Después de dar el campanazo en 2022, ¿qué podemos esperar de las materias primas en 2023? “Deberíamos ver que la inflación retrocede un poco, pero no estamos viendo que se esté produciendo necesariamente una transferencia de precios tan rápida como esperábamos. Puede llevar algo de tiempo, pero las señales procedentes de los mercados de las materias primas apuntan a unos precios más bajos, particularmente en el caso del gas y de productos refinados, que vivieron una expansión de márgenes el año pasado”, resume Nicolas Robin, gestor de Columbia Threadneedle Investments.
“El comienzo del segundo trimestre ha sido un poco complicado. Veníamos del final de año, cuando China reabrió su economía, y la gente esperaba un repunte muy significativo de la demanda de materias primas”, continúa el gestor. Robin está al frente del Threadneedle (Lux) Enhanced Commodities, un fondo que invierte en futuros sobre un amplio espectro de materias primas.
Por tanto, China es una pieza importante para comprender lo que puede suceder en el entramado de las materias primas este año. El experto centra sus comentarios en dos elementos clave: el regreso del turismo internacional y la recuperación del mercado inmobiliario. La reapertura del país después de tres años de estricta política “Covid cero” ha tenido efectos algo diferentes a lo que esperaban los analistas: “Desde el comienzo del año, la demanda interna sí que ha remontado, y ya estamos cerca de niveles de 2019 en el caso de los viajes nacionales. Pero lo que no se ha recuperado tan rápido son los viajes internacionales, que siguen un 40% por debajo a los niveles previos al covid”, algo importante porque tendría un impacto sobre el combustible para aviones, vinculado a su vez con los precios del crudo. Aún así, Robin aclara que él y su equipo siguen constructivos con el petróleo: prevén más viajes de turistas chinos al extranjero para finales de año, cuando se incremente la capacidad en la industria de la aviación y las aerolíneas recuperen rutas comerciales que se habían suspendido durante la pandemia.
Con respecto al real estate chino, la visión de Robin es que el mercado ya ha tocado suelo tras el estallido de la burbuja y se está empezando a ver cierta recuperación de los precios y de la demanda. Dicho esto, su previsión es que las materias primas asociadas a la construcción (hierro, aluminio, zinc y níquel en menor medida) también empiecen a mostrar cierta recuperación de precios de cara a finales de año. Además, Robin recuerda que el país ha realizado un esfuerzo para posicionarse como fabricante de baterías, lo que ha requerido que haya buscado una mayor disponibilidad de los metales con los que se fabrican, como el litio.
Existe un segundo factor con potencial para condicionar el rumbo de las materias primas este año a ojos del experto: el impacto de la política de subidas de tipos continuadas de la Reserva Federal y su impacto sobre los bancos regionales en EE.UU., donde ya hemos presenciado las quiebras del Silicon Valley Bank, Signature Bank y, más recientemente, First Republic Bank: “Creo que esto va a ser un lastre en los próximos meses”, explica Robin.
Éste aclara que es una cuestión “de confianza en el sistema bancario, pero también de la disponibilidad del crédito”, en referencia a que la combinación de la acción de la Reserva Federal sobre los tipos de interés y la reducción del número de bancos activos endurecerá las condiciones para solicitar crédito y dificultará las refinanciaciones. “Pensamos que esto aplica tanto para las empresas como a nivel minorista”, indica el gestor, que subraya que, de hecho, “la capacidad para contener los problemas en el sector bancario es mi principal preocupación por cómo puede afectar al crecimiento global en los próximos seis meses”. El experto también puntualiza que la gestión del estrés bancario en EE.UU. también tiene potencial para alterar su previsión sobre el rumbo de la economía estadounidense; la previsión con la que está trabajando es que se produzca una desaceleración, no un hard landing.
El gestor advierte que los inversores interpretaron las últimas noticias sobre la banca regional estadounidense como un evento risk off, lo que presionó el precio del barril de crudo a la baja. La previsión de Robin es que cotice en una banda entre los 70 y los 80 dólares en el corto plazo, aunque matiza que sigue habiendo factores estructurales para sostener la demanda de crudo a medio plazo. Por un lado, alude a la recuperación económica en Asia tras la reapertura de China, que se traduce en un incremento de la demanda. Por otro, habla de la disposición de la OPEP para reducir el suministro en los próximos meses, aunque aclara que tras la reunión de junio habrá más información disponible al respecto.
Un vistazo a la cartera
El Threadneedle (Lux) Enhanced Commodities es un fondo UCITS long only denominado en dólares que invierte solo en futuros sobre materias primas, tomando como referencia el índice de materias primas de Bloomberg, que está compuesto en un tercio por materias primas ligadas a la energía, en otro tercio por metales básicos y metales preciosos y, el tercio restante, por materias primas agrícolas. El fondo invierte en todas las materias primas líquidas salvo en gas europeo. La parte en efectivo de la cartera se invierten en bonos del Tesoro americano para obtener un extra de rentabilidad.
El equipo emplea un doble análisis para seleccionar las apuestas que están presentes en la cartera. Primero se realiza un análisis fundamental bottom up de las materias primas de manera individual, después analizan los fundamentales de sus mercados y, posteriormente, añaden una segunda capa macro para poder obtener un análisis más completo. Robin explica que el fondo aplica estrategias cuantitativas para gestionar dinámicamente la exposición a lo largo de toda la curva de futuros, detectando las partes de la curva en la que pueden obtener primas por iliquidez, por ejemplo.
Como resultado de su análisis, el fondo está actualmente sobreponderado en energía, particularmente en petróleo. Dentro de las materias primas agrícolas, destaca su preferencia por el trigo a pesar de la debilidad vista en semanas recientes porque considera que se mantienen las tesis para una demanda sostenida. En metales, infrapondera el oro porque considera que su cotización “no se va a mover tan rápido como las otras materias primas” en un contexto de tipos todavía al alza, mientras que mantiene una ligera sobreponderación en cobre que es estructural, por su rol clave en la electrificación de la economía.