Los inversores centran su atención en la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal estadounidense de este miércoles 14 de junio, una vez que ya se ha alcanzado un acuerdo sobre el techo de la deuda estadounidense. Los últimos encuentros del Banco de Canadá (BoC) y del Banco de la Reserva de Australia (RBA), que reanudaron las alzas de tipos para luchar contra la inflación, dan aún más protagonismo a lo que pueda hacer la autoridad monetaria estadounidense. En principio, se espera una pausa en las alzas de los tipos después de 10 subidas consecutivas que han llevado el precio del dinero desde el rango 0%-0,25% hasta la horquilla 5%-5,25%. Es decir, el precio del dinero está en máximos de septiembre de 2007.
Pero existe la posibilidad de que no sea así. El punto de partida de PIMCO, según reconoce Tiffany Wilding, economista de PIMCO para América del Norte, ha sido que la Fed se mantendría a la espera tras la subida de 25 puntos básicos de mayo. Pero también admite que “hemos mantenido que persistiría la incertidumbre en torno a la senda a corto plazo de la política monetaria, lo que significa que, si bien la Fed probablemente haría una pausa, también transmitiría señales para que los mercados siguieran valorando con cierta probabilidad una subida en su próxima reunión”.
En definitiva, la Fed afrontaría dos fuerzas contrapuestas, ya que, según explica Wilding, los riesgos a la baja en torno a las perspectivas de crecimiento de EE.UU. han aumentado desde la tensión del sector bancario de marzo. No en vano, es probable que los lastres económicos pesen sobre la economía de EE.UU. y acaben moderando la inflación en los próximos trimestres. Pero también es cierto que “existe incertidumbre en torno al alcance de factores económicos aún positivos, entre ellos, el exceso de ahorro de los consumidores”, como principal obstáculo para reducir la inflación. Por ello, Wilding concluye que “mantener una política restrictiva, al tiempo que se insinúa la posibilidad de nuevas subidas, sigue pareciendo un buen compromiso”.
En términos similares se expresa Paolo Zanghieri, economista senior en Generali Investments. El experto pone el acento en la lentitud en la bajada de la inflación, aunque también muestra su preocupación por los temblores en el sector bancario, que puede seguir dando sorpresas desagradables, “a pesar de que no se ha convertido en una crisis”. El primero de ellos impide a la Fed “aflojar a corto plazo”, pero la gran incertidumbre relacionada con la situación financiera y crediticia “también implica que otra ronda de subidas sería demasiado arriesgada”. Por lo tanto, Zanghieri opta por augurar por “una larga pausa en los tipos”, eso sí, con un tono de línea dura en los discursos para convencer a los mercados de que “no está previsto un giro de 180 grados en los tipos”. Zanghieri reitera que habrá dos recortes de tipos en el cuarto trimestre.
No en vano, el alza de los tipos empieza a preocupar. Mondher Bettaieb-Loriot, director de deuda corporativa de Vontobel, también espera una pausa en las subidas de los tipos de interés en la próxima reunión de la Fed. Bettaieb-Loriot observa, desde un punto de vista macroeconómico, una caída gradual tanto del crecimiento como de la inflación que apoyaría esta decisión. Eso sí, pone el foco en el “tenso mercado laboral” estadounidense, que “debería continuar desacelerándose gradualmente”, una tendencia “que merecerá la pena seguir”, debido a que las pequeñas empresas consideran ahora que su principal preocupación es el elevado nivel de los tipos de interés, por encima del aumento de la inflación.
Orla Garvey, gestora sénior de carteras de renta fija de Federated Hermes Limited, espera que la Fed haga una pausa en las subidas de tipos y que reanude las alzas en julio y septiembre. Pero no descarta “cierto potencial de sorpresa”. Con todo, su escenario central para este encuentro de la Fed es que “nos estamos acercando al final de los actuales ciclos de subidas y, aunque es posible que se produzcan nuevas subidas, la cuestión más importante y de mayor repercusión es cuánto tiempo permanecerán los bancos centrales con los tipos en su nivel terminal”.
La experta apunta que “este es un ciclo diferente a otros, en el sentido de que entraremos en una desaceleración económica con los tipos en el punto álgido del ciclo y es probable que permanezcamos así durante más tiempo”. Además, añade que la inflación subyacente, “más alta de lo deseable”, limita el alivio que pueden suponer los recortes de tipos a corto plazo. Por lo tanto, Garvey cree que “una recesión es probable, ya sea por accidente o diseñada”.
Por su parte, Sean Shepley, economista senior de Allianz Global Investors, recuerda que Powell indicó en la rueda de prensa de mayo que la Fed probablemente esté cerca del final de su fase de endurecimiento y que probablemente sería conveniente hacer una pausa para evaluar la evolución”. Sin embargo, el experto no descarta que los miembros de la Fed señalen que seguirán trabajando para reducir la inflación. Es probable que el endurecimiento de la política monetaria, a pesar de los primeros indicios de un crecimiento más débil, aumente las tensiones en los mercados más adelante. «Sin duda, está claro que a los principales bancos centrales les queda trabajo por hacer», afirma Shepley.
El mercado de los futuros fondos federales descuenta un 60% de probabilidad de haya una subida de tipos de 25 puntos básicos en la reunión de junio. Pero las apuestas de las gestoras incluyen múltiples escenarios posibles.