En el segundo aniversario desde la entrada en vigor de SFDR siguen siendo muchas las dudas sobre cómo reflejar con fidelidad la sostenibilidad de un fondo de acuerdo con el reglamento. SFDR ha demostrado ser una regulación viva y en constate evolución; por ejemplo, 2023 ha comenzado con la entrada en vigor de las nuevas plantillas que deben incluir las firmas de gestión a nivel pre contractual y post contractual para los productos Artículo 8 y Artículo 9, y en junio entrarán en vigor los requerimientos a nivel de entidad para considerar los indicadores principales de impacto adverso (PIA). Para aportar luz sobre las mejores prácticas para cumplir con la regulación vigente e integrarla en la estrategia ESG, recientemente Funds Society ha celebrado un Virtual Investment Summit (VIS) en torno a SFDR en el que ha participado Víctor Fernández, director de producto de Clarity AI, y Antonio Torre-Marín, director de supervisión y control de Caceis.
Para Víctor Fernández, la propia definición de qué estratega de sostenibilidad se va a seguir y su implementación se han convertido en retos de envergadura dada la complejidad de la norma, lo que plantea la necesidad de “encontrar las herramientas adecuadas” para una gestión correcta de los datos que deben aportar las gestoras. Clarity AI ha detectado que “faltan datos, sobre todo datos de buena calidad y con la cobertura suficiente para cumplir con la regulación”. Esto es algo que afecta a las gestoras, pero también a distribuidoras, depositarías y demás participantes del mercado financiero dado que “SFDR es muy específico con qué se necesita reportar en cada una de las métricas”. Disponer de datos de calidad, por tanto, es necesario para evitar problemas posteriores para la firma en el proceso de comercialización, así como “para poder reportar con una cobertura satisfactoria”, en palabras de Fernández.
Por estos motivos, Fernández defendió el desarrollo de una herramienta que combine varias tecnologías, incluyendo la inteligencia artificial, para poder generar economías de escala y dar así un paraguas para poder llegar a una cantidad suficiente de empresas que puedan apalancarse en ella para elaborar sus informes y poder comunicar su información con facilidad al regulador, a los clientes y al mercado en general.
Desde Caceis, Antonio Torre-Marín añadió que la implementación del reglamento está afectando a las gestoras “de una forma muy transversal, desde el primer momento de aprobar el producto, lanzarlo y montar el modelo de supervisión, pero también en la parte de disclosure y reporte a los partícipes”. Por este motivo, también señala como principal reto para las gestoras “estar centradas en el dato: cómo acceder a los datos y cómo estar seguros de que se cumple con la regulación”. El experto de Caceis explicó que “no tener las herramientas necesarias para verificar la coherencia entre lo que estamos vendiendo a nuestros partícipes y lo que se está haciendo puede provocar que las gestoras se planteen una reclasificación de los fondos Artículo 9 a Artículo 8, lo que podría derivar en una situación en que el Artículo 8 se acabe por convertir en una especie de cajón de sastre”.
Torre-Marín explicó que el principal impacto de SFDR sobre depositarios como Caceis es sobre su rol de supervisor, “de cara a asegurar que se están aplicando las estrategias de inversión que publica la gestora en sus folletos”. El experto indicó que las depositarías están actualmente a la espera de la actuación de la CNMV, y que ésta había dado algunas pistas en su plan de actividades para 2023, al poner el enfoque en materia de finanzas sostenibles, con acento en el riesgo de “greenwashing” o “ecopostureo”.
Pautas para elegir correctamente un proveedor de datos
Esta falta de datos de calidad ha obligado a muchos actores del mercado a tener que recurrir a los servicios de un proveedor externo. Víctor Fernández aporta algunas pautas para poder seleccionar al proveedor de datos correcto. En primer lugar, recuerda que quienes publican sus datos “son los responsables últimos de lo que han publicado”, por lo que es muy importante “que se aseguren de que los datos que utilizan y el control que tienen sobre ellos sea el mayor posible, para evitar cualquier tipo de escrutinio en los meses posteriores”. Concretamente, referente a los PIA, el experto de Clarity AI añadió: “Sobre todo, hay que asegurarse de que los datos que se tienen para cada indicador son exactamente los necesarios. Es decir, que la definición esté muy alineada con los datos que tenga cada entidad”.
Fernández aclara que es muy importante que estos datos también cumplan con la Taxonomía europea: “Uno de los puntos que creemos que es importante es asegurarse de que los ingresos de las empresas invertidas realmente están en las actividades que ha definido la Comisión y que no se ha hecho ningún tipo de aproximación”, indica Fernández. Pone como ejemplo que “considerar sólo los códigos Nace, por ejemplo, para hacer este ejercicio no sería del todo correcto y puede llevar a error”.
La gestión de los datos tiene un impacto directo sobre la clasificación de los fondos. Los expertos del panel estuvieron de acuerdo en que realmente el reglamento nunca ha pretendido ser un sistema de categorización de fondos, pero en la práctica los cambios que se están viendo podrían indicar que las gestoras prefieren sacrificar la oferta de productos sostenibles y ser más conservadoras frente al regulador y al escrutinio de los medios de comunicación. Víctor Fernández considera que “esta seguramente no sea la solución para responder a la demanda de inversión y a la propia regulación, que al final lo que pretende es aumentar el flujo de capital hacia las empresas que sean más sostenibles”.
El experto de Clarity AI defiende que “no hay que tener miedo a posicionar productos en el mercado como muy sostenibles o como Artículo 9”, que lo importante es “hacer las cosas lo mejor posible y seguir los criterios del regulador”. Para conseguirlo, es clave “ser muy transparentes con la metodología que se sigue y tenerla muy clara”, lo que remite una vez más a una gestión correcta de datos que sean precisos y de calidad, “para que tanto el regulador como cualquier cliente pueda acceder a ellos”, así como “para poder justificar que los productos de inversión sean sostenibles”. Tanto para el experto de Clarity AI como para el de Caceis la buena noticia es que hay apetito inversor por productos sostenibles, por lo que consideran que, a pesar de los retos que plantea SFDR, también hay una oportunidad.
Antonio Torre-Marín habla de que el número de partícipes en fondos sostenibles ha crecido en el último año, siendo los millennials y la Generación Z quienes más interés han mostrado por esta clase de producto: “Que las gestoras puedan ofrecer este tipo de datos a sus partícipes, para permitirles que tomen decisiones informadas y reducir el riesgo de invertir en productos que no cumplan con sus preferencias de sostenibilidad”.
Más énfasis en la S de ESG
Uno de los temas que se tocaron durante el VIS de Clarity AI y Caceis fue la existencia de cierto desequilibrio en la oferta disponible en España, ya que es fácil encontrar fondos cuyas estrategias de inversión giran en torno al componente medioambiental, pero no tantos con estrategias de inversión sociales.
Víctor Fernández explicó que una de las razones por las que hay este desequilibrio en la oferta quizá se deba a que “es más sencillo centrarse en la E porque la taxonomía ya está desarrollada para los dos primeros objetivos medioambientales, que son el de adaptación y mitigación del cambio climático”. Tanto Fernández como Torre-Marín consideran que existe una oportunidad de negocio, en particular en ciertas temáticas, como puede ser la del envejecimiento de la población. La recomendación que da el experto de Clarity AI para poder desarrollar fondos de inversión sostenible centrados en el componente social consiste en tomar como referencia el marco que han establecido los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definidos por la ONU, porque “sí que incluyen explícitamente objetivos que se enmarcan dentro del pilar S». «Este marco se puede usar, por ejemplo, para calcular el porcentaje el porcentaje de ingresos de una empresa que están alineados con cada objetivo, para poder de ese modo desarrollar una metodología que permita justificar que son inversiones sostenibles y se alineen con la definición de inversión sostenible que da el regulador”.
Si quiere saber más sobre SFDR y buenas prácticas, puede ver el vídeo de este Virtual Investment Summit íntegro a través de este enlace. (contraseña: ClarityAI_07/03).