Los últimos datos de inflación, con un aumento del 0,6% de los precios al consumo en EE.UU. durante el mes de agosto, no es un cambio significativo, pero pone el foco de los expertos en la próxima reunión del FOMC y la posible subida de tasas de interés el próximo 20 de septiembre.
Si bien el aumento del índice se debe principalmente a la suba de los precios de la gasolina, si se excluyen los “volátiles costes de los alimentos y la energía, la inflación subyacente es más suave», con un aumento del 0,3%, “el dato de la inflación retrasará probablemente los recortes de los tipos de interés de la Fed previstos para el próximo año” dijo a Funds Society, Alex Calvo, financial advisor de la red de asesores independientes de Bolton.
Además, el experto no descarta que la autoridad monetaria de EE.UU. lleve a cabo una subida más a finales de año.
En base a estos hechos, para el estratega, “una estrategia prudente sería considerar la posibilidad de mantener bonos corporativos con grado de inversión a medio plazo”.
En palabras de Calvo, este enfoque permite asegurarse unos tipos de interés atractivos y beneficiarse potencialmente de la estabilidad y los ingresos generados por dichos bonos. Siempre teniendo en cuenta la diversificación de la cartera y la consulta constante con los asesores financieros para ajustar la estrategia a los objetivos y tolerancia al riesgo, aclara el experto.
Por otro lado, Balanz asegura que el dato de inflación “no inclina la balanza a una suba en la tasa de política monetaria de la Fed en su reunión del 20 de septiembre”, publicó la firma en LinkedIn.
Según la distribuidora de fondos, varios miembros del comité de política monetaria estuvieron sugiriendo que prefieren esperar antes de accionar otra suba de 25 puntos básicos y el reporte del miércoles no justifica un nuevo ajuste en la tasa de política monetaria.
Sin embargo, para los expertos de Balanz, el foco de la reunión de septiembre estará en la actualización de las proyecciones de los miembros de la Fed, particularmente para actividad y desempleo después de la resiliencia exhibida por la economía estadounidense en los últimos meses.