Comprender cómo las nuevas generaciones se comunican, consumen y cuál es su relación con el entorno es uno de los grandes desafíos actuales. Pero, ¿qué hay de su bienestar financiero?, ¿cómo son sus hábitos?, ¿consiguen llenar su hucha y evitar endeudarse?
Generalmente, los jóvenes españoles de entre 11 y 26 años se mueven cómodamente en el corto plazo. Esta es una de las principales conclusiones del Financial Wellness Index (FWI), elaborado por Advantere School of Management para el banco online N26, con el objetivo de determinar el bienestar financiero de la sociedad española. Y es que, los llamados “Generación Z” o “Centennials” no gestionan sus ahorros a largo plazo sino, más bien, sobrellevan el día a día.
Si se compara con el resto de generaciones, los jóvenes españoles son los que tienen menos claros sus objetivos a largo plazo, además de un menor promedio de ahorro disponible: ahorran cerca del 12% de sus ingresos mensuales a final de mes y sus preocupaciones giran en torno a temas como el aumento de los precios en comestibles, la electricidad y el gas, el transporte o el alquiler.
Según Daniel Lappas, director general para DACH y Europa del Norte de N26, esta falta de reservas financieras se debe al mayor coste de la vida, pero también a que, a diferencia de anteriores generaciones, el impacto que han tenido en sus vidas las diferentes crisis económicas y sanitarias de los últimos años ha sido notable. Este futuro incierto les dificulta la planificación financiera a largo plazo, por lo que priorizan sus ahorros a situaciones de emergencia; pero no lo hacen, por ejemplo, para su jubilación, a la que destinan menos del 16% de sus ahorros.
Desde Advantere School of Management, sostienen, a su vez, que sus hábitos de consumo y ahorro están desequilibrados en comparación con los millennials, la Generación X o los baby boomers. “Presentan la menor puntuación cuando medimos el tiempo que pueden mantenerse económicamente sin recurrir al endeudamiento”, indica Emilio Llorente, profesor de Finanzas Cuantitativas y coordinador de la investigación del FWI por parte de Advantere School of Management. Esto significa que, si sus ingresos se redujeran en un tercio, tendrían menor capacidad para cubrir todos sus gastos sin necesidad de endeudarse.
Sin embargo, a pesar del contexto actual, la Generación Z tiene en su mano la oportunidad de dar un vuelco a su situación financiera ya que es la primera generación que ha crecido en un mundo totalmente digitalizado, lo que les permite desenvolverse fácil e intuitivamente en estos espacios, así como implantar nuevas normas a la hora de gestionar sus finanzas. “En comparación con las generaciones anteriores, muestran un mayor interés por mejorar sus conocimientos y habilidades financieras, y prefieren hacerlo de forma independiente y sin la ayuda de los clásicos asesores financieros”, considera el director general para DACH y Europa del Norte de N26.
Tendencias, por generaciones, en la gestión de finanzas
- Gen Z – Centennials (1997 a 2012)
Como nativos digitales, son superiores a cualquier otra generación en lo que se refiere al uso de la tecnología. Hacen uso de las herramientas digitales para gestionar su economía personal. Además, muestran un mayor interés por mejorar sus conocimientos y habilidades financieras. Son cada vez más creativos a la hora de gestionar su dinero. Esta generación suele estar más motivada por la independencia y el aumento de su poder adquisitivo. Cabe destacar que tienen grandes dificultades para planificar a largo plazo.
- Gen Y – Millenials (1981 a 1996)
Los millennials de más edad suelen tener una mentalidad más ahorradora o planificadora. Su salario bruto es el que más ha cambiado en los últimos 12 meses, por lo que consideran que su fuente principal de ingresos no es “recurrente o fiable”. Esta generación es la que, con mayor frecuencia, se queda hasta 3 veces al año sin dinero a final de mes para alimentos u otros gastos regulares, como la electricidad, el agua o teléfono móvil. Asimismo, tienen mayores dificultades para afrontar en este momento el pago de las facturas y compromisos de crédito.
- Gen X (1965 a 1980)
En los últimos 12 meses su salario bruto no ha variado mucho (más de un 25% asegura que, como máximo, ha fluctuado un 2,2%). No obstante, la mitad de las veces su sueldo les permite hacer las cosas que quieren y disfrutar de la vida. Esta generación puede ahorrar a final de mes entre un 4,4% y un 8,8% de sus ingresos mensuales. Además, reconocen, junto a la Generación Z, que son los que más invierten en educación (ya sea propia o para sus hijos, entre el 8,8% y el 16,6%).
- Baby Bombers (1946 a 1964)
Concentran mayor riqueza con respecto a otras generaciones ya que acumulan ingresos netos mensuales de entre 2.540 y 3.510 euros. Con respecto al ahorro a largo plazo, su capacidad económica les permite destinar más dinero para cuando llegue su jubilación, prevista para los próximos años (entre un 16,6% y un 32,2% de sus ahorros). Casi el 70% de los baby boomers necesitan recurrir a la deuda ante un gasto inesperado equivalente a los ingresos de un mes.