La caída en los precios del petróleo está demostrando ser la peor desde el colapso del sistema financiero de 2008 y amenaza con tener el mismo impacto global que la caída de los precios de hace tres décadas, la cual desembocó en la crisis de la deuda en México y la caída de la Unión Soviética, según apuntaron Gregory Viscusi, Tara Patel y Simon Kennedy en declaraciones a Bloomberg News.
Estos subrayan que Rusia, el productor más grande de petróleo del mundo, ya no puede depender de los mismos ingresos petroleros para rescatar a una economía que padece las sanciones por parte de Europa y Estados Unidos. Irán, que también sufre sanciones similares, necesitará reducir aquellos subsidios que han aislado en cierta medida a su creciente población. Nigeria, que combate la insurgencia islámica, y Venezuela, paralizada por las políticas económicas y públicas, también se encuentran entre las naciones que pierden más con la decisión de la semana pasada de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEC, por sus siglas en inglés) de dejar que la fuerza del mercado determine lo que algunos expertos dicen será la primera caída libre en décadas.
“Este es un gran golpe en Caracas, es un golpe también para Teherán y para Abuja”, señaló Daniel Yergin, vicepresidente de Englewood, consultor basado en Colorado de IHS y autor de una historia sobre petróleo ganadora del Pulitzer, a Bloomberg Radio. “Existe un cambio en la psicología. Habrá un mayor grado de incertidumbre».
Un mundo ya desestabilizado por la insurrección en Ucrania y hasta por el embate del Estado Islámico en el Medio Oriente, está a punto de ser enturbiado aún más por la caída de los precios del crudo. Los mercados de energía global han sido puestos boca arriba por un boom petrolero norteamericano sin precedentes, provocado por una fracturación hidráulica, que consiste en el proceso de romper las rocas de esquisto para liberar petróleo y gas.
En un mensaje a la nación el pasado 28 de noviembre, el presidente Nicolás Maduro señaló que Venezuela mantendría el gasto social al tiempo que prometía conformar una comisión para identificar aquellos gastos innecesarios que deben ser recortados. También dijo que estaba enviando al ministro de Economía a China para discutir el desarrollo de proyectos.
México es una muestra de cómo un país petrolero puede construir nuevas industrias y evitar la dependencia de una sola materia prima. La caída en la demanda del crudo y los precios a principios de la década de los 80, ayudó a que el país se hundiera en una crisis de deuda.
La participación de las exportaciones petroleras en el total de exportaciones de México cayó al 13% en 2013, desde el 38% que representaban en 1990, a pesar de que las exportaciones totales se cuadruplicaron. Los electrodomésticos y los automóviles ahora representan una mayor parte en los embarques del país. Aunque el petróleo sigue siendo importante, con un 32% del ingreso del gobierno mexicano, éste ha indicado en su presupuesto para 2015 una base de 79 dólares por barril como precio promedio para el crudo.