Mark Burgess, director de Inversiones de Threadneedle, repasa 2014 y adelanta sus previsiones para 2015. Si el año que termina estuvo marcado por las presiones deflacionistas, esta tendencia supondrá para el próximo ejercicio que los bancos centrales seguirán aplicando políticas acomodaticias y que las divergencias entre países aumentarán. Los activos de riesgo van a ser los más favorecidos, estima el CIO de la firma.
¿Puede Estados Unidos «ir por libre» en 2015?
En muchos sentidos, ésta es la pregunta más importante para el año próximo, porque sin EE.UU. el panorama de crecimiento mundial en 2015 no resulta especialmente alentador. Si Estados Unidos sigue yendo por su cuenta, cabe esperar que los activos estadounidenses —renta variable estadounidense, crédito estadounidense y el dólar— manifiesten una buena evolución.
¿Subirá la Fed los tipos de interés en un mundo desinflacionista?
Creemos que la Fed comenzará a normalizar su política el año que viene, si bien lo hará de forma bastante paulatina. Puede que el entorno de políticas monetarias general siga siendo muy acomodaticio. Hay una diferencia cualitativa entre la desinflación registrada en EE.UU. (impulsada por los menores precios de la energía y los alimentos, lo que ayuda al consumidor) con respecto a la debilidad generalizada de los precios que vemos en otros lugares del mundo (y que en buena medida refleja la ausencia de una recuperación económica importante y la consecuente debilidad de la demanda).
¿En qué momento vuelven a resultar atractivos los rendimientos de la deuda pública?
Muchos participantes del mercado han mantenido —y siguen manteniendo— una duración corta en la deuda pública. Sin embargo, a medida que los perfiles de la inflación empeoren, la deuda pública podría tornarse más atractiva debido a la sed de ingresos en todo el mundo. Un rendimiento nominal del 2,5% podría parecer una propuesta mucho más interesante con una inflación de entre el 0% y el 1% y unos tipos de interés todavía próximos a cero.
En un mundo de baja inflación, bajo crecimiento y bajos tipos de interés, ¿cuáles son los activos más atractivos?
Los inmuebles comerciales constituyen uno de los beneficiarios más evidentes de este tema. La demanda institucional de ingresos probablemente se mantenga sólida, lo que debería favorecer a los mercados de crédito de todo el mundo. Sin embargo, el periodo que hemos estado viendo de altas rentabilidades en el crédito ha llegado a su fin. No se trata de una opinión, sino de matemáticas. (En otras palabras, el nivel inicial de los rendimientos y los diferenciales de crédito hoy en día no permitirían que se repitiesen las abultadas rentabilidades del pasado.)
A largo plazo, atendiendo al nivel actual de las valoraciones, ¿el efecto compuesto de los ingresos por dividendos reinvertidos superará a los bonos?
En un mundo de baja rentabilidad, los inversores necesitan contar con el poder compuesto. Con el tiempo, las empresas de buena calidad aumentarán sus dividendos y los inversores podrán reinvertir esos ingresos cada vez mayores con el propósito de catapultar sus rentabilidades. Llevamos mucho tiempo defendiendo la reinversión de los ingresos como principal factor de la rentabilidad total en mercados como el Reino Unido y no vemos ninguna razón por la que los inversores a largo plazo debieran dejar de reinvertir sus ingresos en 2015, especialmente en un mundo en el que el crecimiento sigue siendo esquivo.
¿Habrá oportunidades en los mercados emergentes?
Puede que la diferenciación de países cobre bastante relevancia; el año 2014 ha servido nuevamente para recordarnos (si es que hacía falta) que los mercados emergentes mundiales no deberían considerarse un bloque homogéneo. Si vemos país por país habrá buenas oportunidades, ya que algunas naciones se esfuerzan por reformar sus economías, aunque otras tratan de perseverar con modelos de crecimiento que no funcionan. La transición hacia un crecimiento más lento y sostenible en China debería representar un factor positivo a largo plazo, y las valoraciones de los mercados emergentes mundiales revisten atractivo comparadas con los mercados de renta variable desarrollados. Sin embargo, observamos que la fortaleza del dólar ha sido históricamente un obstáculo para esta clase de activos.
¿Cuáles serán los principales riesgos?
La deflación sería muy perjudicial dado el volumen de la deuda pública de los países desarrollados. La volatilidad de las divisas constituye otro riesgo que cabe tener en cuenta, ya que Japón continúa con la expansión cuantitativa y el BCE adopta una postura más acomodaticia, manteniendo como opción para 2015 una expansión cuantitativa soberana total además de las medidas de estímulo anunciadas recientemente.