El «boom» de la inversión minorista desde dispositivos móviles estuvo latente durante 2020 y tras el confinamiento. Desde ese momento, los activos más demandados eran acciones de compañías tecnológicas e incluso criptomonedas para los más arriesgados.
Ahora, la situación económica actual es muy diferente, aunque esta tendencia de inversión continúa fuerte. No obstante, no todas las plataformas digitales son fiables y, en ocasiones, el inversor puede llegar incluso a perder la totalidad de la inversión. Este sería el caso de los chiringuitos financieros. Tal y como los define la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en su página web, son entidades y personas que no están autorizadas para actuar en los mercados de valores ni prestar servicios de inversión previstos en la Ley del Mercado de Valores.
Así, estas entidades no están registradas en la CNMV ni en el Banco de España, y no están adheridos al Fondo de Garantía de Inversiones o de Depósitos, por lo que los inversores no están protegidos en caso de insolvencia.
La CNMV lleva a cabo revisiones constantes y publica los nombres de las nuevas entidades que detecta, así como las de otros países de la Unión Europea (UE) que van registrando los supervisores de los mercados.
“Los chiringuitos financieros son peligrosos porque en la mayoría de los casos la aparente prestación de tales servicios es sólo una tapadera para apropiarse del capital de sus víctimas, haciéndoles creer que están realizando una inversión de alta rentabilidad”, explica la CNMV en una guía publicada en su página web.
El organismo añade que a menudo son estafas “muy elaboradas y con apariencia de credibilidad”, por lo que cualquier inversor es susceptible de caer en ellas. “Es fácil resultar vulnerable ante las promesas de enriquecimiento rápido y sin riesgo de los chiringuitos financieros, que por muy bien construidas que estén, siempre son falsas”, destaca.
Los canales utilizados por los estafadores para contactar con posibles inversores no difieren de los de las entidades autorizadas: llamadas telefónicas, correo postal y electrónico, redes sociales… Por eso, la CNMV avisa de que cuando se trate de productos y servicios financieros, “hay que ser muy precavido con las ofertas e informaciones recibidas, incluso aunque hayan sido solicitadas o consentidas”.
¿Cómo evitar estas estafas?
Aunque cualquier persona sea susceptible de invertir en un chiringuito financiero, hay una serie de consejos que se pueden tener en cuenta a la hora de decidir la plataforma en la que invertir. El primero es verificar que la entidad está autorizada y si esta ha sido objeto de advertencia por parte de la CNMV.
“Adopte una actitud activa. Haga preguntas sobre las características del servicio y de la inversión que se le estén proponiendo. Obtenga información por escrito”, recomienda la CNMV.
Otra de las alertas que destaca la CNMV se da en el momento en el que el inversor muestra su interés por la firma y accede a darles su dinero. “Desconfíe si no le solicitan información: los intermediarios financieros autorizados que le ofrezcan un producto deben evaluar su conveniencia (experiencia y conocimientos) y/o idoneidad (experiencia y conocimientos, situación financiera y objetivos de inversión) a través de un perfil o cuestionario”, explica el organismo, de acuerdo con la legislación vigente.
Algunas de las señales de alarma que pueden dar una pista de que el inversor ha caído en las redes de algún chiringuito financiero son las llamadas o correos inesperados, la urgencia de la inversión, las bonificaciones de entrada y los esquemas piramidales, que invitan al cliente a que capte otros potenciales usuarios.
A esto se podría sumar una presión psicológica tendente a que adopte una decisión inmediata o incluso la mención o el uso del logo de la CNMV. La promesa de unas altas rentabilidades sin riesgo son otra de las señas más comunes en este tipo de entidades.
Los beneficios de contar con un asesor financiero
La escasa fiabilidad de algunas de las plataformas de inversión, unida a la incertidumbre sobre la economía global, hace que contar con un asesor financiero sea ahora más necesario que nunca.
“La incertidumbre en la que nos encontramos hace imprescindible un asesoramiento financiero más profesionalizado, como el que ofrecemos en MAPFRE Gestión Patrimonial. Es algo que nuestros clientes valoran”, destaca Miguel Ángel Segura, director general de Mapfre Inversión.
Además, explicar las características de los productos y los riesgos a los que se enfrenta el inversor se vuelve vital, y es algo que los chiringuitos financieros suelen ocultar. La protección del cliente es una prioridad para Mapfre.
La cercanía resulta vital en estos casos, por lo que MGP sigue expandiéndose y abriendo oficinas por todo el territorio. Actualmente, la unidad de Mapfre que ofrece asesoramiento financiero está presente en Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Sevilla, Zaragoza, Palma de Mallorca y Málaga.