En la actualidad, los mercados están dominados por la política monetaria, y en general el entorno es complicado. Los bancos centrales están actuando más por razones políticas, como en el caso del BCE, o académicas, como en el caso de la Fed, que económicas, aunque a la larga, deberemos tender a un estado más normal en los tipos de interés. ¿Qué efecto tiene esto en los mercados emergentes? Robert J. Horrocks, CIO y portfolio manager de Matthews Asia, cree que en un entorno así lo mejor es posicionarse en mercados que sean independientes de la evolución de la demanda en Europa y EE.UU. “Así, los mercados asiáticos más enfocados y sensibles al consumo doméstico pueden ser un lugar atractivo para invertir”.
En una comida para un reducido grupo de inversores en Miami, Horrocks señala cómo, en general, los mercados asiáticos han sido los que más han avanzado en mejorar su PIB per capita relativo al de EE.UU. en los últimos 30 años. Países como Corea del Sur han pasado de tener un PIB per capita que era un 20% del de EE.UU. en 1980, a estar ahora (año 2010) muy cerca del 80%. El avance relativo es también espectacular para Taiwán, y muy notable en el caso de China o Tailandia. “El secreto de estos mercados es simple, trabajar muy duro y ahorrar, así es como estos países han llegado donde están ahora”. Asia es, según apunta Horrocks, una historia de productividad y consumo doméstico. De hecho, la productividad aporta casi 3 puntos porcentuales al crecimiento del PIB en países como China, a pesar de la subida salarial, “que no está afectando a los beneficios ya que los trabajadores son cada vez más productivos y están ayudando así a que el PIB del país pueda mantener un crecimiento del 7% sin ayuda del sector exterior”.
Sin embargo, la región no ha tenido un comportamiento bursátil destacado durante los últimos años. Mientras en EE.UU. los márgenes empresariales no han hecho otra cosa que mejorar, en Asia han caído desde una media del 9,84% para el margen EBIT en el periodo 2001-2008, hasta un margen EBIT del 7,60% en el periodo 2009-2014. “El estrechamiento de márgenes es la razón principal por la que los mercados asiáticos se han comportado peor, aunque en el último año se ha registrado una estabilización, con lo que el crecimiento del beneficio por acción de la región se está equiparando al del mundo desarrollado.
Esto, unido a una valoración atractiva en términos absolutos (según el consenso, China cotiza a un PER estimado 2014 de 9,7x) y sobre todo relativos (EE.UU. cotiza a 15,7x según este mismo ratio) y a la implantación de gobiernos reformistas en China, India y Japón, apoyan el caso de inversión en la región pero sobre todo Asia es “una historia de consumo doméstico y de auge de la clase media”.
Si se pone en un contexto histórico el PIB per capita actual de varios países asiáticos, las conclusiones son rotundas. Hay un número significativo de países que tienen un PIB per capita equivalente al que disfrutaba EE.UU. en el siglo XIX, por ejemplo India, Filipinas, Vietnam o Pakistán. Por mucho que haya avanzado China en los últimos años, siguen donde estaba EE.UU. en la década de 1950 en términos de PIB per capita, mientras Tailandia y Malasia no están mucho mejor y tienen que pasar todavía por el boom de los electrodomésticos, el turismo y el consumo de masas. Los mercados más desarrollados como Corea y Taiwán todavía están en los años 1980; solo Singapur y Hong Kong han conseguido posicionarse a las puertas del siglo XXI.
Según los mercados asiáticos vayan equiparándose a los desarrollados, “a base de trabajar mucho y ahorrar”, como apuntaba Horrocks al inicio de esta conversación, se abre una “inmensa oportunidad para las empresas que sepan explotar el auge del consumo de la clase media”. Las previsiones presentadas por Horrocks señalan que en 2015, el consumo de la clase media en Asia Pacífico representará un 30% sobre el total global. Este porcentaje se elevará al 70% en 2040, en detrimento de Europa y Norteamérica.
Para posicionarse ante este fenómeno, el equipo de Horrocks analiza qué tamaño tienen determinados sectores e incluso empresas individuales de consumo en EE.UU. en la actualidad, como una estimación de dónde pueden llegar sus pares en Asia dentro de unos años. “Por ejemplo, hemos identificado que los modelos de negocio de cadenas de comida rápida tienen un potencial increíble en la región, mientras las cadenas de restaurantes no tienen tanta proyección. Otro sector en el que definitivamente queremos estar presentes de cara al futuro es el de los seguros”. Una vez identificado un sector o modelo de negocio “lo contrastamos con las empresas disponibles para invertir en la región”, añade Jonathan D. Schuman, director de Desarrollo de Negocio Global de Mathews Asia que acompaña a Horrocks en la presentación. “Así, otro de los sectores que más nos gustan es el de la sanidad, pero hay muy pocas empresas en las que es posible invertir en Asia en este tema por lo que estamos muy sobreponderados en relación al índice.”
“Tenemos muy presente que cuando la clase media emerge, empieza a consumir no solo productos, sino sobre todo intangibles, por eso vemos la inmensa oportunidad que hay a largo plazo en sectores como los seguros y la sanidad, citados anteriormente”, añade Horrocks.
El director de inversiones de la firma concluye haciendo una llamada de atención a la creciente importancia de los dividendos como parte de la rentabilidad de un portafolio invertido en Asia. “Nos gustan las empresas que reparten dividendos crecientes, no solo el rendimiento adicional que aportan a la inversión, sino porque en un mercado que adolece de un gobierno corporativo cuestionable y opaco, las empresas que tienen el compromiso de repartir dividendos por fuerza son más transparentes en sus cuentas”, concluye Horrocks.