En el segundo trimestre de 2023 se ha acentuado el cambio de tendencia en la tasa de ahorro de los hogares españoles iniciada en el trimestre precedente, con un fuerte repunte, según desvela el último informe mensual de CaixaBank Research. Tras alcanzar un pico del 19,4% del PIB en el periodo enero-marzo de 2021 por la caída del consumo durante la pandemia, se produjo una caída sostenida de la tasa de ahorro hasta el 7,9% a finales de 2022. Esta trayectoria descendente del ahorro, según la firma, se truncó en el primer trimestre de este año, con una tasa de ahorro del 8,5%.
En el periodo marzo-junio de este año, la tendencia se ha acelerado, de tal manera, que la tasa de ahorro en el acumulado del último año ha escalado hasta el 10,2%, «claramente por encima del promedio prepandemia y del 7,2% del promedio 2015-2019», según recoge el estudio. Igualmente, en términos desestacionalizados, la tasa de ahorro se encuentra en niveles elevados: 11,7% en el segundo trimestre del año estanco, tras marcar un mínimo del 4,0% en el tercer trimestre del año pasado.
La renta disponible crece muy por encima del gasto de los hogares
El repunte de la tasa de ahorro se vio impulsado por el hecho de que la renta bruta disponible del conjunto de los hogares creció un espectacular 12,2% interanual en el segundo trimestre (dato estanco), la tasa más elevada de toda la serie histórica, según el informe.
Los principales factores detrás de dicho crecimiento fueron el aumento de la masa salarial (+8,7% interanual), reflejo del aumento de la ocupación (crecimiento del 3,1% interanual de asalariados) y de un mayor dinamismo salarial (incremento del 5,2% en la remuneración por trabajador). También por el avance de las prestaciones sociales (+9,7% interanual, impulsadas por la revalorización de las pensiones), de los ingresos de los autónomos y de las rentas de la propiedad gracias al aumento del pago de dividendos y otras rentas de inversión. «Todo ello ha más que compensado el incremento de los pagos netos por intereses, que han ascendido a 3.300 millones de euros, lo que implica un aumento de 1.000 millones respecto al dato estanco del segundo trimestre de 2022», tal y como recoge el informe de CaixaBank Research.
Este avance de la renta bruta disponible da un mayor margen al crecimiento del consumo en los próximos trimestres. Y un mayor aumento del consumo se traduciría en un mayor crecimiento del PIB. El informe calcula que si la tasa de ahorro se redujera un punto adicional de lo esperado el próximo año, el impacto sobre el crecimiento del PIB sería de alrededor de 0,4 puntos porcentuales.
Atendiendo a la renta disponible por hogar, el ritmo de avance se queda en el 5,8%, un ritmo muy notable pero más moderado, ya que se ha producido un destacado aumento de los hogares. Así, en el último año se han creado en términos netos 275.000 hogares (+1,4% interanual), en buena parte por los flujos migratorios.
Tras la revisión al alza de la serie histórica de renta bruta disponible y los buenos datos en 2023, la renta disponible real por hogar ya recuperó en el primer trimestre su nivel prepandemia. Y la renta disponible total en términos reales ya se situaba al término del segundo un 3,5% por encima del nivel anterior al covid-19.
En cambio, el estudio recoge que el gasto en consumo de los hogares ha ido perdiendo fuerza al compás de la moderación de la inflación junto con el alza de tipos de interés. La brecha abierta en el segundo trimestre entre el crecimiento de la masa salarial y el del gasto de las familias. Si en el primer trimestre ambas crecían de forma relativamente parecida (8,6% y 7,3% interanual, respectivamente), en este segundo, la remuneración total de los trabajadores ha crecido claramente por encima (8,7% interanual) del gasto de las familias (5,2% interanual).
En el conjunto de 2023, el estudio prevé que el crecimiento de la renta bruta disponible superará con creces el 6%, lo que debería permitir que, en agregado, el consumo de los hogares en términos reales pueda cerrar el año en un nivel claramente por encima del de 2022, a pesar del aumento de los tipos de interés y la inflación.
El destino del ahorro y la mejora de la posición financiera neta de las familias
La adquisición neta de activos financieros por parte de los hogares en el segundo trimestre de 2023 ascendió a 41.000 millones de euros, muy similar al mismo trimestre del año pasado y por encima de los 32.600 millones del promedio de los segundos trimestres entre 2015 y 2019.
El informe recoge que los hogares aumentaron sus depósitos bancarios y efectivo en 7.000 millones de euros, frente al incremento en 21.000 en el mismo periodo del año pasado, e invirtieron en valores representativos de deuda y en participaciones en capital y fondos de inversión por 6.700 millones y 4.000 millones, respectivamente, muy por encima del segundo trimestre del año pasado.
La adquisición de activos se vio acompañada por una intensa revalorización de estos (29.000 millones de euros), principalmente por la mejora de las cotizaciones de participaciones en capital y fondos de inversión (27.000 millones de revalorización), de modo que el stock de activos financieros brutos de los hogares creció en 70.000 millones de euros, hasta un total de 2,81 billones.
Por su parte, la deuda de los hogares registró un aumento de 7.386 millones, que el estudio explica por temas estacionales: se situó en el 49,9% del PIB, 0,5 puntos porcentuales menos respecto a enero-marzo de este año, hasta situarse cerca del nivel de mediados de 2002. La ratio de endeudamiento de los hogares españoles se sitúa así 5,5 puntos porcentuales por debajo del dato del promedio de la eurozona.
El informe explica que como resultado de un aumento de los activos financieros mayor al incremento de los pasivos financieros, se ha producido un crecimiento de la riqueza financiera neta de las familias, de 61.000 millones respecto al trimestre anterior, hasta superar ligeramente los 2,05 billones de euros (el 145,4% del PIB). Y concluye que el fortalecimiento de la situación financiera de las familias ha superado las expectativas y es una buena noticia para la economía española de cara a los próximos trimestres en un contexto exigente.