La descarbonización de una cartera de crédito privada se refiere al proceso de reducir o eliminar la exposición de la cartera a inversiones o activos vinculados a emisiones de carbono o empresas que no están alineadas con objetivos de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático. Así lo sostienen Michael Curtis, director de estrategias de Crédito Privado, Camille McLeod-Salmon, gestora de carteras y Glenn Oliver Anderson, director asociado de estrategia de Inversión Sostenible.
Con mayor volumen de capital hacia los mercados privados, ignorar su huella de carbono podría dejar a los inversores vulnerables a la hora de equilibrar sus ambiciones de descarbonización y los rendimientos financieros ajustados al riesgo para cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
De alguna manera, es más crucial para los prestamistas la gestión del riesgo climático en las carteras de créditos privados, dados los períodos de tenencia normalmente más largos, las restricciones de liquidez y las estrategias de salida más complejas.
Además, es probable que aumenten los incentivos financieros, incluidos los requisitos normativos para que los emisores privados reduzcan las emisiones. A medida que los inversores se comprometan con objetivos de descarbonización de sus carteras, tendrán que ampliar los esfuerzos de descarbonización a los activos privados.
El ciclo de descarbonización del crédito privado
Sin embargo, la tarea también puede ser más compleja. Los emisores de crédito privado suelen ser empresas más pequeñas que sus homólogas del mercado público. Las primeras disponen de recursos limitados para mejorar las normas medioambientales. Se toma como ejemplo la medición de la huella de carbono operativa, normalmente disponible públicamente cuando se invierte en empresas que cotizan en bolsa. Los mismos datos no suelen estar disponibles, son incompletos o incoherentes con las normas internacionales para los emisores corporativos privados. Esta falta de datos puede dificultar que los emisores y prestamistas privados calibren los riesgos climáticos, los integren en la toma de decisiones y midan los progresos.
Para que los inversores puedan abordar esta carencia de datos en su senda de descarbonización, desde Fidelity se analizan este y otros retos a la hora de reducir las emisiones de cartera en el crédito privado, examinándolos en el contexto de clases de activos específicas, incluidas las obligaciones de préstamo garantizadas (CLO), los préstamos apalancados y los préstamos directos.