Didier Saint-George, miembro del comité de inversión de Carmignac Gestion, tiene claras las ventajas de utilizar los fondos mixtos y ve normal que los inversores estén mostrando ahora, en este entorno de volatilidad y tipos de interés bajo mínimos, un gran interés por vehículos como su Patrimoine. “Los inversores intuyen que usando productos con capacidad para invertir en todas las clases de activos y todas las regiones del mundo, tendrán mayores oportunidades de obtener resultados positivos a largo plazo”, comenta, en esta entrevista con Funds Society.
Pero, a pesar de esas dificultades para encontrar rentabilidad, desde la entidad afrontan la gestión del Carmignac Patrimoine con prudencia, buscando apreciación pero también preservación del capital: así, la partida de renta variable se invierte en su mayoría en acciones de calidad, siempre con coberturas, la deuda es abundante en la cartera y optan por tener importantes activos en dólares. Porque, en general, hay preocupación por la evolución de la zona euro y no creen que el BCE garantice, por sí solo, la recuperación. “Tenemos más confianza en EE.UU. y en algunos mercados emergentes con sólidos fundamentales, como México y la India”, asegura el experto en la entrevista que se reproduce a continuación.
Los fondos mixtos están ahora muy de moda en mercados como España. ¿Qué buscan los inversores en este tipo de productos?
Es comprensible que los inversores estén preocupados por el futuro de sus ahorros en los próximos años. Intuyen, y con acierto, que usando productos con capacidad para invertir en todas las clases de activos y todas las regiones del mundo, tendrán mayores oportunidades de obtener resultados positivos a largo plazo. Básicamente, consiste en «delegar» en un gestor de fondos la decisión de dónde y cómo invertir sus ahorros. Así, la cuestión reside en la calidad del trabajo del gestor. Cualquier fondo mixto de calidad debería ser capaz TANTO de registrar un buen comportamiento a largo plazo COMO de proteger el capital de los inversores en caso de que se diera una drástica corrección en los mercados. Históricamente, pocos fondos mixtos han podido lograr ambos objetivos.
Con los tipos de interés en mínimos históricos… ¿han terminado las oportunidades en renta fija? ¿Es necesario moverse hacia posiciones de mayor riesgo para asegurar rentabilidad?
Claramente, los tipos de interés han caído mucho, lo que refleja que el potencial de obtener rentabilidad en el futuro es considerablemente más bajo de lo que lo era hace dos o tres años, especialmente en EE.UU., aunque en menor medida también en Europa. Quedan sólo algunos nichos en el universo de renta fija que aún conservan valor, como algunos bonos emitidos por entidades bancarias europeas, ciertos títulos de deuda pública emergente… y aquí es donde concentramos nuestras inversiones en renta fija.
¿Cómo es el asset allocation actualmente en el Carmignac Patrimoine?
Hoy en día, la asignación de Carmignac Patrimoine es bastante prudente. La partida de renta variable se invierte en su mayoría en acciones de calidad, con muy poca exposición al ciclo económico, ya sea en Europa o en EE.UU. Además, esta asignación está parcialmente protegida por instrumentos de cobertura que nos cubrirían ante el caso de que se registren ventas generalizadas en los mercados de las economías más cíclicas, como la de la zona del euro o Corea. Al mismo tiempo, estamos posicionados en una selección de instrumentos de deuda europeos y emergentes con rentabilidades aceptables. Por último, contamos con una gran parte de activos denominados en dólares, también como herramienta de gestión del riesgo.
¿Qué posición y visión tiene sobre los mercados de deuda periféricos europeos? ¿Ya no queda valor?
De nuevo, aquí la selección es esencial. Por ejemplo, la deuda pública irlandesa a corto plazo, que ahora cotiza a un tipo real negativo, carece de valor. En cambio, en un contexto en el que es probable que la inflación se mantenga en niveles muy bajos y la liquidez alta, ganar 150 puntos básicos en bonos italianos sobre los bonos alemanes es una opción atractiva.
Por geografías… por qué mercados apuestan principalmente? Y ¿cómo influyen los distintos caminos de los bancos centrales en EE.UU. y Europa en ese asset allocation geográfico?
Estamos preocupados por la zona del euro. La demanda interna no se está recuperando y el impulso de la demanda externa está ahora expuesto a la ralentización de la economía mundial. Esto es negativo para una región que necesita crecimiento económico y una inflación suficiente para mantener la deuda pública en niveles sostenibles. Por este motivo, las únicas acciones europeas que tenemos en nuestros fondos globales son acciones de crecimiento internacional que, en nuestra opinión, no se verán perjudicadas por los problemas en Europa, e incluso podrían beneficiarse de la depreciación del euro. Tenemos más confianza en EE.UU. y en algunos mercados emergentes con sólidos fundamentales, como México y la India.
¿Es el BCE un importante apoyo para los mercados europeos mientras la Fed perjudicará a los estadounidenses o es esta desconexión una visión demasiado simplista?
La Fed ha hecho mucho para apoyar a los mercados estadounidenses como parte de su plan: crear un efecto riqueza para que se trasladara a la economía real. Sin embargo, unas condiciones extremadamente acomodaticias podrían traducirse, en última instancia, en excesos, por lo que la Fed está ahora en apuros: estaría justificado dar un paso hacia la normalización—con el fin de evitar la creación de un riesgo excesivo en los mercados financieros—, pero la recuperación económica estadounidense sigue siendo frágil y sigue precisando ayuda. El riesgo de mercado es que la Fed cometa el error de retirar su apoyo demasiado pronto. En Europa, el BCE no ha hecho lo suficiente para compensar los duros regímenes de austeridad impuestos a los países periféricos de la región. Y, ahora que los gobiernos no tienen margen presupuestario, el BCE está preparado para asumir su parte, pero la economía de la zona del euro avanza a un ritmo tan lento que el éxito del plan no está en absoluto garantizado. Alemania es el único país de la zona del euro con capacidad presupuestaria, pero no quiere hacer uso de ésta para relanzar la economía de la región. El riesgo reside en que los mercados se den cuenta de que el BCE solo no puede revertir el ciclo económico europeo.
¿Se mantendrán los bancos centrales más coordinados de lo que dejan ver o asistiremos a una guerra de divisas?
A estas alturas, es difícil imaginar al BCE entrando en una guerra de divisas. No es, para nada, su forma de actuar. Sin embargo, aún tiene en la recámara el arma clave que puede usar en este momento: aumentar su balance comprando activos financieros. Esto supondría acercarse a las políticas de relajación cuantitativa. Al mismo tiempo, la preocupación sobre las perspectivas de crecimiento de la zona del euro podría hacer que los flujos de inversión internacionales se trasladasen a regiones con más potencial. En ese caso, el euro se depreciaría notablemente. Para prepararnos ante esta posibilidad, Carmignac Patrimoine tiene actualmente una amplia exposición al dólar estadounidense.
¿Qué visión tiene sobre los mercados emergentes?
Los mercados emergentes siempre han sido muy sensibles al crecimiento mundial. Así, es difícil apostar de manera contundente por los mercados emergentes en la coyuntura actual. No obstante, lo que ha cambiado desde hace un año es que algunos países han realizado avances tangibles que han mejorado su situación. En México y en la India, las reformas políticas han transformado radicalmente sus perspectivas económicas. Las reformas estructurales, evitadas durante años, por fin se están empezando a aplicar. Y, así, amplios sectores de estas economías se beneficiarán de estas reformas. Por lo tanto, hoy en día no es necesario realizar una apuesta marcadamente alcista en los mercados emergentes para encontrar oportunidades de inversión muy interesantes.