Bain & Company revela, en su última estimación sobre el impacto macroeconómico en el mercado de aerolíneas, que la demanda de los vuelos durante el primer trimestre de 2023 está construyendo el camino para que en el próximo año se superen los niveles que se registraron en 2019.
Además, la consultora anticipa que a 2030 la cantidad de viajes variará significativamente entre regiones geográficas: los recorridos entre Europa y América serán los que menos aumenten (20% respecto a la era pre pandémica), mientras que los vuelos intrarregionales de Asia podrían incrementarse en un 60%.
Por otro lado, se espera que el coste de mitigar las emisiones de carbono desde las aerolíneas provoque un aumento sustancial en los precios de los pasajes a partir de 2026. En cambio, para 2030, los precios reducirán la demanda en un 3,5% en promedio en todas las regiones, según la investigación de Bain.
En cuanto a regiones en particular, las aerolíneas europeas tienen menos espacio para bajar los precios para estimular la demanda dada la inflación, la competencia de las marcas low cost y la regulación de carbono más estricta. Asimismo, Bain prevé que el entorno regulatorio disminuirá la demanda de vuelos de larga distancia hacia y desde Europa.
Un caso diametralmente opuesto será Asia, ya que la gran incógnita será cómo evolucionará la regulación de carbono en cada país. Esto se debe a que este continente tiene una perspectiva más sólida para el crecimiento del ingreso disponible a largo plazo y las líneas de bajo costo también continúan acelerando el crecimiento.
Finalmente, el reporte menciona que las perspectivas de vuelos de corta distancia de América del Norte, incluso más allá de su fuerte recuperación reciente, siguen siendo considerablemente mejores que las de Europa y tienen menos riesgo a la baja.