El crecimiento económico en África ha sido fuerte durante años y el nivel de vida está aumentando. ¿Cómo será el futuro del continente? ¿Brillante? ¿O nublarán estas perspectivas el liderazgo débil y el ébola? El economista jefe de Robeco, Léon Cornelissen, hace en esta entrevista un repaso de los riesgos y oportunidades que acechan al continente.
¿Cuáles son los factores más importantes que influyen en el fuerte desarrollo económico de África?
El continente se caracteriza por una inmensa diversidad, sin embargo, hay una serie de características identificables que los países africanos tienen en común. Se trata principalmente de la riqueza de materias primas y su población joven y en rápido crecimiento. Como resultado, muchos países están mostrando un fuerte crecimiento económico.
La situación en Sudáfrica y Nigeria es particularmente significativa para los inversores. Estos países se están convirtiendo en grandes economías, pero no son las únicas en mostrar crecimiento. Entre las economías más pequeñas, Botswana evoluciona muy bien. Las commodities juegan aquí un papel relevante, pero también el buen gobierno del país. Esta última característica es importante, ya que el mal funcionamiento de las administraciones es uno de los principales problemas de África.
¿Qué peso tienen las materias primas en el crecimiento económico?
Son extremadamente importantes. China invierte con fuerza en África porque quiere asegurarse el suministro de materias primas para su propia economía. El crecimiento económico de China disminuirá gradualmente como resultado de la transición que vive el país desde un modelo económico exportador a uno basado en la demanda interna. Sin embargo, si tenemos en cuenta la producción per cápita, China sigue siendo pobre. Se espera un gran crecimiento de la demanda de sus consumidores, que conducirá a una falta sostenida de materias primas.
Luego está la India. Desde que el Gobierno de Modi llegó al poder, la probabilidad de un repunte del crecimiento económico se ha incrementado considerablemente. Los países productores de materias primas en África están cosechando grandes beneficios del fuerte crecimiento asiático.
Más allá de la producción de la explotación de recursos naturales, ¿qué otras oportunidades ofrece el continente?
El inicio de procesos de privatización, no sólo en la extracción de materias primas, pueden suponer una importante contribución para África. Los gobiernos que proporcionan a las empresas una mayor libertad, aún pueden atraer grandes cantidades de capital extranjero. Otro factor positivo es la estructura de la población africana. Mientras que es claramente necesario capital para educar a su población más joven, el continente está libre de la carga que supone una sociedad envejecida. Y, por supuesto, África es enorme, y por lo tanto, todavía tiene un potencial de desarrollo considerable.
Debido al crecimiento de la población mundial, la agricultura ofrece también oportunidades. Como ejemplo, podemos citar el café y las flores de Etiopía, las frutas y hortalizas procedentes de Marruecos, y el vino de Argelia.
¿Cuáles son los principales riesgos?
En muchos países, el principal riesgo es de naturaleza política. Las situaciones de cada país varían significativamente y muchos países, como Botswana, tiene líderes efectivos, pero en otros países, las condiciones están en peligro de deteriorarse. Nigeria ha desarrollado un tipo de modelo pacífico que parece haber tenido éxito en reconciliar el norte islámico y el sur cristiano del país con la distribución de poder. Sin embargo, debido a que no siempre se respetan las reglas del juego, las elecciones en febrero amenazan con ser bastante tensas. Esto no es una buena señal. Egipto tiene problemas similares. La economía está dando un giro positivo, pero las tensiones religiosas podrían arruinarlo todo.
Luego está el tema del ébola. Esta terrible enfermedad -y más particularmente el miedo que genera- está poniendo freno al crecimiento. El resultado es que todo se encuentra bajo presión: la actividad económica, el turismo y las inversiones extranjeras. Y ésta no es la única enfermedad en el continente: aunque el sida y la malaria causan muchas más muertes que el ébola, éstas no son un factor de riesgo.
¿Cuáles son las perspectivas para Sudáfrica?
Es uno de los países que integran el BRIC, una asociación informal de las economías emergentes con las poblaciones más grandes. Sin embargo, este país, con unos números de población más modestos, sigue teniendo algo de forastero. Sus materia primas fueron la razón de que China e India incluyesen a Sudáfrica en esta alianza. Pero por otro lado, es miembro de pleno derecho de los ‘Fragile Five’, el grupo de países emergentes cuyo crecimiento depende en gran medida del capital extranjero para financiar sus crecientes ambiciones. Su déficit por cuenta corriente se ha visto ensombrecido por larga huelga en el sector minero, aunque las cifras subyacentes siguen siendo altas. Esto también se puede aplicar al déficit presupuestario del país y la inflación. Por todo esto, las perspectivas de crecimiento a medio plazo son moderadas y no lograrán hacer caer la alta tasa de desempleo del país.
¿Es la caída del precio del petróleo un problema para países como Nigeria, Argelia y Angola?
Solo a corto plazo. Espero que el precio del petróleo vuelva a subir. Es probable que la revolución del shale gas en Estados Unidos sea de corta duración. En algún momento se agotarán las reservas. Las exportaciones de petróleo siguen siendo un factor positivo para estos países, al igual que la exportación de otros recursos naturales a diferentes países.
Considerando todas estas cosas, África es un continente de oportunidades en términos económicos. Sin embargo, no descartamos un escenario de desaceleración. Es algo posible también. Ahora lo más importante es mejorar la gestión pública. Si el continente tiene éxito a este respecto, será capaz de mantener su actual alta tasa de crecimiento durante un largo tiempo.