La situación económica en EE.UU. es mejor que la europea, pues el gigante americano está afrontando un periodo de “sostenible crecimiento económico”. Así, aunque el gasto en el consumo y el sector inmobiliario aún dan signos de debilidad, y a pesar del negativo efecto del mal tiempo y del incremento impositivo en varias áreas (la renta, los dividendos, los dipositivos médicos, o las primas debido a la ley de sanidad implantada por Obama) en el PIB del país, la recuperación es cada vez más generalizada, con crecimientos de en torno al 3%.
Y esta fuerza se va trasladando, poco a poco, al empleo: “El empleo está evolucionando bien en la actualidad y prevemos que crezca con fuerza en los próximos meses”, explica Ken Taubes, director de inversiones de Pioneer Investments, en una reciente charla con periodistas en Madrid. En su opinión, los indicadores son positivos -como el número de vacantes, las solicitudes semanales de prestación por desempleo o el número de personas que dejan voluntariamente su empleo y que, por tanto, tienen expectativas de encontrar otro- y le hacen pensar que el desempleo se situará por debajo del 6% próximamente. Según sus cálculos, en el primer trimestre del próximo año la cifra podría bajar hasta el 5,5%, lo que podría equipararse a una situación de paro más normal, algo que tendrá implicaciones para la política monetaria del país.
“Cuando hay más empleo, también hay mayor gasto. Además, cuando el desempleo cae del 6%, aparecen las presiones salariales”, algo inexistente hasta ahora, y, en su opinión, una de las posibles causas de la frustración que podría haber llevado a los ciudadanos a votar por el cambio republicano en las pasadas elecciones parlamentarias. “La gente no siente la mejoría de la economía y ha enviado un mensaje con sus votos”, explica. Y, a su vez, el incremento salarial presionará la inflación, aunque el precio de la energía se mantenga bajo control.
De confirmarse estas previsiones (y de hecho, algunos indicadores adelantados en pequeños negocios ya indican un crecimiento salarial de en torno al 3%), la Fed podría mover ficha antes de lo esperado. “La Fed ya ha cambiado el tono de su discurso: ya no habla de desempleo sino del no pleno empleo”, dice. Por ello, si se alcanzara el 5,5% de paro en los próximos meses y empezaran a sentirse presiones en la inflación subyacente, podría subir tipos antes de lo que el mercado descuenta, incluso ya en el mes de marzo. “El mercado ha puesto en precio que la subida será a mediados de año como pronto pero todo dependerá de la fortaleza de los datos”, dice. Y será un aspecto clave en la evolución de los mercados.
En cuanto a éstos, Taubes apuesta con fuerza por la renta variable estadounidense frente a la renta fija, y no le sorprenden las revalorizaciones vistas en lo que va de año, ante la mejora de la economía y los beneficios empresariales. “La subida es fruto de poner en precio la mejora de los fundamentales en el pasado”, dice. Ahora que los precios están más o menos en niveles justos, no espera más expansión de múltiplos pero cree que las rentabilidades estarán lideradas por el crecimiento de los beneficios. En ese sentido, cree que podrían ofrecer niveles altos de un solo dígito.
Por sectores, apuesta por las large caps versus los pequeños valores puesto que puden beneficiarse del buen entorno económico y además están más baratos. Y también prefiere aquellos nombres con negocio en EE.UU. (por el dólar y para que puedan beneficiarse de la recuperación), y advierte de la necesidad de cuidar de dónde vienen los ingresos de las multinacionales debido a la fortaleza del dólar.
En renta fija, y aunque cree que algunos sectores están caros, opta por el crédito en EE.UU., “no particularmente barato pero que cuenta con unos fuertes fundamentales” y que, en un entorno de recuperación económica, pueden aún ofrecer yields saludables. Y también apuesta por el high yield, tras las últimas caídas, ante sus fundamentales y ante el hecho de que, a pesar del fin del QE, la política monetaria sigue siendo acomodaticia.
Pesimista con Europa
En Europa, aún tiene posiciones en deuda de Italia e Irlanda pero reconoce que las valoraciones han perdido mucho atractivo en mercados como España o Italia. Además de esta pérdida de atractivo de la deuda europea, Taubes no tiene perspectivas de una clara mejora en el Viejo Continente. “El BCE ha contribuido al problema, permitiendo a los bancos reducir su base monetaria cuando la economía aún estaba desapalancándose, algo que también ha hecho el propio BCE. Y el euro no se debería haber apreciado tanto frente al dólar”, dice, algo que ha ocurrido solo como consecuencia de una política monetaria demasiado estricta. “Temer la inflación no es realista, no ocurrirá en un entorno de deflación credicitia”, explica. Aunque ahora reconoce que la política monetaria está cambiando.
Además, critica que no ha habido serias reformas ni cambios para permitir a la economía crecer. “El PIB potencial es débil en Europa y no parece que se vaya a arreglar”, dice, a la vista de noticias como la recesión en Francia (“Hollande está en medio de una recesión”, dice) o del auge de popularidad de partidos como Podemos en España. Y advierte: Si el BCE es demasiado acomodaticio, quitará las motivaciones para el cambio. “Sospecho que la única posibilidad de reformas se da en momentos de crisis, cuando los ciudadanos no tienen otra alternativa”, apostilla.