La Autoridad Bancaria Europea (ABE o EBA, por sus siglas en inglés) ha puesto a consulta las enmiendas a sus directrices sobre la prevención del uso indebido de fondos y de determinadas transferencias de criptoactivos con fines de blanqueo de capitales o financiación del terrorismo. Esta consulta estará abierta hasta el 26 de febrero de 2024.
“Estas directrices desarrollan el Reglamento (EU) 2023/1113,1 más conocido como Travel Rule, que regula las medidas para detectar y gestionar las transferencias de fondos o de criptoactivos, pero no especifica qué hacer cuando en estas falta algún dato o se detectan limitaciones técnicas en la transferencia de esta información”, señalan los expertos de finReg360.
Según explican uno de los aspectos más relevantes de esta consulta tiene que ver con las medidas para solventar limitaciones técnicas en la comunicación de los datos. Los cambios en las directrices detallan cómo deben completarse los campos al transferir fondos y criptoactivos, y las características de las arquitecturas que deben usar los proveedores de servicios sobre criptoactivos y los de pago para lograr la transmisión fluida e interoperable de los datos. También la posibilidad de que los proveedores de servicios sobre criptoactivos usen excepcionalmente herramientas que no sean plenamente capaces de transmitir la información como prevén las directrices y la Travel Rule: siempre que elaboren procedimientos para compensar estas limitaciones, y dispongan de soluciones alternativas para cubrir posibles fallos.
Otro aspecto es que las directrices pretenden solventar las posibles diferencias de interpretación en este punto de la redacción de la Travel Rule. Desde finReg360, señalan algunos de los ejemplos previstos en las nuevas directrices, entre ellos los nombres del ordenante y del beneficiario: Para personas físicas, nombre completo que figure en el documento oficial de identificación, y para personas jurídicas, nombre con el que está registrada, o, en su defecto, el nombre comercial. En movimientos que incluyan varias personas, habrá que incluir el de cada una de ellas.
La consulta también abarca el ámbito de los “monederos no alojados” (unhosted wallets) son aquellos que no están custodiados por una entidad que ha de identificar a los titulares. “Las directrices obligan a los proveedores de servicios sobre criptoactivos a identificar y cotejar los datos, obtenidos de su cliente, en las transferencias de criptoactivos desde o hacia unhosted wallets. Para ello, indican, han de usar medios técnicos adecuados para cruzar datos, que incluyen análisis de la blockchain y proveedores de datos, para identificar o verificar la identidad del ordenante o del beneficiario”, destacan desde finReg360.
Por último, las directrices prevén criterios comunes para que los proveedores de servicios sobre criptoactivos y de pago puedan determinar si el uso de los instrumentos de pago para el pago de bienes o servicios queda excluido del ámbito de aplicación de la Travel Rule. En concreto, tienen que ejecutar las siguientes acciones en la operativa con criptoactivos:
- Identificar el uso de cualquier código de categorización asignado a los clientes del que se deduzca el tipo de bienes o servicios vendidos
- Determinar si el ordenante o el beneficiario ejercen una actividad económica o profesional, utilizando la información recopilada a efectos del artículo 13 de la Directiva (UE) 2015/849,3 o la información accesible de otros proveedores o en fuentes de acceso público
- Analizar, si es posible, las tendencias y comportamientos, incluidos el historial y las pautas de las transferencias, para deducir si el ordenante efectúa pagos por bienes o servicios o el beneficiario los recibe