El efecto tras la vuelta de la pandemia supuso un incremento inusual de los precios de las materias primas en un breve espacio de tiempo, lo cual se ve magnificado al partir de unos niveles anormalmente bajos. Las últimas subidas en los precios de la energía, a partir del fuerte incremento provocado por la invasión rusa de Ucrania nos han recordado la debilidad de los países dependientes de la importación mientras continúe la dependencia de más de medio mundo de los combustibles fósiles como hasta ahora. Pero no únicamente subieron fuertemente los precios de la energía, metales imprescindibles como el acero, o todos aquellos habilitadores de la transición energética sufrieron elevados crecimientos.
La solución en el largo plazo pasa por el empleo de las energías renovables y la eficiencia energética, acompañado de una mayor concienciación ciudadana, mientras que, para contrarrestar los problemas de suministro material, son necesarias soluciones innovadoras en materiales y procesos más específicas.
Robeco busca soluciones en esta situación tan compleja en la que nos encontramos de cambio climático, escasez y carestía de recursos en los mercados, o la presencia creciente de unos residuos que en el mejor de los casos acaban en el vertedero. Como siempre decimos en Robeco, los desafíos dan lugar a oportunidades para el inversor.
Cuando pensamos en escasez de recursos, Robeco recuerda el éxito su fondo RobecoSAM Smart Materials donde, materiales innovadores, y tecnologías que logran mejores eficiencias aparecen como soluciones.
Nos encontramos en un momento en el que el incremento de los precios de las materias primas, el precio del carbono, o la escasez en la cadena de suministro fomentan que, a corto plazo, ciertos sustitutos que en otro momento no fueron factibles resulten más atractivos y competitivos, como el vehículo eléctrico y sus infraestructuras, los biomateriales, pero también de elementos para una mejor eficiencia en los edificios, o las soluciones de automatización para facilitar el retorno de la producción a sus países origen. El largo plazo, que es donde se encuentra realmente el máximo potencial de este tipo de fondos, continúa centrado en soluciones que emplean materiales transformacionales como el litio en el almacenamiento, biomateriales, materiales ligeros, o aprovechando los materiales avanzados en su mejora en la eficiencia energética en edificios. También en el sector industrial, con mejoras tecnológicas que logran una fabricación más eficiente con menos recursos (automatización y control de procesos), y que permite obtener productos con mejores características mediante robótica, láser, diseño asistido, impresión 3D, etc.
De cara a la situación actual en los mercados de materias primas, y de problemas en la cadena de suministro, la estrategia de nuestro fondo RobecoSAM Smart Energy es válida y se ve potenciada. Los resultados de las recientes COP, y el incremento de los precios del carbono y las energías, impulsan las soluciones en la senda de la transición energética. Los objetivos de emisiones de gobiernos y empresas, junto con los problemas de suministro energético fuerzan como solución la instalación de una mayor capacidad renovable. Es más, los elevados precios de los combustibles, y unos precios del carbono en ascenso contribuyen, gracias a la disminución en los costes de fabricación y operación de las energías renovables, a que estas se conviertan en más atractivas.
Estamos encontrando oportunidades de inversión a lo largo de toda la cadena de valor energética, gracias a la evolución hacia una mayor electrificación, acompañada de una creciente descarbonización. La generación renovable, con materiales y equipamiento para la producción, pasando por la distribución de energía con las redes inteligentes, la descentralización y la digitalización, hasta en el cliente, con la gestión de la energía con semiconductores y el almacenamiento energético, procesos industriales, transporte o Big Data, todos se vuelven clave en momentos de carestía energética como el actual.
El futuro de la energía es eléctrico, limpio, eficiente y seguro. Si a estas características le sumamos que el coste de construcción y operación es, a lo largo de su vida útil, inferior al de otras tecnologías que emplean el gas o el carbón, la oportunidad está servida. Pero para que la solución renovable sea la buscada, debemos avanzar en almacenamiento energético y en una gestión energética a través de redes, apropiada.
Resultan en particular atractivos temas como la energía solar competitiva y escalable, los semiconductores de potencia para gestión energética, la electrificación del transporte o la eficiencia energética en edificios. Si queremos cumplir con el Net Zero, o no superar el escenario de 1,5°C debemos acelerar la entrada de este tipo de soluciones basadas en las energías renovables, y todo lo que acompaña, más aún en un momento de inflexión donde los menores costes de las renovables, y la disminución relativa respecto a los incrementos en precio de los combustibles fósiles, las convierten en más competitivas que nunca. La necesidad de crecimiento está por tanto asegurada al menos durante diez o quince años, sólo queda elegir las empresas apropiadas para acompañar a este crecimiento.
Los desafíos en la cadena de suministro son temporales, mientras que las tendencias que están detrás de los temas en que se basan estos fondos de materiales y energía son resistentes y de largo plazo. Aprovechémoslo.
Informacion importante
“Comunicación según Reglamento S
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