Argumentos a favor de considerar una estrategia CTA como una asignación estructural en una cartera diversificada

Amundi

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Foto cedidaNuria Ortega, directora comercial de Alternativos Líquidos y Real Assets de Amundi Iberia, y Guillaume Dermer, responsable de Relaciones con Inversores y socio de Metori

Autor: Cecilia Prieto

“El 2022 fue un año excepcional para las estrategias basadas en el seguimiento de tendencias. Los CTAs fueron la única estrategia alternativa líquida que no solo generaron rentabilidad positiva, sino una rentabilidad muy fuerte”, afirma Guillaume Dermer, responsable de Relaciones con Inversores y socio de Metori.

El fondo ha tenido un posicionamiento corto en renta fija durante los últimos 18 meses, desde que la Fed iniciase su ciclo de subidas de tipos. Actualmente, la mayor parte del riesgo está asignado a activos de Norte América, Reino Unido y Europa. En la parte de renta variable presenta un posicionamiento largo, estando la mayor parte del riesgo en Europa, pero también con asignaciones a América y Japón.

La estrategia tiene capacidad para generar retornos parecidos a la renta variable, con una ratio de Sharpe similar, pero sin ninguna correlación con las clases de activo tradicionales y una correlación baja con otras estrategias alternativas líquidas.