Al cierre de un año difícil en el que fue complicado vaticinar los acontecimientos, y en el que la economía de Estados Unidos ha resistido mejor de lo esperado, ¿qué perspectivas se vislumbran para los mercados en 2024? Desde abrdn creen que en el crédito y las pequeñas compañías puede haber dos atractivas opciones para buscar rentabilidad.
En un webinar de perspectivas de cara al próximo año, Felix Freund, jefe de crédito europeo, y Andrew Paisley, responsable de small caps en la gestora, expusieron su visión del entorno y los argumentos a favor de sus respectivos activos.
La marea está cambiando
“La renta fija tuvo unos últimos 18 meses difíciles, pero creemos que la marea está cambiando y se está volviendo mucho más positiva de cara a 2024. Ya hemos visto una recuperación en los últimos meses del crédito con grado de inversión tras un año negativo como clase de activos en 2022, con un retroceso de alrededor del 14%, algo sin precedentes históricos”, explicó Freund.
Desde abrdn consideran que los rendimientos de los bonos del gobierno han tocado probablemente techo, mientras que los spreads del crédito se han ajustado a niveles muy amplios. “Así pues, la rentabilidad total es positiva, pero no se ha recuperado aún la caída del 14%. Por otra parte, en el último año, nuestro fondo insignia superó al mercado por unos 37 puntos básicos (20 puntos básicos en noviembre), y es por ello que consideramos que es un muy buen momento para esta estrategia”.
Freund explicó que la filosofía del fondo es la selección de acciones adaptada al entorno general. La selección bottom up de bonos es la fuente dominante de alfa a lo largo del tiempo, pero también dan forma a las carteras sobre la base de sus consideraciones de mercado. Por ejemplo, el año pasado la posición de duración más corta que el índice de referencia contribuyó a una mejor rentabilidad. “Este año hemos virado más hacia una posición de duración larga, con el giro de los tipos de interés a largo plazo en octubre”, añadió.
Inflación y tipos de interés en los próximos 12 meses
El pico de inflación ya se ha alcanzado y los precios se van moderando, aunque algo más lentamente de lo previsto a principios de 2023, analizan desde la gestora. Por ello anticipan que en mayo o junio de 2024 podrían producirse los primeros recortes tanto por parte de la Fed como del BCE.
“Y dentro de 12 meses, podríamos estar más de 25 puntos básicos por debajo del tipo actual del BCE y de la Reserva Federal”, comentó Freund. “Ahora la pregunta es, obviamente, ¿qué significa esto para los tipos de interés a largo plazo de la deuda pública?”
Según un análisis realizado por Deutsche Bank Research, históricamente los tipos de interés a largo plazo suben en un ciclo de subidas hasta llegar a un máximo alrededor del punto en el que, por término medio, se ha producido la última subida. Y después de eso, en promedio, vuelven a caer, especialmente en los 12 a 18 meses después de la última subida de tipos. “Dado que nuestra opinión es que las últimas subidas ya se han producido, creemos que este patrón histórico también debería mantenerse en los próximos 12 meses para los bonos del Estado”, indicó el experto.
En cuanto al crédito corporativo, Freund recordó la gran cantidad de empresas que se refinanciaron los últimos años a unos tipos de interés muy bajos, por lo que, si bien la situación se deteriorará el año que viene, se parte de una ratio de cobertura de intereses históricamente muy elevada. Y que en todo caso puede afectar más al high yield.
“Creemos que en los próximos 12 meses, el grado de inversión rendirá entre el 6% y el 7%. Y eso teniendo en cuenta una bajada de tipos de interés de 30 puntos básicos, lo que en realidad es conservador frente a lo que el mercado espera ahora por parte del BCE”, resumió Freund.
Sector inmobiliario y deuda subordinada
Por sectores, Freund destacó que desde la gestora ven con buenos ojos las aseguradoras y los bancos por valoración, fundamentales y grandes provisiones y liquidez. Únicamente evitando aquellas entidades más expuestas al sector inmobiliario comercial y las tarjetas de crédito, dos áreas donde podrían surgir problemas si finalmente hay recesión o muy poco crecimiento.
También tienen gran convicción por el sector inmobiliario, en el que en contra del consenso mayoritario han estado sobreponderados la mayor parte del año. “Creemos que, en términos generales, hay muchas oportunidades de selección de valores donde el mercado es demasiado pesimista”, dijo.
Asimismo, consideran interesante la deuda subordinada de emisores con grado de inversión, a menudo del sector de servicios públicos o del sector de las telecomunicaciones, en el caso de España compañías como Telefónica e Iberdrola. También consideran atractivo el segmento de la deuda subordinada AT1 una vez superada la crisis de marzo.
Pequeña capitalización
La inversión de abrdn en el mercado de compañías de pequeña capitalización se caracteriza por contar con un procedimiento propio probado en distintas condiciones de mercado que solo invierte en empresas en las que tienen fuerte convicción y con un estilo sesgado hacia el crecimiento de calidad y el momentum. Un estilo que no cambió el año pasado pese a la fuerte rotación hacia el valor fruto del entorno de tipos de interés más altos y una mayor inflación destacó por su parte Paisley.
“Hemos sido muy coherentes y disciplinados en la aplicación del proceso y, de cara al futuro, creemos que ahora es un momento muy interesante para esta clase de activos y el crecimiento de calidad en particular. Creemos que hay un fuerte potencial de recuperación”, dijo.
Como argumentos para tener una asignación básica a las empresas más pequeñas en una cartera equilibrada mencionó, en primer lugar, que en un horizonte de tiempo a largo plazo, han tenido históricamente una mejor rentabilidad. “En segundo lugar, creemos que las valoraciones parecen bastante atractivas actualmente dado el nivel de bajo rendimiento que hemos visto en las empresas más pequeñas frente a las empresas más grandes en 2022. Y, por último, los beneficios de diversificación de una asignación a lo que creemos que es un universo extremadamente interesante de empresas de crecimiento de alta calidad que serán las grandes empresas del mañana”, dijo.
A ello se suma una rentabilidad superior de las small caps ajustada al riesgo en todas las geografías analizadas, pero en particular en Europa. Por su mayor volatilidad, sin embargo, desde la gestora subrayaron que la gestión activa es el camino a seguir en esta clase de activo.
“Nuestro proceso deliberadamente no invierte en empresas con pérdidas o empresas que están altamente endeudadas o de naturaleza especulativa –subrayó Paisley-. Ese no es el perfil de riesgo adecuado para nosotros. Nos centramos en primer lugar en la calidad, y luego en el crecimiento y el momentum”.