El Índice de Confianza de los Consumidores descendió en agosto hasta 106,1 frente a los 114,0 de julio, que habían sido revisados a la baja, según el índice de The Conference Board.
Además, el índice de situación actual, basado en la valoración de los consumidores de las condiciones actuales del mercado laboral y empresarial, descendió de 153,0 a 144,8.
El Índice de Expectativas, basado en las perspectivas a corto plazo de los consumidores sobre la situación de los ingresos, la actividad empresarial y el mercado de trabajo descendió hasta 80,2 en agosto, invirtiendo la fuerte subida de julio hasta 88,0.
Las expectativas se situaron un poco por encima de 80 en agosto y las expectativas se situaron apenas por encima de 80, el nivel que históricamente indica una recesión en el próximo año, agrega el comunicado.
Aunque los temores de los consumidores a una recesión inminente siguieron retrocediendo, “aún prevemos que es probable que se produzca una antes de fin de año”, dice el análisis.
«La decepcionante cifra de agosto refleja caídas tanto en el índice de situación actual como en el de expectativas. Las respuestas escritas mostraron que los consumidores volvían a estar preocupados por el aumento de los precios en general, y de los alimentos y la gasolina en particular. El retroceso en la confianza de los consumidores fue evidente en todos los grupos de edad, y más notable entre los consumidores con ingresos familiares de 100.000 dólares o más, así como entre los que ganan menos de 50.000 dólares. La confianza se mantuvo relativamente estable entre los consumidores con ingresos de entre 50.000 y 99.999 dólares», declaró Dana Peterson, economista jefe de The Conference Board.
Según Peterson “las valoraciones de la situación actual descendieron en agosto por el retroceso del optimismo en torno a las condiciones de empleo: menos consumidores dijeron que los empleos son abundantes y más dijeron que los empleos son difíciles de conseguir”.
Los datos concretos confirman que el aumento del empleo se ha ralentizado, que los incrementos salariales globales son menos generosos que hace un año y que el número medio de semanas de desempleo va en aumento.
Por otro lado, en agosto, “la situación de las empresas apenas varió con respecto a julio, pero siguió siendo algo inferior a la de junio. Cuando se preguntó por la situación económica actual de la familia (una medida no incluida en el cálculo del Índice de Situación Actual), el porcentaje de encuestados que citaron una situación ‘buena’ descendió, y el de los que citaron una situación mala aumentó, lo que indica preocupación por la situación económica actual de la familia», dice el resumen del informe.
La proporción de consumidores que afirman que la recesión es «algo» o «muy probable» descendió de nuevo en agosto, pero sigue siendo elevada (69,0%).
Es probable que estos datos reflejen la incertidumbre actual, dada la mezcla de planes de compra. Sobre la base de una media móvil de seis meses, los planes de compra de automóviles y electrodomésticos siguieron tendiendo al alza, pero los planes de compra de viviendas -más en consonancia con la subida de los tipos de interés siguieron tendiendo a la baja.
“A pesar de la caída de la confianza general, los planes de los consumidores para irse de vacaciones, especialmente al extranjero, aumentaron en el mes y superaron ligeramente las lecturas de agosto de 2022, lo que sugiere una inclinación continua por el gasto en servicios», concluye el informe.