La reciente convulsión en la fortaleza del dólar estadounidense es probablemente más que un síntoma, y menos probablemente una causa, de varias turbulencias políticas y económicas en la actualidad de los mercados. Pero, ¿qué significa el rally del dólar para los inversores de renta fija y renta variable asiática?
La crisis financiera de Asia de 1997–98 se cierne como un fantasma sobre cualquier consideración del riesgo divisa de la región. Sin embargo, dada la robusta evolución de las divisas asiáticas desde 1999 ha llegado el momento de reconsiderarlas en un contexto moderno que tenga en cuenta la diversidad de los sistemas monetarios, los ciclos económicos y las distintas fases en las que se encuentran las economías de Asia.
Durante el tercer trimestre, la divisa de Asia con peor evolución fue el won coreano, que se depreció un 4,1% frente al dólar estadounidense. Curiosamente, esta cifra es ligeramente mejor a la de la corona noruega, que pese a registrar el mejor progreso entre todas las divisas del G-10, retrocedió un 4,6% frente al dólar. La rentabilidad de otras monedas asiáticas abarcó desde la subida de un 1% en el renminbi chino a la pérdida del 2,9% en el peso filipino.
Aunque las divisas asiáticas perdieron en el tercer trimestre un 1% de peso en la cesta cotizada frente al dólar, es justo decir que se mantuvieron relativamente estables si lo comparamos con otras divisas. Como ejemplo, las divisas latinoamericanas perdieron un 6% en el mismo periodo. Incluso las divisas tradicionalmente consideradas como valores refugio –el euro, el franco suizo y el yen japonés- perdieron terreno frente al dólar. Esta no es la primera vez que las divisas asiáticas han mostrado resistencia frente a la tensión vista en los mercados más desarrollados. También tuvieron mejor evolución de la esperada durante la crisis financiera de 2008, cuando cedieron un 9% frente al dólar desde junio de ese año a finales de marzo de 2009. Mientras, las divisas latinoamericanas perdían en el mismo periodo un 27% y las divisas ponderadas lo hacían un 14%.
Los inversores en renta variable a menudo prestan poca atención al riesgo divisa dada su pequeña contribución a largo plazo a los retornos totales. Tampoco representa mucho la volatilidad del mercado de divisas con respecto a la volatilidad del mercado en general.
Para los inversores en deuda asiática, las divisas importan más. Al comprar un bono denominado en una moneda extranjera reciben el siguiente mix de retornos: los ingresos del cupón en moneda local, la rentabilidad en moneda local y la rentabilidad sobre el cupón recibido, así como el principal del bono. Los movimientos de las divisas pueden añadir o restar valor al cupón del bono y a la rentabilidad derivada del cambio en el precio del bono.
La tensión entre la rentabilidad del mercado de divisas y el cupón, sumado a la rentabilidad derivada del cambio en el precio del bono, es más austera cuando los mercados están en modo aversión al riesgo. Para los inversores cuya moneda nacional está calificada como ‘divisa segura’ (sobre todo el dólar estadounidense), los rendimientos negativos de depreciación de la moneda local pueden hacer sombra a las rentabilidades positivas de los flujos de efectivo que llegan por el cupón.
Desde la crisis financiera asiática, ¿las divisas de la región han contribuido de forma postiva o negativa al retorno de los bonos? En base a la cesta de divisas ponderadas se han apreciado de media un 1% anual.
Una objeción válida es que el año 1999 es un punto de partida injusto porque eso marcó el final de la crisis financiera asiática. Pero utilizando cualquier momento después de eso, las monedas asiáticas todavía son relativamente estables en comparación con las monedas de otros mercados en desarrollo. En comparación con las monedas de América Latina, las asiáticas han evolucionado de forma modesta, con menos de la mitad de la volatilidad y restricciones del crédito menos severas.
Artículo elaborado por Gerald Hwang, CFA, portfolio Manager de Matthews Asia
Los puntos de vista y la información expuestos suponen una opinión y análisis sobre las condiciones de mercado en un momento específico y son susceptibles de variar. No deben tomarse como una recomendación de compra o venta de un título específico o de los mercados en general. La temática contenida en este texto deriva de varias fuentes que se consideran fiables y precisas en el momento de su compilación. Matthews International Capital Management LLC no acepta ninguna responsabilidad por pérdidas directas o resultantes del uso de esta información. La inversión en mercados internacionales y emergentes puede conllevar riesgos adicionales, como los derivados de inestabilidad política y socio-económica, mercados ilíquidos, fluctuaciones de tipo de cambio, alta volatilidad y normativa limitada. Adicionalmente, los fondos invertidos en un solo país pueden estar sujetos a mayor riesgo de mercado que los fondos diversificados por su concentración en área geográfica determinada. La inversión en pequeñas y medianas empresas conlleva mayor riesgo que la inversión en grandes empresas, puesto que pueden ser más volátiles y menos líquidas que las grandes compañías. Este documento no ha sido revisado ni aprobado por ningún organismo regulatorio.