Mejorar las finanzas personales debería de ser uno de los propósitos prioritarios de Año Nuevo. Normalmente es un aspecto de la vida que queda en un segundo plano, pero los cambios económicos apremian y para toda la sociedad se hace vital garantizar su futuro con una acertada gestión de los ahorros.
Un estudio de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) revela que sólo el 3% de los españoles sabe cómo ahorrar mediante productos financieros como las acciones o la renta fija. Al invertir en bolsa, “hay que ser cauto, invertir en sectores o segmentos de mercado que coticen baratos, y combinarlo con buenas rentabilidades a través de la renta fija”, afirma Carlos Santiso, director educativo de VIBE, centro de formación especializado en bolsa e inversión.
Entre las formas más atractivas de ahorro a largo plazo podemos encontrar el value investing. Según Santiso, «significa entender la inversión desde una perspectiva empresarial y de generación de valor. Si conoces en profundidad las empresas que conforman tu cartera, entenderás el riesgo de una forma diferente”.
En particular, revela cuatro razones por las que apostar por el value investing:
1.– Enfoque a largo plazo: para los inversores que no busquen resultados inmediatos, el value investing puede ser el método adecuado, ya que permite construir riqueza a lo largo de los años. Santiso considera que un plazo de inversión de, como mínimo, cinco años es coherente con este enfoque.
2.– Margen de seguridad: mediante la búsqueda de compañías infravaloradas por el mercado, minimizamos el riesgo. Pero el riesgo no debe entenderse como caídas en el precio de la acción, sino como la posibilidad de no recuperar el capital. Invertir en buenas compañías a buenos precios es garantía de éxito.
3.– Enfoque fundamental: esta técnica se basa en el análisis económico y financiero de las empresas y no en los vaivenes del mercado. Las tesis de inversión descansan sobre bases sólidas y de largo plazo.
4.- Accesiblilidad: el value investing puede ser aplicado por cualquier inversor con los conocimientos suficientes, ya que la información necesaria para analizar empresas es, en la mayoría de los casos, gratuita y de fácil acceso. No es necesario disponer de grandes recursos técnicos o tecnológicos para ser un inversor de éxito en bolsa.
El objetivo de cualquier inversor debe ser no cometer errores a la hora de invertir el dinero y, para ello, es fundamental contar con conocimientos financieros adecuados.