfrentándose a una inflación elevada en el sector de los servicios, que representa aproximadamente el 70% del PIB estadounidense, explica Wilding.
“Para que la Fed cumpla su objetivo de inflación, seguimos pensando que será necesario un aumento más duradero de la tasa de desempleo, como el que vimos en la encuesta de hogares del informe de empleo de febrero, para combatir la inflación ‘pegajosa’”, comentó.
Según la experta, en términos de implicaciones para la Fed, aunque el informe de este martes por sí solo puede no ser suficiente para impedir que la Reserva Federal recorte los tipos a mediados de año, debería plantear interrogantes reales sobre la medida en que la inflación volverá al objetivo en ausencia de una mayor relajación en el mercado laboral.
Desde Nuveen estiman que la Fed se centra en datos de mercado laboral más negativos y que las cifras de la semana pasada mostraron evidencia de enfriamiento en el mercado laboral de EE.UU.
El informe elaborado por la gestora para el mercado de Latinoamérica al que accedió Funds Society repasa los datos de la encuesta de empleo privado de ADP para febrero que mostró un crecimiento del empleo ligeramente por debajo de las expectativas (+140.000 frente a +150.000), mientras que la tasa de «renuncias» informada en la Encuesta de Ofertas de Trabajo y Rotación Laboral (JOLTS, según sus siglas en inglés) de enero cayó a su nivel más bajo desde 2018, excluyendo los datos de la era de la pandemia.
Mientras tanto, a pesar de una sorpresa al alza en el informe de nóminas no agrícolas del Departamento de Trabajo para febrero, los recuentos mensuales de enero y diciembre fueron revisados a la baja y la tasa de desempleo subió al 3.9%.
Quizás lo más importante en el contexto de la inflación es que el crecimiento salarial fue menor de lo anticipado tanto para el mes como interanual, agrega Nuveen.
“Estos datos por sí solos probablemente no cambiarán la trayectoria de la política monetaria, pero en su reporte de febrero, publicado el miércoles pasado, la Fed reconoció que ‘en general, la tensión en el mercado laboral disminuyó’ el mes pasado, con ‘casi todos los distritos destacando alguna mejora en la disponibilidad de trabajo y retención de empleados’, dice el informe.
¿Dónde invertir?
Con este contexto, Nuveen recomienda a los inversionistas que deberían explorar ideas de asignación de cartera fuera de EE.UU., incluyendo oportunidades en los mercados emergentes de renta fija y equity.
La gestora llama a “fortalecer lazos con los mercados emergentes” y agrega que “la narrativa del ‘año de la renta fija’ presentada por expertos al comenzar el 2024 no es solo una historia estadounidense; la deuda de los mercados emergentes también desempeña un papel destacado en el guion”.
Según el informe, los mercados emergentes ofrecen rendimientos atractivos de “alrededor de un 8%, diversificación y exposición a países donde el control efectivo de la inflación ha permitido a algunos bancos centrales comenzar a reducir las tasas de política”.
Además, los bonos corporativos de estos mercados “parecen especialmente atractivos, gracias a sólidas calificaciones crediticias, “spreads” saludables en comparación con la deuda soberana y un apalancamiento neto inferior en comparación con sus pares de mercados desarrollados”, agrega la gestora.
Sin embargo, en el espacio corporativo, se orientan a los créditos calificados como BBB y BB, cuyos “spreads” son más favorables que los de los emitidos con calificación A. En cuanto a renta variable, “entre las acciones no estadounidenses, actualmente preferimos los mercados emergentes sobre los desarrollados”, expresa el informe.
“Las acciones de los mercados emergentes tienen una valoración atractiva, ofreciendo un descuento de más del 40% en comparación con las acciones estadounidenses en función del Price/Earnings proyectado. Además, asignar a acciones de los emergentes proporciona exposición a países con tasas de interés reales (ajustadas por la inflación) altas, como México”, concluye Nuveen que también considera a China como una opción a tener en cuenta.