El BCE celebra mañana la penúltima reunión del año. Después de 10 subidas de tipos, hasta situar el precio del dinero en el 4,5%, el mercado parece dar por hecha una pausa en la normalización monetaria, justo en un momento en el que el foco se desvía hacia el futuro de los programas de liquidez.
Tomasz Wieladek, economista jefe para Europa en T. Rowe Price, es tajante al afirmar que no hay que esperar “fuegos artificiales” en este encuentro del BCE. Para empezar, ve “muy improbable” otra subida de los tipos de interés. De hecho, el experto va más allá al augurar que el resultado más probable de cara al futuro es una relajación de la inflación y un deterioro de los datos de la economía real “que acabarán empujando al organismo a recortar los tipos en el primer semestre del próximo año”. Ante la escasez de novedades en el ámbito de los tipos en esta reunión, Wieladek prefiere centrarse en los programas de compra de activos del organismo.
No espera ningún cambio en la reinversión del PEPP (programa de compras de emergencia frente a la pandemia), aunque admite que la presidenta Christine Lagarde mencionará que se habló del programa en el encuentro del Consejo de Gobierno del organismo. “Dada la reciente subida de los rendimientos de los bonos en todo el mundo, creo que el BCE querrá conservar la flexibilidad para comprar BTP y vender Bunds a cambio que está incorporada en el PEPP”, afirma el experto, que admite que no espera tipo de QT (quatitative tighting) adicional “más allá de lo que ya se ha anunciado esta semana o en breve”.
Sin embargo, Wieladek admite que existe cierto riesgo de que eleven las reservas mínimas del 1% al 3% para reducir los costes de los grandes balances.
Por su parte, Karsten Junius, economista jefe en J. Safra Sarasin Sustainable AM, tampoco ve cambios en los tipos de interés en esta reunión del BCE, debido a que la actividad económica y la inflación han evolucionado en general en línea con las expectativas desde el último encuentro de septiembre. Pero, considera que la sostenibilidad de la deuda se ha convertido en un tema más acuciante, “dados los mayores rendimientos de los bonos y los planes fiscales menos ambiciosos de algunos países”.
Por lo tanto, Junius, al igual que Wieladek, no descarta que el banco central también podría debatir cambios en sus exigencias de reservas mínimas (MRR por sus siglas en inglés). Incluso, también una reducción acelerada del balance. “Desde JSS SAM creemos que las decisiones sobre ambas cuestiones deberían posponerse hasta la revisión del marco operativo del BCE prevista para la próxima primavera. Un aumento del MRR también impulsaría los beneficios del BCE, ya que un incremento de un punto porcentual del MRR aumentaría los beneficios del BCE en 6.600 millones de euros al año. Los beneficios del sector bancario disminuirían en la misma cuantía”, explica el experto.
Un tono similar muestra Konstantin Veit, gestor de carteras en PIMCO. El experto cree que el BCE mantendrá los tipos de interés oficiales sin cambios en su reunión de octubre, “ya que el ciclo de política monetaria ha alcanzado una fase en la que los riesgos de endurecimiento excesivo y de endurecimiento insuficiente están más equilibrados”.
Y, aunque no prevé que el Consejo de Gobierno introduzca cambios en sus actuales orientaciones de reinversión de la cartera de bonos, sí ve factible que discuta un recorte anticipado de las reinversiones del programa de compras de emergencia (PEPP). “Por el momento, sin embargo, la incertidumbre en torno a la reforma de las normas fiscales de la zona del euro, la reciente inclinación a la baja de las curvas de rendimiento y la ampliación de los diferenciales soberanos de la zona del euro abogan en contra de cualquier decisión importante en la próxima reunión”, sentencia el experto, que también quiere mirar algo más allá.
A largo plazo, la política de reinversión del BCE también se verá influida por la configuración de un nuevo marco operativo, según el experto, para controlar los tipos de interés a corto plazo, incluido el tamaño de una cartera estructural de bonos. El BCE tiene previsto concluir esta revisión en la primavera de 2024.
Para François Rimeu, estratega senior de La Française AM, el Consejo de Gobierno del BCE mantendrá sin cambios los tipos de interés en la reunión de esta semana. Pero habrá un tono relativamente duro, puesto que Rimeu espera que también se mantenga la postura “de ir reunión a reunión”, dado el alto nivel de incertidumbre derivada del crecimiento salarial y la presión sobre los precios de la energía debido al impacto del conflicto de Oriente Medio en los precios del petróleo. “Por ello, es probable que la presidenta Lagarde advierta de que el BCE está dispuesto a volver a subir los tipos si es necesario”, argumenta.
Asimismo, el comunicado posterior a la reunión se centrará, según el experto, “en unos tipos de interés más altos durante más tiempo” para volver a situar la inflación en su objetivo del 2% para finales de 2025. El foco también estará en el endurecimiento cuantitativo, ya que Rimeu ve probable que se intensifique el debate en este campo, dados los últimos comentarios de los miembros más duros del BCE, aunque el experto no espera más detalles sobre la reinversión de valores en el marco del Programa de Compras de Emergencia frente a la Pandemia (PEPP), “especialmente antes de que el BCE haya concluido su revisión del marco operativo en la primavera de 2024”.
Gilles Moëc, economista jefe de AXA IM, aplaude el mensaje de la última reunión del BCE, ya que “dado el aumento de la incertidumbre, el BCE debe estar bastante contento de que la última vez se telegrafiara una pausa en términos nada ambiguos tras una subida de 25 puntos básicos que parecía posiblemente la última de este ciclo”, según afirma el experto, que considera lógico que la reunión de esta semana “sea lo menos agitada posible”.
Eso sí, espera que Lagarde mencione la crisis de Oriente Medio como uno de los riesgos a vigilar, sobre todo por su impacto en el precio del petróleo, una variable que ya tuvo en cuenta la mandataria en el encuentro de septiembre.
Al igual que otros estrategas, Moëc se fija en el trasvase de atención desde los tipos de interés oficiales hacia los instrumentos del balance. “El reciente episodio de tensión en el mercado de bonos italiano desencadenará una salva de preguntas sobre los futuros movimientos del BCE en las reinversiones del PEPP, así como sobre su Instrumento de Protección de la Transmisión (TPI) durante la conferencia de prensa”, asegura el experto.
Con todo, considera que es probable que Lagarde se atenga a su guión anterior: “ningún debate durante la reunión y mantenimiento de la orientación futura”. Por lo tanto, sigue pensando que la decisión de poner fin a la reinversión del PEPP “llegará probablemente en diciembre como muy pronto” ya que ve pocas razones para que el BCE “toque su primera línea de defensa contra la fragmentación financiera en un momento de discusiones presupuestarias apuntaladas por una consolidación fiscal limitada y unas previsiones de crecimiento optimistas, mientras sigue sin haber perspectivas de acuerdo sobre las futuras normas fiscales de la zona del euro”.
Ulrike Kastens, Economist Europe para DWS, admite que por primera vez desde julio de 2022, “es poco probable que el BCE suba los tipos de interés en su reunión de octubre”, en tanto que muchos funcionarios del BCE creen que los tipos de interés han alcanzado un nivel lo suficientemente alto como para esperar a ver cómo se transmite la política monetaria restrictiva a la inflación y el crecimiento. “El mensaje central de la presidenta Lagarde será probablemente: Tipos altos durante más tiempo”, asegura el experto.
También ve factible que en octubre se reafirme el «sesgo restrictivo» debido a que aunque la inflación cede en intensidad, “los riesgos inflacionistas siguen estando a la orden del día, con la reciente subida de los precios de la energía, pero también la evolución de los salarios”.
Su foco también se centra en la reinversión del Programa de Compras de Emergencia (PEPP), “que se espera que continúe al menos hasta finales de 2024 y representa la primera línea de defensa cuando las tensiones del mercado perjudican la transmisión de la política monetaria”. Kastens ve dudosa una decisión sobre la reinversión, pero supone que es probable que en diciembre se haga un anuncio para reducir la reinversión ya en la primavera de 2024.
En la misma línea que otros estrategas se expresa Peter Goves, responsable de análisis de deuda soberana de mercados desarrollados de MFS Investment Management. Tras ver claro que el BCE mantendrá sin cambios los tipos de interés oficiales en su reunión esta semana, dejando el tipo de interés depósito en el 4%, se centra en las decisiones futuras del organismo. En este sentido, cree que la política monetaria de las próximas reuniones garantizará que los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan «en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario».
Por lo tanto, el experto espera que la atención se centre cada vez más en cuánto durará el ciclo en el que se mantendrán los tipos fijos, en lugar de hasta cuánto deben subir. Por otro lado, Goves es consciente de que las reflexiones sobre el balance y la evolución de los mercados «podrían figurar entre los temas tratados durante la conferencia de prensa».
Otros estrategas se interesan por el tono que se va a utilizar en esta reunión. Felix Feather, analista Económico Europeo de abrdn, recuerda que la ausencia de sorpresas al alza en los datos de inflación subyacente desde la última reunión del BCE «hace que sea improbable un movimiento sorpresa». Por lo tanto, espera que se mantenga el tipo de interés en la próxima reunión. Sin embargo, matiza que «será interesante ver cómo se plantea la decisión», ya que los últimos comentarios de los miembros del BCE sugieren que la mayoría «son partidarios de mantener los tipos en su nivel actual durante un periodo prolongado» y no cabe duda «de que el tono de la decisión reafirmará la intención del BCE de mantener los tipos en un nivel restrictivo durante algún tiempo».
Feather, de todas formas, no tiene claro el modo en que los comunicados plantearán los nuevos riesgos al alza para las perspectivas de inflación derivados de la evolución de los precios de las materias primas, especialmente en el sector energético. «La claridad sobre esta cuestión dará a los inversores una mejor idea de los riesgos a corto plazo para los tipos de interés en la zona euro2, explicó.
En Allianz GI tienen una opinión un tanto distinta. Su director de inversiones global de Renta Fija, Franck Dixmier, espera una pausa en el proceso de subidas de los tipos de interés por parte del BCE en esta reunión de octubre, que, pese a todo, «no será una señal de lo que está por venir, ya que el organismo aún no ha alcanzado el nivel final de su ciclo de subidas de tipos». El experto explica que el BCE aún no puede declarar la victoria sobre la inflación, «como subrayó Lagarde, en la reunión anual del FMI en Marrakech», ya que la inflación subyacente «sigue siendo elevada debido a un bucle salarios-precios que aún no está bajo control», a juicio de Dixmier.
El experto, además, cita a la crisis de Oriente Medio como un acelerante del riesgo de un choque de oferta vinculado a la subida del precio del petróleo y califica de «modestas» las últimas previsiones de inflación del BCE, comunicadas en su reunión del 14 de septiembre, fundamentadas en unos precios del crudo de 82,7 dólares para 2024 y 77,9 dólares para un año después.