El 2024 empieza con la pesada carga que ha supuesto la falta de precisión en las previsiones de 2023, “un año de contrastes” en palabras de Sebastián Velasco, director general de Fidelity International para España, Portugal y Latam. El año pasado se esperaba una recesión, la caída generalizada de los beneficios corporativos, que el mercado laboral empezase a perder fuelle en EE.UU. y la contracción del consumo. Nada de esto sucedió; en cambio, las bolsas occidentales y la nipona ganaron terreno, China decepcionó y la renta fija terminó un año que Velasco calificó como “extraño”. En suma, el representante de Fidelity International explicó que el 2024 empieza con “demasiados interrogantes abiertos”: la trayectoria de la inflación, el rumbo de la política monetaria y cómo se canalizará hacia la economía real o el resultado de las elecciones en países clave como China, Rusia o Estados Unidos, y en regiones como la UE.
Frente a la visión del consenso, que anticipa un escenario de soft landing en EE.UU. este año, en Fidelity International tienen una visión más negativa, dado que sus expertos anticipan que se producirá una recesión cíclica, con crecimiento global negativo en 2024 que se recuperará hasta niveles positivos en 2025. Fidelity también anticipa que la tasa de inflación será superior al objetivo de los bancos centrales, por lo que cabría esperar que en el segundo semestre de 2024 arranque un nuevo ciclo de bajadas de los tipos de interés.
Velasco introdujo así las perspectivas de la firma para 2024 en el año que Fidelity International celebra 25 años de presencia en España, en un evento celebrado en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en el que Steve Ellis y Dan Roberts -respectivamente CIO global de renta fija de Fidelity International y gestor de la estrategia global de renta variable con dividendos- dieron claves sobre cómo navegar sus clases de activo este año.
Una inflación no tan controlada
Steve Ellis comenzó con unas reflexiones sobre la validez actual de una cartera 60/40 en un contexto en el que predecir el comportamiento de la inflación ha sido desafiante. Ellis avanza que este año las autoridades monetarias también podrían tener dificultad para conseguir que la inflación vuelva definitivamente a la senda del 2%: “La inflación sigue siendo resistente, por lo que los bancos centrales tendrán que mantener los tipos en los niveles actuales”. La lectura que extrae el experto es que “a largo plazo existe un argumento a favor de que la inflación permanecerá en niveles estructuralmente más elevados, lo que obliga a replantear la composición de una cartera bien diversificada”. Para conseguirlo, Ellis invita a añadir activos alternativos y materias primas a la composición de la cartera.
El CIO global de renta fija expresó su confianza en que los bancos centrales no vuelvan al entorno de tipos cero, pero al mismo tiempo manifestó su creencia en que “los tipos tan elevados no van a poder mantenerse mucho más tiempo”. Ellis manifestó en concreto su preocupación por el alto endeudamiento contraído por los estados, en particular EE.UU., y afirmó que “la única manera de sostener la refinanciación de tanta deuda será mantener los tipos en niveles bajos y aplicar un QE en el futuro”.
Al igual que para 2023, Ellis sigue esperando que se vaya a producir un evento de crédito en algún momento de este año: “Se ha pospuesto, y por eso el mercado espera que se acabe el QT y la Fed empiece a relajar las condiciones. Las restricciones tienen que llegar a su final y la Fed tiene que actuar, porque de lo contrario, el endurecimiento monetario restringirá demasiado las condiciones de liquidez”, explica.
Considerando estas circunstancias y la previsión de que la economía estadounidense entre en una recesión cíclica, Ellis se declara alcista en duración y asegura que las mejores oportunidades están en el segmento de bonos de 2 a 5 años con grado de inversión. Su recomendación es concisa: “Ir a lo seguro y mantener la sencillez”.
Diversificación, alfa y omega de la inversión
“En estos 25 años hemos visto enormes giros en el sentimiento, por estilos y geografías preferidas por los inversores”, reflexionó Dan Roberts, preguntado por un balance de estos 25 años en los mercados bursátiles. Roberts recordó que en 1999 el S&P 500 registraba rentabilidades positivas, pero justo después llegaron las puntocom, un ejemplo que considera paradigmático de por qué los inversores deberían ser cautelosos con el uso de estrategias pasivas. El gestor también constató que el momento actual que viven las bolsas apuntan hacia “menor especulación que en el pasado reciente, pero más concentración”, por lo que Roberts concluye: “La solución es la diversificación”, resaltando su importancia en cualquier entorno de mercado.
Dicho esto, el gestor afirmó que la renta variable global hoy cotiza cara, siendo EE.UU. uno de los mercados más caros, aunque al mismo tiempo haya sido “la mayor sorpresa” por la resiliencia de sus compañías. “Todos los sectores de EE.UU. están caros. Aún así, somos capaces de detectar bolsillos de valor en todos los mercados”, añadió el experto, que indicó que está encontrando oportunidades de inversión en sectores como tecnología o automóviles.
Roberts también puso en valor la importancia del análisis para detectar qué compañías están mejor preparadas para capear los distintos ciclos económicos. Siguiendo con la idea de la fuerte carga electoral que trae 2024, un año en el que celebrarán elecciones un número de países equivalente al 50% del PIB mundial, el gestor lo tiene claro: “A pesar de que ha aumentado el riesgo geopolítico, los fundamentales son más importantes. Es clave determinar qué compañías serán capaces de resistir los distintos escenarios, no tenemos una actividad adversa al riesgo”, concluyó.