Con un ojo puesto en el frente local y el otro en la dinámica de los mercados internacionales, la industria chilena se reunió para celebrar el seminario anual de inversiones de Compass Group.
El evento se llevó a cabo en el salón de conferencias del Hotel W de Santiago, bañado en el azul que caracteriza la nueva imagen corporativa que presentaron en la instancia, y abrió con las palabras del Country Head de la firma para Chile, Raimundo Valdés.
El ejecutivo delineó los cambios que se han dado en el mundo de las inversiones, dando paso a una “nueva era”. Este proceso de normalización después del shock de los últimos años a nivel global, han instalado desafíos para la industria, como se dio con la caída correlacionada de la renta fija y la renta variable.
El primer bloque estuvo destinado a analizar la situación y prospectos económicos de Chile, de la mano de dos economistas que estuvieron a cargo del Ministerio de Hacienda del país andino en dos oportunidades distintas: Nicolás Eyzaguirre y Felipe Larraín.
La visión de Eyzaguirre
En su charla, Eyzaguirre destacó que la política es lo que está moviendo la aguja en el corto plazo en el mercado chileno. “Nuestro problema no es macroeconómico”, dijo el economista, agregando que se trata de un “privilegio”.
Eso sí, el desafío de retomar el crecimiento fue la gran pregunta del panel, con el ex ministro de la era Bachelet destacando una serie de medidas que podrían acelerar la expansión económica sin generar tensiones por redistribución de recursos, que se encuentra al centro del debate.
En ese sentido, el economista destacó la importancia de que haya participación privada en los recursos naturales –por ejemplo, en la extracción de litio, un mineral con altos prospectos de demanda a futuro–; la disminución de las demoras en proyectos de inversión por permisos; y la securitización de los mutuos hipotecarios, entre otros.
Al ser consultado sobre la reforma tributaria –que fue rechazada este mes en su primer trámite en el Congreso–, Eyzaguirre destacó que “hay que minimizar el impacto en el ahorro y la inversión”. El proyecto presentado por el gobierno era gravoso, agregó, pero “hay espacio para el acuerdo”.
La perspectiva de Larraín
Larraín, por su parte, destacó que la principal preocupación actualmente es el episodio de estrés financiero que gatilló la quiebra de Sillicon Valley Bank, en un contexto en que más del 30% de los activos están en manos de bancos regionales, que tienen una regulación menos exigente que los grandes bancos.
A nivel internacional, el economista destacó como principales riesgos la propagación de la crisis bancaria, el rebrote de la inflación y su respuesta en política monetaria, un menor crecimiento en China, las tensiones geopolíticas y las tensiones financieras asociadas al límite de la deuda.
En el frente local, el ex ministro enfatizó que “la fiesta se terminó”, con la liquidez de los retiros y los programas de apoyo estatal dando paso a una normalización, sumado a un mercado laboral que describió como “frágil”.
En este contexto, los principales riesgos domésticos que ve con el proceso constituyente, la reforma al sistema de pensiones, el sexto retiro, la crisis del sistema de salud privado y la reforma tributaria.
Larraín criticó el bajo nivel de crecimiento potencial de Chile, existiendo “oportunidades gigantes” en sectores como el litio, las energías renovables y el hidrógeno verde. En particular, señaló que hay tensión entre una agenda pro-inversión del gobierno y una propuesta de reforma tributaria que afectaría la inversión en el país.
Ventaja latinoamericana
Pasando del país al vecindario, el panel sobre América Latina estuvo a cargo de Manuel José Balbontín, socio fundador y presidente ejecutivo de Compass, quien delineó el viento a favor que tiene la región en el contexto actual.
Si bien las expectativas son que el bloque crezca poco este año, el ejecutivo destacó que los países están volviendo a la disciplina fiscal y a la pronta reacción de los bancos centrales al brote inflacionario.
Con todo, Balbontín ve que “América Latina, en muchos aspectos, está muy bien posicionada”, considerando la reactivación de China –importante socio comercial del grueso de los países–; la transformación energética, que beneficiará a los exportadores de metales y litio, entre otros; y un retorno de la producción al continente, a raíz de las tensiones en Asia. “Nuestras exportaciones, nuestra actividad, podría verse beneficiada”, auguró.
Además, el socio de la firma destacó que la renta variable latinoamericana está transando con un descuento respecto a su historia, con “unas valorizaciones muy atractivas en las acciones”, y oportunidades en renta fija y activos alternativos.
Impresiones del mundo
Saliendo del vecindario, el evento de Compass contó con las perspectivas de una serie de representantes de gestoras internacionales, completando el panorama global de la gestión de activos.
Matthew Beesley, CEO de Jupiter Asset Management –quien detalló a Funds Society los planes de su firma–, entregó su visión de Europa, una región que describe como “en el ojo de la tormenta”.
Después de años de poco interés por parte de los inversionistas, el ejecutivo asegura que Europa ofrece oportunidades, especialmente considerando sus bolsas están más cargadas a lo industria, considerando el contexto global. Además, agregó, ofrece exposición a temáticas seculares, como el medioambiente, la automatización y la digitalización, entre otras.
Luego fue el turno de Thomas Mucha, Managing Director y Geopolitical Strategist de Wellington, que describió un entorno en que es “crecientemente claro” que las tensiones entre China y EE.UU. probablemente van a ponerse aún más álgidas. Esto en un contexto en que los tomadores de decisiones occidentales ven el auge de China como una amenaza, especialmente en áreas de interés, como los semiconductores.
“Es un momento muy peligroso en la dinámica geopolítica”, señaló el ejecutivo. Y si bien el foco principal en términos de tensiones militares es Taiwán, también hay que poner atención a áreas como Corea del Norte y el mar del sur de China.
El segmento de renta fija, dedicado a la inflación, las tasas y el crédito, estuvo liderado por David Crall, presidente, CEO, CIO y Managing Director de Nomura Corporate Research and Asset Management. Sobre el escenario base de que va a haber una “recesión leve” en el futuro, el ejecutivo destacó que la Reserva Federal debería pausar su subida de tasas, a raíz de las dificultades que están teniendo los bancos, y que ésta tendrá un impacto en la economía estadounidense.
Por su parte, Adam Matthews, Head of Client Portfolio Managers de Eastspring Investments, habló sobre las perspectivas de Asia, identificando a India, Vietnam y los países del Sudeste Asiático como los principales beneficiarios de la búsqueda occidental de reducir la exposición a China.
En cuanto al gigante asiático, el ejecutivo aseguró que los excesos de ahorro en el país pintan un buen panorama para la dinámica de consumo en China.
El ciclo de charlas lo cerró Michael Power, Global Strategist de Ninety One, quien señaló que a las cinco grandes temáticas que tenían identificadas para el futuro se han visto complementadas por otros temas emergentes.
Originalmente, en la firma esperaban que el ritmo de la economía fuera dictado por los cambios demográficos, el cambio climático, la deuda y el rol del Estado, la transformación tecnológica y un creciente protagonismo económico de Asia. Con lo ocurrido en los últimos años, agregó el estratega, se suman el control de la pandemia, la guerra y la inflación.