Los activos alternativos están creciendo a una tasa del 10%, frente al 5% que están creciendo los activos globales. ¿Por qué existe esta diferencia? En un foro de inversión celebrado recientemente en Londres al que pudo asistir Funds Society, JP Morgan AM (JPMAM) ha anunciado que su división de activos alternativos está trabajando en la construcción de una plataforma a gran escala de fondos con formato ELTIF, con los que pretende acercar la inversión en alternativos a inversores minoristas al calor de la nueva regulación europea.
Mark Minichiello, responsable de desarrollo de negocio de JPMAM, anunció que esta nueva plataforma se encargará de la innovación de producto con el lanzamiento de nuevos fondos, pero también del desarrollo de capital intelectual para apoyar la formación de los inversores individuales, con el desarrollo de nuevos formatos educativos en la estela de su famosa Guía de los Mercados del programa Market Insights, entre otros.
La gestora cuenta actualmente con 216.000 millones de dólares en activos alternativos bajo gestión (datos a 30 de septiembre de 2022). El desglose por sub clases de activos revela que el real estate es el activo en el que tienen mayor patrimonio, unos 56.000 millones de dólares. Ha decidido dar el paso para acercar estos productos a inversores minoristas al constatar “el incremento de la demanda de inversores individuales que buscan rentas y protección contra la inflación y la posibilidad de poder entrar en nuevos mercados como un gran jugador muy establecido”, resume Phil Waller, gestor de alternativos de JPMAM.
Éste añade que el aumento de la diversidad entre activos alternativos y la mayor profundidad de esta parte del mercado en los últimos años está permitiendo “construir carteras más personalizadas y diversificadas para los clientes”. Además, destaca que “se ha incrementado la flexibilidad en los puntos de entrada en alternativos, lo que también ayuda a acercar la inversión a los minoristas”.
¿Por qué invertir en alternativos?
Mike Bell, estratega global de JP Morgan AM, explica que históricamente los activos alternativos han presentado una serie de argumentos de inversión a su favor que recientemente han estado sujetos a revisión, tras la gran corrección de los mercados el año pasado. Recuerda que los activos alternativos ofrecen fuentes de rentas, una cualidad que fue muy deseada por los inversores en los últimos años al haber perdido la renta fija su propia capacidad de generación de rentas en el entorno de tipos negativos. Sin embargo, el ciclo de subidas de tipos de interés forzó una fuerte revisión de precios, que ha devuelto a la deuda de calidad a ofrecer retornos del 5-6 %. “Los bonos del Tesoro de EE.UU. están compitiendo con los alternativos en el corto plazo ahora que los bonos vuelven a estar de moda, pero pensamos que las rentas disponibles en los activos alternativos se mantendrán a lo largo de todo el ciclo, mientras que el rendimiento de los bonos empezará a reducirse a medida que los bancos centrales vuelvan a recortar los tipos de interés”, señala Bell.
El estratega explica que, entre otros motivos por los que sigue siendo interesante fijarse en los activos alternativos, figuran la capacidad de algunos de los sub segmentos de esta clase de activo para ofrecer “rentas y protección contra la inflación”, como el real estate industrial de EE.UU. Otra cualidad interesante es el perfil de retornos superiores y diversificación que ofrecen los alternativos. Para Bell, una buena muestra ha sido el comportamiento de los alternativos en 2022, siendo capaces de ofrecer rendimientos positivos frente a otros activos más volátiles.
Tushka Maharaj, estratega global multiactivo de JP Morgan AM, aportó algunas observaciones adicionales sobre lo que deben esperar los inversores interesados en activos alternativos para los próximos años, especialmente teniendo en cuenta que la gestora recomienda un horizonte de inversión de entre diez y quince años para abordar esta clase de inversiones. Con esta perspectiva, y tomando como punto de partida las valoraciones actuales, Maharaj afirma que “el potencial de retorno que ofrecen hoy los activos alternativos es más atractivo que el de una cartera 60/ 40”.
La estratega habla de oportunidades adicionales de generar valor para el inversor en alternativos a la luz de los últimos desarrollos de los mercados: “Los recientes episodios de volatilidad han sido sintomáticos del impacto de las subidas de los tipos de interés en los mercados públicos. No esperamos que la dispersión respecto a los activos alternativos se vaya a corregir en el corto plazo en un entorno en el que pensamos que nos dirigimos hacia un mayor coste del capital, será necesario algún tiempo para recalibrar las valoraciones”. Maharaj aclara que en la firma anticipan más dispersión entre activos públicos y alternativos y dentro del propio universo de activos alternativos.
La experta añade que en la propia gestora también han tenido que recalibrar sus perspectivas de valoración, dado que han tenido que revisar al alza sus expectativas sobre la inflación, anticipando mayor volatilidad en la trayectoria del coste de la vida, con el consecuente impacto sobre los precios de los activos alternativos. En concreto, afirma que “con la incertidumbre en torno a la inflación es necesario diversificar más, no confiar únicamente en los bonos sino también añadir alternativos que proporcionen fuentes estables de rentas ajustadas a la inflación”.
La manera de detectar estas oportunidades y efectuar las asignaciones pertinentes también han cambiado dentro de la gestora: la estratega explica que, mientras que en la última década las decisiones que se tomaron estuvieron guiadas primordialmente por un análisis top down, pues dependían mucho del entorno macro, ahora han empezado a tomar decisiones basadas en el análisis bottom up, siendo muy selectivos con el tipo de activos que añaden a las carteras para poder proporcionar auténtica diversificación.
Una trayectoria de 50 años
La gestora cuenta con una larga trayectoria de inversión en activos alternativos. Se inició en la inversión en activos reales en la década de 1970, comenzó a invertir en private equity en 1980, añadió hedge funds a su oferta de fondos en 1992 y desde 2007 ha ido ampliando la paleta de segmentos alternativos que pone a disposición de sus clientes: infraestructuras, crédito privado, private capital, e inversión en transporte y en madera.
De hecho, la gestora comunicó el pasado 1 de febrero que había liderado a través de su división JP Morgan Global Alternatives la adquisición de un bosque con más de 250.000 hectáreas de madera comercial en EE.UU. con el objetivo de “capturar carbono y producir madera para satisfacer la demanda creciente de productos de construcción sostenible y otros usos”, según indicó la gestora en un comunicado.