En Europa, sólo un 18% de los ciudadanos europeos tiene un alto nivel de cultura financiera. Así lo ha mostrado el Monitor de Cultura Financiera de la Unión Europea, elaborado por la Comisión Europea. El 64% de los encuestados tiene un nivel medio y el 18% restante, un nivel bajo. Cabe destacar que sólo en cuatro estados miembros -que representan más de una cuarta parte de los ciudadanos- tienen un alto nivel de conocimientos financieros. Estos son Países Bajos, Dinamarca, Suecia y Eslovenia.
Asimismo, el estudio muestra que existe una mayor necesidad de conocimiento en lo que respecta a educación financiera en mujeres, jóvenes, personas con ingresos menores y con menor nivel de educación general, que tienden a tener, por término medio, menos conocimientos financieros que otros grupos.
Es destacable que, de las cinco preguntas lanzadas en la encuesta, solamente una cuarta parte de los encuestados supo responder de forma correcta al menos cuatro. La mitad sólo contestó correctamente dos o tres preguntas y otra cuarta parte encontró las preguntas particularmente difíciles.
Los mejores resultados se registraron en Países Bajos, Dinamarca, Finlandia y Estonia. En estos, cuatro de cada diez encuestados mostraron un alto nivel de conocimientos financieros.
Conocimientos financieros, la asignatura pendiente
En lo referido a conocimientos financieros, la mayoría de los encuestados (65%) comprende el impacto de la inflación y sus posibles consecuencias sobre el poder adquisitivo. Sólo el 45% de los encuestados entiende cómo funciona el interés compuesto, a pesar de la importancia de este concepto para la gestión de las finanzas personales y la consecución de los objetivos de ahorro a largo plazo.
Con respecto a la comprensión de los riesgos de inversión, el 66% de los encuestados asocia correctamente una mayor rentabilidad con mayores riesgos, mientras que el 56% identifica correctamente que invertir en una gama diversa de empresas es probablemente menos arriesgado que invertir en una sola empresa. Por último, sólo el 20% de los encuestados demuestra comprender cómo afectan los tipos de interés a los precios de los bonos.
Comportamiento financiero
Alrededor de nueve de cada diez encuestados en toda la UE están de acuerdo en que, antes de comprar algo, se plantean si pueden permitírselo (el 51% está «totalmente de acuerdo» y el 41% «algo de acuerdo» con esta afirmación). Una proporción similar de encuestados está de acuerdo en que lleva la cuenta y controla sus gastos (49% «totalmente de acuerdo» y 43% «algo de acuerdo»).
Aproximadamente siete de cada diez encuestados están de acuerdo en que fijan objetivos financieros a largo plazo y se esfuerzan por alcanzarlos (21% «totalmente de acuerdo» y 50% «algo de acuerdo»).
Servicios financieros digitales
Alrededor de tres cuartas partes de los encuestados de toda la UE afirman sentirse cómodos con el uso de servicios financieros digitales, como la banca en línea o los pagos por móvil; el 36% responde sentirse «muy cómodo» y el 41% «algo cómodo». Esta cifra supera el 60% en todos los Estados miembros, y es la más alta en Finlandia (95%).
Consejos de inversión recibidos de un banco, una aseguradora o un asesor financiero
Aproximadamente, uno de cada tres europeos confía en los consejos de inversión que recibe. Sólo el 38 % de los encuestados de la UE confía en que el asesoramiento en materia de inversión que recibe de su banco, aseguradora o asesor financiero redunde principalmente en su propio beneficio: el 45 % declara explícitamente que no confía en él.
No obstante, el nivel de confianza en el asesoramiento varía considerablemente entre los estados miembros: los ciudadanos de Finlandia (59 %), Chequia (54 %) y Dinamarca (47%) confían más en el asesoramiento recibido; los ciudadanos de Chipre (20 %), Grecia (21 %) y Letonia (24 %) confían mucho menos.
Resistencia financiera e inclusión
En toda la UE, el 46% de los encuestados responde que tiene, o ha tenido en los últimos dos años, un seguro no de vida, como un seguro del hogar o un seguro del automóvil. El 31% declara poseer un seguro de vida. Aproximadamente, una cuarta parte de los encuestados (24%) responde lo mismo sobre un producto de inversión (fondos, acciones u obligaciones) y el 22% sobre un producto privado de pensión o jubilación.
Uno de cada cinco encuestados responde que tiene (o, en los dos últimos años, ha tenido) una hipoteca o un préstamo hipotecario y el 14% responde lo mismo sobre un préstamo al consumo. Por último, el 6% responde que tiene criptomonedas.
A la pregunta de cuánto tiempo podrían seguir cubriendo sus gastos de subsistencia, sin pedir dinero prestado ni mudarse de casa, en caso de perder su principal fuente de ingresos, un tercio de los encuestados (33%) responde que serían seis meses o más, seguidos de un 18% que afirma que serían entre tres y seis meses. Sin embargo, el 16% de los encuestados afirma no tener ningún ahorro de emergencia.
La mayoría de los encuestados en toda la UE se sienten «no demasiado seguros» (32%) o «nada seguros» (22%) acerca de disponer de dinero suficiente para vivir cómodamente durante sus años de jubilación.