James Swanson, estratega jefe de Inversiones en MFS, ha estado hablando de un contexto de mejora de los fundamentales, en particular para el ciclo económico de Estados Unidos. “Hemos estado viendo cómo caían las peticiones de subsidio de desempleo, al tiempo que aumentaba el crecimiento de empleo nuevo en una amplia gama de sectores de la economía, crecían las inversiones de de capital y aumentaba el peso de las exportaciones de Estados Unidos. También subía la recaudación de impuestos, se contraía el déficit federal, mientras el comportamiento de los consumidores se ha mantenido estable”.
Sin embargo, la semana pasada recibimos nuevas pinceladas de información que arrojaron una nube sobre esa perspectiva relativamente soleada. En su último comentario, publicado en su blog «On The Lookout», James Swanson comenta sobre estos datos:
Disparos de advertencia
En primer lugar, las ventas minoristas en septiembre bajaron, sin razón aparente, en todos los ámbitos, incluso en las ventas de automóviles. En segundo lugar, el índice manufacturero Empire State de la región de Nueva York se invirtió dramáticamente, que es la evidencia más reciente de que la producción de la economía estadounidense cuenta con números más débiles. Yo diría que éstos son disparos de advertencia.
Sin embargo, el día después de esos informes, el promedio de cuatro semanas de las solicitudes de subsidios de desempleo caía hasta niveles no vistos desde junio de 2000, y la producción industrial sorprendía al alza, llevando la utilización de la capacidad hacia el 80%, que se considera “capacidad plena.” Para coronar la semana, la confianza del consumidor subía hasta un nuevo máximo. Vamos a analizar lo que está pasando.
Una de las razones para la caída de las ventas minoristas podría ser un mini-ciclo dentro del sector de consumo, como ya hemos visto antes durante esta prolongada recuperación. Pero con nuevas contrataciones laborales y alguna señal de salarios más altos, a mí me parece un poco inverosímil. No podemos concluir, tan solo a partir de este informe que la expansión de Estados Unidos está empezando a decaer.
Sin embargo, hay otras preocupaciones llamando a la puerta del ciclo. Europa se tambalea al borde de la recesión y los problemas de China continúan acaparando los titulares. Ya sean justificados o no, los temores sobre el brote del virus ébola podrían perjudicar a la actividad empresarial, sobre todo ahora que se han reportado varios casos en Texas. Y también hay preocupaciones geopolíticas, entre ellas los militantes del Estado Islámico entrando en Bagdad y las sanciones contra Rusia que podrían repercutir adversamente en la economía alemana.
Mirando el lado positivo, ya ha comenzado la temporada de publicación de resultados, y por ahora, los informes del tercer trimestre que han ido llegando son mejores de lo esperado. Normalmente, en un entorno con tales fundamentos positivos, me centraría en la tendencia actual de crecimiento de los beneficios.
En este momento, sin embargo, tenemos otras fuentes de incertidumbre, y estos pueden ser más difíciles de modelar. Puede ser el momento de dar un paso atrás.
Temporada de esquí
Soy esquiador, por lo tanto, para los inversores con dinero nuevo usaré una analogía que otros esquiadores podrán apreciar. Yo creo que durante este ciclo, llegaremos a la cima de la montaña. Aún no estamos allí, pero los síntomas del mal de altura ya están apareciendo. Estoy empezando a notar los síntomas de vértigo, el mareo, la desorientación y la incertidumbre que muchos de nosotros experimentamos a tales alturas.
En esta situación, sugiero que los esquiadores novatos eviten bajar por las pistas de negras para expertos, incluso por las azules o rojas intermedias. Durante el próximo mes, o próximos dos meses, hasta que tengamos más información, quédese en las verdes donde se sienta cómodo, junto con los otros principiantes.
En última instancia, creo que el ciclo económico de Estados Unidos triunfará, porque los fundamentos generales siguen siendo muy potentes. Los flujos de caja están aumentando y las tasas de interés están cayendo. Ahora tenemos un rendimiento del Tesoro a 10 años cercano al 2%. Si bien esto podría ser una señal de un crecimiento más lento, también significa que el coste de capital es menor, lo cual es una ventaja.
Los precios del petróleo y de la gasolina continúan bajando, otra bendición para los consumidores y los fabricantes, mientras que la fortaleza del dólar va en aumento. Aunque esto puede llegar a ser temporal, la evidencia a lo largo de la historia reciente es que un dólar más fuerte ha ayudado al consumidor de Estados Unidos, al reducir los costos de la energía y los precios de algunos productos básicos.
Mientras tanto, existen motivos para el último brote de debilidad, y creo que tenemos que tomar en serio estas preocupaciones.
James Swanson es estratega jefe de Inversiones de MFS.