Salvo por la corrección vista a principios de octubre, en el último trimestre el S&P 500 no ha dejado de dar satisfacciones a los inversores de las bolsas estadounidenses. Alegrías que vienen a sumarse a las vividas este 2014. El índice acumula una subida de en torno al 11% respaldado por la mejoría de los indicadores adelantados en el mercado laboral y en el de la vivienda y ha roto sus niveles máximos al menos 4 veces en lo que va de año.
Un contexto en el que las valoraciones se están acercando a niveles más neutrales. Sin embargo, Ángel Agudo, portfolio manager de la estrategia de renta variable norteamericana de Fidelity WI, está convencido de que aún existen oportunidades en el mercado y de que centrarse en los negocios infravalorados seguirá teniendo como resultado unas rentabilidades acumuladas superiores a las del índice.
“Las empresas estadounidenses están usando sus balances saneados para aumentar los dividendos y las recompras de acciones, elevar la inversión empresarial desde los bajos niveles actuales y embarcarse en operaciones corporativas, que están regresando al mercado estadounidense tras varios años de recortes de costes”, explica.
Sectores con valor
Desde su punto de vista, uno de los sectores que más podría beneficiarse de la reciente tendencia al alza de las operaciones de fusión y adquisición es el de salud. Lo mismo ocurre con el de tecnologías de la información. “Los dos sectores reúnen valoraciones atractivas y potencial de crecimiento de los beneficios sobre una base de innovación y cambios estructurales”, afirma Agudo.
Como ejemplo, el portfolio manager de Fidelity WI cita WellPoint o Cigna. Dos compañías de seguros médicos con valoraciones atractivas que probablemente se beneficien de las reformas sanitarias en Estados Unidos. Dentro del sector tecnológico, Agudo se decanta para su estrategia por empresas tecnológicas «tradicionales» como Microsoft y Oracle. “Dos operadores consolidados cuyo potencial para beneficiarse de las nuevas tecnologías está subestimado y que tienen bases de clientes sólidas”, argumenta.
También suele preferir empresas que han pasado por periodos de mal comportamiento en bolsa y cuya recuperación, desde su punto de vista, no está suficientemente apreciada por el mercado. Agudo pone como ejemplo a la cadena de electrónica de consumo y equipamiento para pequeñas oficinas Best Buy, que este año sufrió espectaculares caídas en bolsa conforme fue desgranado sus resultados. “La empresa ha tenido dificultades por el descenso de su cuota de mercado, una estrategia en Internet ineficaz (sobre todo comparada con Amazon) y una escasa diversificación geográfica. Estos factores se han traducido en unos beneficios decepcionantes”, recuerda Agudo.
Sus principales puntos a favor son su posición de caja neta y su precio comparado con su cotización histórica y su competencia. “Creo que 19 dólares es un suelo bajista realista, atendiendo al grado de reducción de las ventas y los márgenes de beneficios que experimentó Best Buy durante la recesión. Tras reunirme con su director financiero, considero que la dirección de la empresa ha tomado conciencia de que tienen un problema. Están aplicando una nueva estrategia y tomando decisiones audaces y difíciles. Están mejorando su canal electrónico, donde pueden robar cuota a Amazon, y las grandes empresas como Apple, Microsoft y Samsung siguen necesitando socios de distribución como Best Buy, para no depender íntegramente de Amazon”, dice.