La «estanflación» constituye un dilema de política monetaria para los bancos centrales de Occidente: ¿deben seguir subiendo los tipos de interés para reducir la inflación, cuando el nivel de crecimiento parece indicar que lo que quizás deberían hacer es recortar los tipos?, se preguntan desde BNP Paribas AM. Por otro lado, teniendo en cuenta el menor nivel de inflación y las perspectivas más favorables de crecimiento que presentan los mercados emergentes asiáticos, impulsados por la reapertura de la economía china, parece que los bancos centrales de la región lo tienen menos complicado. Por ello, desde la gestora consideran que esta gran diferencia podría impulsar los flujos de inversión hacia los mercados de activos asiáticos y chinos en los próximos meses.
La reapertura de la economía china una vez levantada la política de tolerancia cero con el COVID ha impulsado el optimismo sobre el crecimiento de la región y la demanda de materias primas. Aunque los principales indicadores macroeconómicos aún tardarán algún tiempo en mostrar una mejora notable que refleje el impacto del cese de las restricciones, los datos registrados durante las vacaciones correspondientes al Nuevo Año Lunar ya muestran un fuerte repunte de la movilidad nacional y de la demanda del sector servicios. El crédito bancario, que suele ser un indicador fiable de la actividad económica, creció en enero por encima de las previsiones, un 11,1% en términos interanuales, explican desde BNP Paribas AM.
En su opinión, el impacto expansionista de la reapertura de la economía china se extenderá por toda Asia, lo que ayudará a contrarrestar parte del efecto de la ralentización del crecimiento que se registra en los mercados desarrollados. El comercio entre China y el resto de Asia supera ya al comercio entre China y Estados Unidos, por lo que las economías abiertas con mayor exposición a China que a Occidente deberían ser las que más se beneficien de la recuperación de la economía del país.
“La reapertura de la economía china ha llevado a nuestros equipos de inversión a aumentar su exposición a la renta variable de mercados emergentes, ante el atractivo nivel de las valoraciones y la posibilidad de aumento de los beneficios empresariales en los próximos meses”, indican desde la gestora.
El turno del consumo
El equipo de inversión en renta variable de China continental y Asia/mercados emergentes globales (MEG) describe las consecuencias positivas que tiene para los mercados de renta variable en 2023 el hecho de que las autoridades chinas estén tirando de todos los resortes para reactivar el crecimiento económico.
Después de resentirse con fuerza en 2022, la situación está cambiando para la renta variable china y asiática en estos primeros meses del año. “Todos los factores que el año pasado dificultaban el crecimiento de la economía china resultan ahora favorables. El abandono de la política tolerancia cero al COVID es primordial, pero debería entenderse en el marco de un cambio político más amplio que surgió cuando el Partido Comunista, en la Conferencia Central de Trabajo Económico del pasado diciembre, reafirmó que su «máxima prioridad» era lograr un rápido crecimiento económico”, escriben los expertos.
Así pues, están eliminándose las medidas impuestas sobre el sector tecnológico y las promotoras inmobiliarias que lastraron el crecimiento el año pasado. A ello se suma que China y Estados Unidos se están esforzando por mejorar sus relaciones (si bien el reciente derribo de un globo espía podría ralentizar temporalmente el avance).
El crecimiento, una prioridad
Desde el equipo de la gestora creen que el consumo y la inversión en infraestructuras serán los motores del crecimiento de aquí en adelante. La reactivación del crecimiento y el empleo es un objetivo prioritario para Pekín en 2023, tras el giro político a favor de las empresas de propiedad privada y la economía de plataformas.
Una política monetaria de orientación más expansiva y las ayudas fiscales podrían dar lugar a oportunidades que permitan seleccionar empresas con fundamentales sólidos y perspectivas de crecimiento a largo plazo a precios más razonables.
En opinión de la gestora, la recuperación de los datos macroeconómicos podría llevar entre uno y dos meses más, y las valoraciones sufrirán probablemente fuertes altibajos en forma de «W» con una tendencia alcista gradual.
El sector inmobiliario
El sector inmobiliario supone otro reto para China, ya que ha experimentado una brusca contracción desde 2021. Ahora el gobierno central está movilizando los recursos de los bancos públicos, las empresas estatales y administraciones públicas locales para reactivar los proyectos suspendidos y aliviar la escasez de financiación de las promotoras. Un dato crucial es la contundente respuesta política que viene dando Pekín a este problema desde noviembre de 2022, anticipándose a la curva, lo que emite señales positivas al mercado sobre la oferta. Las restricciones al endeudamiento que se impusieron a las promotoras se están relajando para apoyar al sector.
Perspectivas a largo plazo
“Somos estructuralmente optimistas sobre la renta variable china y asiática de medio a largo plazo”, señalan desde la gestora.
A lo largo de 2023, tanto el sector empresarial chino como la economía del país se beneficiarán de un bajo efecto de base. A pesar del repunte reciente, las valoraciones de la renta variable china se han mantenido en niveles razonables con respecto a los niveles históricos y otros mercados. “El crecimiento de beneficios de las empresas (por la recuperación de los fundamentales y las revisiones al alza de las ganancias) debería traducirse predominantemente en nuevas subidas de los índices bursátiles. Esto podría tardar otros 1 o 2 trimestres hasta que el efecto positivo de la mayor demanda subyacente y los mejores datos macroeconómicos se refleje en los beneficios”, añaden en su análisis.
Por otro lado, consideran que es probable que el impacto inflacionista indirecto de China en la región sea modesto, ya que la recuperación de la demanda china será moderada.
El equipo de renta variable china de BNP Paribas AM prefiere centrarse en empresas orientadas al mercado nacional y en aquellas que tienen visos de beneficiarse de las decisiones políticas. En vista de las revisiones de la política oficial, se muestran optimistas sobre las perspectivas de las empresas de crecimiento que operan en el mercado chino y creen que los mercados de renta variable china se regirán cada vez más por factores estructurales que por factores cíclicos. Finalmente, identifican oportunidades de inversión a largo plazo en tres sectores: tecnología e innovación verde, mejora del consumo y consolidación sectorial.
Puede leer el análisis semanal de mercados completo en este enlace y sobre las perspectivas para la renta variable china, aquí.