En la actual era digital, la inteligencia artificial (IA) ha emergido como una tecnología transformadora con el potencial de revolucionar todas las industrias. Detrás de sus grandes avances se encuentra una infraestructura robusta que asienta los cimientos necesarios para el desarrollo y despliegue de los modelos existentes de IA, junto al procesamiento de todos los datos necesarios para su desarrollo.
Actualmente, el término «IA» engloba diversas tecnologías y todas ellas necesitan grandes cantidades de datos y una potencia de procesamiento significativa para capacitar y ejecutar sus modelos. Por ejemplo, el modelo de aprendizaje automático con el que se ejecuta ChatGPT se entrenó con 45 terabytes (TB) de datos de texto, lo que equivale a 1 millón de metros de espacio en una estantería. Por tanto, el verdadero poder de la IA generativa reside en su capacidad para convertir estos datos en una herramienta útil para empresas y usuarios. Por eso, el gasto en esta área irá ganando cada vez más protagonismo. Tal es así que, del total del volumen de gasto relacionado con la IA, se espera que la parte dedicada a infraestructura y servicios en la nube aumente del 50% actual a casi el 60%, lo que refleja la naturaleza de uso intensivo de datos de los futuros modelos.
Supremacía de los semiconductores en la esfera internacional
Conforme el universo de la inteligencia artificial vaya creciendo, ganarán importancia todos aquellos sistemas que sean capaces de canalizar y llevar a “buen puerto” los datos necesarios para ejecutar todos los modelos de IA. Aquí es donde la industria de los semiconductores está ganando un mayor protagonismo.
Los semiconductores son la base tecnológica que permite que los datos sean procesados y analizados de manera eficiente y efectiva. Es decir, podríamos definirlos como la gran autopista de la IA. Su capacidad para realizar cálculos complejos y manejar grandes conjuntos de datos desempeña un papel clave en el funcionamiento y el rendimiento de los sistemas de IA. Por ello, desde Allianz Global Investors creemos que, dado que la IA generativa está cambiando fundamentalmente el panorama tecnológico a un ritmo sin precedentes, los fabricantes de semiconductores y componentes deberían beneficiarse. Además, muchas empresas de software han lanzado módulos de IA generativa que ayudan a los clientes a automatizar tareas hasta ahora rutinarias y a generar nuevas y valiosas perspectivas a partir de sus datos.
Por otro lado, muchos países han empezado a prestarle una atención superlativa a esta industria. De hecho, algunos están tratando de ser más autosuficientes en cuanto a la producción de semiconductores. Dado el carácter crítico de los chips y otros componentes para garantizar el éxito tecnológico, los países están tratando de aumentar la producción interna y reconfigurar las cadenas de suministro para reducir su dependencia externa. Como muestra el siguiente gráfico, la demanda de semiconductores ha superado históricamente la oferta nacional en los principales países. Estados Unidos destinará 280.000 millones de dólares a la fabricación e investigación de chips en los próximos 10 años, mientras que China está preparando un programa de apoyo de 145.000 millones de dólares y la Unión Europea ha aprobado su propia Ley de Chips, dotada con 43.000 millones de euros.
Como conclusión, el impacto de la inteligencia artificial (IA) será mayor que el de internet y todas las industrias relacionadas con ella, como la de la infraestructura de datos o de semiconductores se verán beneficiadas. Desde Allianz Global Investor tomamos partido en esta revolución a través del Allianz Global Artificial Intelligence, un fondo pionero en este universo que identifica a los próximos líderes de la innovación en IA que ofrecen atractivas oportunidades de crecimiento a largo plazo.
Tribuna elaborada por Sebastian Thomas, gestor del fondo Allianz Global Artificial Intelligence.