En este arranque de 2024, Fidelity International ha decidido reforzar sus compromisos en materia de sostenibilidad sobre la base de cuatro temáticas sistémicas. La gestora ha anunciado que enfocará su inversión sostenible (ISR) en cuatro áreas específicas donde existen oportunidades para contribuir a la salud y la preservación de los sistemas económicos y sociales del mundo, en consonancia con la estrategia de la compañía de ofrecer un mejor futuro financiero a largo plazo a sus clientes.
Según explican desde Fidelity, estas cuatro temáticas sistémicas de Fidelity son: la pérdida de naturaleza; el cambio climático; la gobernanza sólida y eficaz y las desigualdades sociales. Unas temáticas que ayudarán a guiar el compromiso de diálogo activo de la compañía para instigar cambios positivos.
Este enfoque de la sostenibilidad se articula sobre los avances conseguidos por Fidelity con el paso de los años, como “la integración de los factores ESG en sus carteras de inversión, el desarrollo de un marco metodológico sólido para los factores ESG y una contribución activa a los principales marcos normativos a escala nacional e internacional”, destacan.
En este sentido, Jenn-Hui Tan, director global de sostenibilidad de Fidelity International, apunta que la gestora lleva mucho tiempo apostando por la inversión sostenible y que su objetivo es seguir reforzando su enfoque a medida que evoluciona el panorama de la sostenibilidad.
“En sintonía con nuestro objetivo de abordar los retos relacionados con la sostenibilidad y seguir generando sólidos resultados financieros para nuestros clientes, nos hemos centrado en las temáticas de la pérdida de naturaleza, el cambio climático, la gobernanza y las desigualdades sociales, ya que estas plantean los riesgos sistémicos más importantes para nuestros sistemas económicos y sociales. No abordar estas cuestiones o abordarlas individualmente de forma aislada nos impedirá llevar a cabo la transición colectiva hacia una economía sostenible, lo que será perjudicial para las carteras. En 2024, Fidelity se esforzará por amplificar su enfoque de propiedad activa como fuerza positiva para impulsar prácticas sostenibles en las empresas en las que invertimos. Paralelamente, seguiremos contribuyendo activamente al desarrollo de regulaciones clave, como el SFDR, y la transposición de normas que entran en vigor este año, como el CSRD, que pensamos que será esencial para fomentar y armonizar la inversión sostenible en todo el sector”, explica Tan.
Los cuatro pilares
Sobre estos cuatro pilares o temáticas sistémicas, la gestora ahonda sobre su significado y su compromiso. En el caso de la pérdida de naturaleza, indica que, como firmante y miembro fundador de Finance for Biodiversity Pledge, se ha comprometido a proteger y restaurar la naturaleza mediante sus actividades de financiación y sus inversiones. En consonancia con su deber fiduciario, Fidelity pretende actuar cuando aprecie oportunidades para mitigar el declive del capital natural y contribuir positivamente a la salud y la preservación de los sistemas críticos.
En 2023, Fidelity reforzó su compromiso con el medio ambiente con la publicación de su Hoja de ruta para la naturaleza, donde el medio natural y la deforestación figuran como prioridades de la compañía, además de la integración de los criterios de biodiversidad en sus marcos ESG y el apoyo prestado a un innovador proyecto de bioacústica centrado en el desarrollo de una herramienta de medición con tecnologías avanzadas. En 2024, Fidelity seguirá abordando estas cuestiones, fundamentalmente mediante sus actividades de diálogo y, en particular, votará en contra de las propuestas de acuerdo que formulen las empresas en sectores de alto riesgo que no cumplan con sus estándares mínimos de prácticas y divulgación de información relacionada con la deforestación.
Respecto al cambio climático, en consonancia con su meta de alcanzar el cero neto en sus carteras de inversión en 2050, la gestora sigue reforzando su enfoque en el ámbito del cambio climático. A medida que más empresas publiquen planes de transición creíbles, Fidelity impulsará más novedades en la financiación de la transición, como innovaciones en instrumentos de deuda sostenible. También buscará oportunidades de diálogo con los reguladores que animen a los gobiernos a corregir sus carencias en materia de políticas para abaratar las tecnologías verdes, mientras que los reguladores están trabajando para canalizar financiación para la transición hacia los lugares adecuados.
Sobre las desigualdades sociales, apunta: “Los esfuerzos colectivos de descarbonización siguen acelerando, pero una de las consecuencias indeseadas podría ser un aumento de las desigualdades sociales. Si se permite que estas persistan, probablemente se entorpezcan las acciones en favor del clima y eso podría afectar negativamente a las perspectivas de las empresas y, en conjunto, a las carteras de los inversores”.
Por eso, de cara a 2024, Fidelity pretende continuar con sus esfuerzos para contribuir a la descarbonización de la economía y, al mismo tiempo, apoyar las transiciones sociales en las poblaciones que más lo necesitan mediante la supervisión activa, sobre todo en nuestro programa de diálogo en torno al carbón térmico.
Por último, la temática sobre gobernanza sólida y eficaz, se abordará a escala multilateral, nacional, sectorial y empresarial. La gestora considera que es imprescindible este enfoque para tomar medidas eficaces en materia de sostenibilidad. “El diálogo activo y el ejercicio del voto son ámbitos interconectados y las juntas generales constituyen un momento crítico para las empresas en el que los votos pueden tener implicaciones importantes”, señala.
Así pues, Fidelity intensificará su diálogo y expresará su posición mediante el voto y las resoluciones de los accionistas, y seguirá centrándose en cuestiones como la eficacia del consejo de administración, la cultura y conducta corporativa, la retribución, los derechos de los accionistas y la transparencia.