La reunión de septiembre del BCE ha sido una de las más difíciles de prever para los expertos, pero la decisión final de subir los tipos hasta el 4,5% ha generado reacciones de todo tipo por parte del mercado.
Raphael Thuin, responsable de Estrategias de Mercados de Capitales de Tikehau Capital, reseña varias lecciones de los anuncios realizados por el BCE. El primero es que al subir su tipo de interés oficial en 25 puntos básicos, el BCE está reconociendo la resistencia de la inflación en Europa. Además, esta resistencia se refleja también en las previsiones de inflación para 2024, que han sido revisadas al alza una vez más: el ciclo de desinflación es frágil, y la inflación parece tardar más de lo previsto en bajar. Por último, el organismo revisa a la baja sus previsiones de crecimiento, en consonancia con la ralentización económica observada en Europa en las últimas semanas.
«Aunque el consenso parece ser que el ciclo de subidas de tipos puede estar llegando a su fin, de forma similar a lo que escuchamos tras la anterior reunión del BCE, sigue siendo posible un escenario alternativo y menos optimista: la inflación es sorprendentemente fuerte y resistente, y parece ser estructural. Además, los recientes factores desinflacionistas (precios de los bienes y las materias primas) parecen estar perdiendo fuelle. Así pues, el BCE cumple su palabra y sigue recalibrando su política a la luz de una trayectoria desinflacionista decepcionante», asegura Thuin. Las sucesivas subidas de tipos, según el experto, «nos acercan inexorablemente a la última, y al techo en el que la política monetaria se considerará suficientemente restrictiva. Sin embargo, existe el riesgo de que, a falta de una tendencia a la baja más convincente de los precios, el BCE considere inacabada su batalla contra la inflación, con el riesgo de nuevas subidas de tipos en el horizonte. A este respecto, la evolución de los datos macroeconómicos en las próximas semanas será decisiva».
Para Karsten Junius, economista jefe en J. Safra Sarasin Sustainable AM, los mercados financieros interpretaron la subida de los tipos del BCE como muy dovish y «prevén una primera bajada de tipos de aquí a marzo, con una depreciación del euro de alrededor del 0,5%, dos factores que no ayudan a combatir la inflación». El experto ya temía que se produjera esta reacción, por lo que había pronosticado «una pausa hawkish». Y, aunque el BCE no ha cerrado completamente la puerta a nuevas subidas de tipos, Junios considera que «será difícil volver a abrirla del todo». «Persisten los riesgos de nuevas revisiones a la baja de sus expectativas de crecimiento, lo que hace menos probable otra subida de tipos. Un largo periodo de mantenimiento de los tipos es el camino más probable ahora, durante el cual los mercados se centrarán en el momento de la primera bajada de tipos», concluye.
Konstantin Veit, gestor de carteras en PIMCO, no descarta que el BCE pudiera aumentar aún más los tipos de interés, pero también reconoce que el organismo «ha alcanzado hoy una altitud de crucero» en lo que a tipos de interés se refiere. Ahora, Veit considera que la atención se está desviando «firmemente del nivel preciso de los tipos de interés finales hacia la duración probable de los tipos máximos» y aunque cree que los riesgos siguen estando sesgados hacia posteriores recortes de los tipos de interés oficiales en comparación con las expectativas del mercado, «para que la inflación vuelva a normalizarse plenamente hacia el objetivo del 2%, es probable que se necesite un enfriamiento adicional de la economía y cierta debilidad del mercado laboral».
Dave Chappell, gestor senior de Cartera de Renta Fija para Columbia Threadneedle, interpreta que el banco central espera que la caída de la inflación apoye el consumo a través de una recuperación de los ingresos reales, «pero debe tener cuidado con los efectos retardados de la política monetaria y el estancamiento del crecimiento sobre el desempleo, que por ahora se mantiene en niveles históricamente bajos».
Patrice Gautry, economista jefe de Union Bancaire Privée, admite que el BCE «no ha sorprendido realmente a los mercados subiendo los tipos de interés, sino más bien con algunos comentarios moderados sobre la orientación futura de los tipos» e, implícitamente, «ha dicho implícitamente que los tipos están ahora en su nivel máximo o muy cerca de él». Ahora, para Gautry, la opción de realizar otra subida «depende de la futura inflación subyacente, que sigue siendo la principal preocupación del BCE». No obstante, la probabilidad de que se produzcan nuevas subidas de tipos es cada vez menor, dado el escenario previsto de crecimiento e inflación, según el experto.
Para Robert Scramm-Fuchs, gestor de carteras del equipo de renta variable europea de Janus Henderson Investors, el BCE llevó a cabo «la última subida de los tipos de interés que la mayoría de los mercados bursátiles esperaban, pese a que probablemente la decisión estuvo muy reñida». A juzgar por el lenguaje de la declaración, el experto considera que «deberíamos esperar una larga meseta», en cuanto a tipos de interés y recuerda que, históricamente, parece que a los mercados de renta variable les gusta la última subida de tipos de un ciclo, «tanto si ha seguido una recesión como si no». En este punto, puntualiza que la mayor economía europea, Alemania, ha estado ciertamente al borde de una recesión técnica a lo largo de este año, y la Eurozona en general no ha estado tan lejos de ella. «En este sentido, esto ya no debería sorprender negativamente. Muchos valores cíclicos europeos ya tienen un precio de recesión. En consecuencia, ahora vemos una mejor relación riesgo-recompensa y un terreno fértil para los buscadores de valores europeos».
Mientras, Sebastian Vismara, Senior Macro Economist, de BNY Mellon IM, cree que esta podría ser la última subida de tipos de este ciclo, pero matiza que los riesgos siguen tendiendo al alza a corto plazo. “Pese a la debilidad del crecimiento, la inflación general y las presiones inflacionarias subyacentes, como el crecimiento de los costes laborales unitarios, se mantienen fuertes, y el único mandato del BCE continúa siendo devolver la inflación al 2% lo antes posible”. El experto no anticipa rebajas de tipos hasta, como pronto, la segunda mitad de 2024, “más tarde de lo que prevé el mercado”, pero también considera que, una vez que empiece el ciclo expansivo, “es probable que las rebajas sean más rápidas y amplias de lo que se descuenta ahora mismo”.
Tomasz Wieladek, economista jefe para Europa en T. Rowe Price, es uno de los expertos que ve caídas en los tipos de interés. Explica que en el pasado, el BCE solía recortar los tipos de interés cuando el mercado laboral empezaba a deteriorarse significativamente. «Creo que llegaremos a esa fase en los próximos seis meses aproximadamente. Esto implica un recorte más temprano de lo que actualmente calculan los mercados», por lo que prevé que, una vez que el mercado laboral cambie, «el BCE recortará los tipos de interés de forma significativa el año que viene. Los mercados aún tendrán que valorar más recortes en la curva durante el próximo año en función de la debilidad de los datos en los próximos meses». Y espera consecuencias en la divisa europea, que «dependerá ahora de los datos y seguirá cayendo». Sus previsiones apunta a que los datos seguirán siendo débiles o continuarán deteriorándose en el futuro, por lo que no descarta que el euro caiga hasta 1,05 frente al dólar a finales de año, «a medida que se prevean más recortes».