Dejamos atrás 2023, un año complicado para los mercados privados en lo que respecta al levantamiento de capital. Las caídas de los mercados cotizados en 2022, la subida de la inflación y las rápidas subidas de tipos afectaron de manera relevante a la captación de nuevo capital en los mercados privados a nivel mundial. Este impacto fue más relevante en el caso de los activos reales, así como en fondos de gestores emergentes, explican los expertos de Diaphanum.
Las caídas de los mercados cotizados redujeron la valoración de la parte líquida en las carteras de los inversores institucionales, provocando que la parte ilíquida sobrepasara la asignación máxima permitida. Este fenómeno, conocido como efecto denominador, ha afectado a cerca del 65% de los inversores institucionales (según Preqin), y ha limitado compromisos adicionales en activos ilíquidos durante 2023. Por otro lado, junto a la necesidad de generación de liquidez de muchos gestores, ha supuesto un gran catalizador del mercado secundario en 2023.
Las subidas de tipos asociadas al repunte de la inflación introdujeron una mayor competencia de los activos sin riesgo y una mayor incertidumbre a la hora de realizar proyecciones financieras, contribuyendo a la dificultad para levantar capital, explican en la entidad.
Las apuestas del pasado
Las rápidas subidas de tipos y el menor apetito de los bancos por la toma de riesgo crediticio convirtieron a la deuda privada en un activo muy demandado por empresas, que emplean financiación para ejecutar proyectos de crecimiento, y por fondos de private equity, que necesitan financiación para acometer inversiones en compañías. Esto, junto con la ampliación de los diferenciales y los mejores términos para los financiadores, convirtieron a este tipo de activo en uno de los preferidos por Diaphanum durante 2023, por lo que la entidad recomienda sus inversores la entrada en dos vehículos de deuda privada senior paneuropeos.
Dada la visión macroeconómica, las infraestructuras con remuneración vinculada a disponibilidad y con contratos con capacidad de traslado de la inflación han sido un activo en el que Diaphanum ha recomendado invertir durante 2023, cristalizado en una coinversión en infraestructura de telecomunicaciones, y búsqueda de nuevas oportunidades durante el 2024. Esta ha sido la tipología de activo, dentro de los cuatro grandes bloques que sigue el equipo de ilíquidos de Diaphanum, que más ha sufrido en cuanto a captación de activos en 2023. Sin embargo, son activos necesarios, que exigen una elevada inversión de capital, y que cuentan con estabilidad y visibilidad en la generación de caja.
2024 en los mercados privados
De cara a 2024, el entorno macroeconómico que prevé el equipo de Estrategia de Mercados de Diaphanum dibuja un entorno para las empresas y los inversores donde, casi con toda seguridad, no habrá nuevas subidas de tipos, algo que permite una mayor visibilidad a la hora de realizar proyecciones financieras. De confirmar la alta probabilidad de bajadas en el segundo semestre, a medida que se confirman las bajadas generalizadas de la inflación, las transacciones corporativas y la actividad de inversión repuntarán.
Este entorno ayuda a acometer inversiones y desinversiones por una mayor certeza sobre ingresos, márgenes y valoraciones de las compañías. Por este motivo, 2024 es para Diaphanum un año para realizar compromisos en private equity en la construcción de carteras ilíquidas. José Cloquell, director de inversiones ilíquidas de Diaphanum, explica que “nuestra preferencia son pequeñas y medianas compañías con sólidos balances y necesidades de capital para ejecutar planes de crecimiento, profesionalizar el negocio, comprar compañías competidoras, o digitalizar sus modelos de negocio. Compañías que se benefician de los equipos de profesionales de los fondos que les ayudan, en definitiva, a mejorar su operativa e incrementar ventas y márgenes, incrementando la generación de caja”.
En el caso del venture capital, que supone la inversión en compañías en sus estados más iniciales de crecimiento y habitualmente con necesidades relevantes de capital para hacerlas crecer, Diaphanum toma una postura algo menos cautelosa que en 2023, a raíz de los ajustes de valoración producidos, si bien es muy prudente en el análisis de la experiencia e historial de filosofía de inversión de los gestores y en su estrategia de generación de liquidez.
Respecto al ámbito inmobiliario, la entidad anticipaba que la persistencia en la bajada en el número de transacciones, tanto por la subida de los costes de financiación como por el desencuentro en precio entre compradores y vendedores, generarían caídas en precio. La presión de la financiación sobre los propietarios de activos podría suscitar oportunidades de inversión, si bien creen que solo determinados nichos del mercado inmobiliario reúnen las condiciones para invertir.
Además, la entidad sigue atenta en la búsqueda de oportunidades de inversión en infraestructuras, que es un activo que sigue gustando, donde Diaphanum espera poder seguir invirtiendo con las mismas premisas que hizo en 2023.
La deuda privada, que fue el activo que más favoreció en 2023, será un activo que seguirá de cerca Diaphanum en 2024, sobre todo para los nuevos clientes que deseen comenzar a ser asesorados en activos ilíquidos y donde sigue teniendo sentido tener posiciones en deuda privada senior.
Enfoque diferenciador para el mercado
El equipo de Diaphanum ilíquidos, creado por la entidad en 2022, ha elevado el servicio, que ya se venía ofreciendo, incrementando su inversión en este tipo de activos un 30%.
El equipo, formado por José Cloquell como director, y Cristina García, se dedica en exclusiva al asesoramiento independiente en inversiones ilíquidas poniendo el foco en el cliente y no en el producto como suele ser habitual en la industria, mediante la construcción de programas de inversión en este tipo de activos, que supone un elemento «completamente diferenciador del existente en el mercado», dicen.
«Es un modelo a medio y largo plazo donde Diaphanum asesora a sus clientes sobre la planificación del ritmo de compromisos de inversión, modelización de los flujos de caja y adaptación de los programas a la evolución del entorno macroeconómico. Además, el modelo independiente de Diaphanum permite seleccionar el gestor más adecuado para cada una de las 11 subclases de activos que contempla la entidad, sin influir en la toma de decisión final la retrocesión que paga el producto, puesto que el modelo independiente de Diaphanum aboga con el cobro directo al cliente», explica.
Durante 2023, Diaphanum realizó una importante inversión tecnológica materializada en el sistema propio OMNIA, que permite monitorizar y reportar al inversor tanto inversión a inversión, como desde la visión de cartera global de activos ilíquidos. Con ello, la entidad completa el circuito de generación de valor para el inversor, con una tecnología que habilita la prestación global de asesoramiento en activos ilíquidos.