Se cumplió lo que esperaba el mercado: el Banco de México decidió incrementar su tasa de referencia en 25 puntos base y ahora se ubica en 11.25%. La subida por unanimidad de sus cinco miembros.
Como se sabe, a nivel mundial, la inflación aún sigue elevada, aunque hay disminuciones en muchos países, ante lo cual, los bancos centrales han seguido manteniendo una postura restrictiva, a fin de forzar el combate a la inflación. Banxico está en esa línea. El entorno geopolítico mundial, los precios de las materias primas, la posible desaceleración de la economía mundial, entre otros, son factores que en el resto del año serán determinantes en la evolución de la inflación internacional.
Aunque la inflación interna de la primera quincena de marzo descendió hasta 7.12% anual, más bajo de lo que esperaban los analistas, Banxico sigue señalando que ésta aún es elevada y que seguirá monitoreando de cerca los principales factores de riesgo que pueden favorecerla o afectarla. En especial, le preocupa la inflación subyacente, que aún se ubica en 8.15% anual, descendiendo de forma más lenta y siendo afectada especialmente por su componente de servicios, que ahora está en 5.68%, su nivel más alto desde febrero de 2003. Mientras la subyacente se mantenga elevada, la presión sobre las tasas seguirá vigente.
Estimamos que Banxico hará dos movimientos adicionales en su tasa de referencia, en mayo y junio, de 25 puntos base en cada caso, con lo que la tasa terminal se elevaría hasta 11.75%. La tasa debe quedarse en ese nivel por el resto del año y posiblemente en el Comité de febrero o marzo del próximo año Banxico estaría iniciando un nuevo ciclo de bajas en sus tasas de interés. Si ese momento coincide con un entorno recesivo en Estados Unidos y México, es probable que veamos descensos de 50 puntos base en las tasas de interés de ambos países. En México, la tasa descendería hasta 8.50% al cierre de 2024.
Banxico ha sido contundente al aumentar su tasa sucesivamente en las 15 recientes Juntas de Gobierno, desde 4.00% en mayo de 2021 hasta 11.25% en marzo de este año, acumulando 725 puntos base. De esta manera, el diferencial entre la tasa Banxico y la Fed se incrementó desde 375 hasta 625 puntos entre ambas fechas. Esta medida ha sido vital para que el tipo de cambio se mantenga estable y se ubique alrededor de los 18 pesos. La economía aún no muestra señales de una clara desaceleración, misma que posiblemente sea evidente durante el segundo semestre del año. Mientras tanto, los analistas revisan al alza sus expectativas de crecimiento para este año (a cerca de 1.5%) y empiezan a bajar su estimación de inflación, por arriba de 5%.