Durante décadas, muchos inversores han seguido el plan de inversión 60/40 a largo plazo, colocando el 60% de su cartera en renta variable y el 40% en renta fija. Y muchos más lo han utilizado como referencia para evaluar sus propias asignaciones. Sin embargo, últimamente, la cartera 60/40 ha llamado la atención por razones equivocadas, dice un informe publicado por la sección de banca privada de Citi.
En 2022, la cartera 60/40 se vino abajo. La combinación global descrita anteriormente sufrió una caída del 17% ya que tanto la renta variable como la renta fija mundial pasaron por un mal momento el año pasado, explica el informe.
Este es un hecho poco frecuente. En muchos de los años en los que la renta variable ha caído, la renta fija ha subido. Si se analiza la renta variable y la renta fija sólo en Estados Unidos, con datos que se remontan a 1976, es la primera vez que ambas caen simultáneamente en un año natural.
De hecho, esa es gran parte de la razón de ser de la cartera 60/40. La idea es que las ganancias en una ayuden a compensar cualquier pérdida en la otra.
Sin embargo, los bonos entraron en 2022 con rendimientos bajos en términos históricos. Esto los hizo vulnerables a las subidas de tipos de interés que se produjeron a lo largo del año.
¿Se terminó la cartera 60/40?
Según el texto de Citi, los inversores no estaban preparados para ver al 60/40 sufrir como lo hizo.
Por esta razón, “aparecieron muchos artículos que especulaban con la posibilidad de que esta asignación hubiera llegado a su fin”, describe el texto. Sin embargo, estos informes pueden haber sido “muy exagerados”, alega el banco estadounidense.
La venta masiva en 2022 empujó las valoraciones de la renta variable y la renta fija a niveles más atractivos. Y con el tiempo, las valoraciones más bajas han tendido a ir seguidas de rentabilidades más altas.
Además, las perspectivas macroeconómicas han mejorado y la inflación ha disminuido en algunos lugares. Por tanto, esta asignación podría volver a patrones de rentabilidad más típicos en 2023 y años posteriores, agrega el estudio de Citi.
La búsqueda de un enfoque más diversificado
Aunque la asignación 60/40 es una referencia práctica, desde Citi creen que existen opciones “más atractivas”.
Para los inversores adecuados y cualificados que puedan asumir más riesgos, creemos que puede tener sentido añadir a las asignaciones de renta variable y renta fija la renta variable privada, el sector inmobiliario, los hedge funds y las materias primas.
Y en lugar de una ponderación estática, como 60/40, las asignaciones que creamos se adaptan a los cambios en las perspectivas.
Así, si los rendimientos de una clase de activos suben o bajan, las asignaciones suelen hacer lo mismo.
Para leer el informe completo puede acceder al siguiente enlace.