Todos sabemos que el año pasado fue nefasto para todo el que operase en el mercado: las correlaciones históricas no funcionaron, la inmensa mayoría de activos cayó a plomo y, como consecuencia, los rendimientos históricos de muchas estrategias de inversión se trastocaron. Pero no de todas: “El 2022 fue un año excepcional para las estrategias basadas en el seguimiento de tendencias. Los CTAs fueron la única estrategia alternativa líquida que no solo generaron rentabilidad positiva, sino una rentabilidad muy fuerte”, afirma Guillaume Dermer, responsable de Relaciones con Inversores y socio de Metori, firma al cargo de la gestión de la estrategia Amundi Metori Epsilon Global Trend (antiguo Lyxor Epsilon Global Trend).
Esta es una de las estrategias UCITS alternativas que integran Amundi Alternative and Real Assets, la división de Amundi que ofrece estrategias alternativas ilíquidas y líquidas con formato UCITS. En el caso de las estrategias alternativas líquidas UCITS, la plataforma de Amundi pone a disposición de sus clientes estrategias delegadas a terceras gestoras (partners), muy especializadas. “Son partners de primer nivel, con un largo track record”, aclara Nuria Ortega, directora comercial de Alternativos Líquidos y Real Assets de Amundi Iberia.
Ortega explica que la filosofía que ha seguido la firma para construir la plataforma (heredada de Lyxor tras la adquisición por parte de Amundi en 2020) reside en identificar aquellas estrategias que lo están haciendo mejor en la arena alternativa, aliarse con las gestoras con mayor expertise y llevarlas al formato UCITS con liquidez diaria. Así, han acercado en los últimos años a los inversores europeos estrategias como Tiedemann (arbitraje de fusiones y adquisiciones) o Bridgewater, la firma del legendario Ray Dalio. “Tenemos una gama que cubre muchas estrategias alternativas, y los partners con los que hemos lanzado estos fondos son muy sólidos y con largo track record”, resume Nuria Ortega. “La idea de nuestra plataforma es tener lo mejor de los dos mundos: lo mejor de los hedge funds y lo mejor del mundo UCITS”, añade Ortega.
Características de la estrategia
Siguiendo con esta filosofía, otra de las estrategias que quiere acercar Amundi a más inversores es la de Metori, que gestiona uno de los CTAs sin commodities más importantes del sector cuya versión UCITS responde al nombre de Amundi Metori Epsilon Global Trend.
Hablamos de un fondo multiactivos, que opera vía futuros, cuya cartera es diseñada de forma sistemática a partir de un modelo estadístico creado para captar y seguir las tendencias de precios que estén los mercados en cada momento.
Además, este fondo tiene habilidad para combinar posiciones cortas y largas en función de las tendencias que capte el modelo diseñado por Metori. De hecho, una de las razones por las que este CTA pudo generar alfa el año pasado fue gracias a una posición netamente corta en renta fija, junto con otra posición larga sobre el dólar. “El hecho de poder tener esa flexibilidad permite a la estrategia adaptarse a las condiciones del mercado y extraer el máximo valor tanto en un mercado de subida como en uno de bajada”, describe Ortega.
La estrategia se lanzó en 2011, pero se redefinió su universo de inversión y se cambió su equipo de gestión en 2014; desde esa fecha, ha estado guiada siempre por el mismo equipo con las mismas premisas ya expuestas, y un objetivo de volatilidad del 10%.
Guillaume Dermer recalca que lo importante es que los posicionamientos que dicta el modelo empleado para construir la cartera son puramente sistemáticos, sin dejarse llevar por la naturaleza humana. El objetivo es capturar tendencias que se desarrollen en el medio a largo plazo, de seis a nueve meses aproximadamente. Por ejemplo, el fondo ha tenido un posicionamiento corto en renta fija durante los últimos 18 meses, más o menos desde que la Fed iniciase su ciclo de subidas de tipos. Actualmente, la mayor parte del riesgo está asignado a activos de Norte América, Reino Unido y Europa.
En la parte de renta variable, ahora mismo el fondo presenta un posicionamiento largo, estando la mayor parte del riesgo en Europa, pero también con asignaciones a América y Japón. Y en divisas, el fondo tiene posiciones largas en las divisas del G-10 y está corto en dólares; también está largo en divisas emergentes contra el dólar. En definitiva, el posicionamiento actual de la cartera “está bien equilibrado entre las diferentes clases de activo y bien posicionado para reaccionar a cualquier cambio en los mercados o a cualquier tendencia que pudiera aparecer”, resume Dermer.
Una propuesta de valor diferente
El experto argumenta que es necesario conocer muy bien las características y el funcionamiento de un CTA como este y qué beneficios aporta a una cartera diversificada. Dermer comienza destacando la capacidad de la estrategia para generar retornos similares a la renta variable, con una ratio de Sharpe similar, pero sin ninguna correlación con las clases de activo tradicionales y una correlación baja con otras estrategias alternativas líquidas
Además de la descorrelación, los otros dos elementos que Dermer considera que forman parte de la propuesta de valor de este producto son su capacidad para ofrecer niveles controlados de riesgo y un limitado riesgo de caída. “Sobre el papel es maravilloso: tienes rentabilidad parecida a la de la renta variable, sin correlación y un riesgo bajista más limitado”, indica el experto, que añade que la dificultad que plantean estas estrategias, y que deben tener en cuenta los inversores antes de seleccionarlas, es que “estas estrategias pueden experimentar periodos potencialmente largos en los que no generen rentabilidad”. Es decir, la pérdida por unidad de riesgo acostumbra a ser menor que otras clases de activos, pero pueden permanecer planas durante temporadas, hasta que de repente se origine una nueva tendencia en el mercado que puedan capturar y generar una nueva oleada de rendimientos.
Entonces, ¿cuál es la clave para invertir en un CTA como este? “ No sabemos cuándo llegará la siguiente oleada de rentabilidad, nadie lo sabe. Por esta razón, lo que suelen hacer los inversores en esta estrategia es poner esta inversión dentro de la asignación estratégica de sus carteras”, detalla Dermer. Por tanto, su recomendación para capturar las bondades del Amundi Metori Epsilon Global Trend pasan por que forme parte de forma estructural de las carteras, para poder beneficiarse de su propuesta de valor y diversificación en el largo plazo.