Para nadie es un secreto que todavía falta un largo camino por recorrer para que la sociedad reconozca la igualdad de género. De hecho, si lo ponemos en cifras, aún quedan 132 años para alcanzar la plena paridad, según ha publicado el Foro Económico Mundial. Esto representa una ligera mejora de cuatro años en comparación con la estimación de 2021.
Un dato notable y ya muy conocido es el porcentaje de mujeres en los consejos de administración: un estudio reciente de MSCI concluyó que un poco más del 70% de los componentes del índice MSCI ACWI tenían al menos un 30% de representación de mujeres en sus consejos, y menos de un tercio de los componentes alcanzaba un 40% o más. Los objetivos que poco a poco se van fijando ayudan conseguir varias metas: el incremento de la diversidad de genero a este nivel puede influir positivamente en un incremento en la interacción con inversores y otros partícipes del negocio.
El cambio hacia un sector financiero más igualitario, más equilibrado, se está produciendo quizás gracias a estas tres fuerzas clave:
En primer lugar, el cambio debe venir de arriba hacia abajo. Y es que, para pisar el acelerador de la diversidad en todo su amplia perspectiva — es prioritario que los comités de dirección adopten decisiones estratégicas y marquen objetivos, porque así “gotearán hacia abajo” y podrán ir permeabilizando el resto de niveles. Muchos estudios evidencian que la diversidad beneficia a las empresas porque proporciona, en sí misma, pluralidad de opiniones y de soluciones. De hecho, el gran desarrollo y el avance en eficiencia de la industria financiera en los últimos años pueden estar relacionados con el progreso de la diversidad en el sector, que es el cuarto con mayor porcentaje de mujeres en los consejos de administración, tras el sector de servicios de comunicación, según el informe 2022 Progress Report de MSCI. Sin duda, cada vez más mujeres formamos parte del sector financiero y, como consecuencia, también hay mayor criterio, proporcionando mayor equilibrio, que es lo que intencionalmente buscamos.
En segundo lugar, la flexibilidad laboral está siendo una aliada de la diversidad de genero porque permite repartir las responsabilidades y crear un mayor equilibrio entre lo personal y lo profesional. En este sentido, las empresas intentan fomentar y retener la pluralidad de talento, sobre todo en materia de género.
En tercer y último lugar, la proliferación del networking para mujeres en los últimos años ha sido crucial dentro del sector financiero. Así, iniciativas como Women in ETF, que reconocen el papel vital de las mujeres en el sector, proporcionan un pretexto para sentarte con tus iguales, aprender de ellos y compartir ideas. Al final, el networking profesional no se limita a la construcción de una red de contactos no solo en femenino, sino que también incluye a hombres, para compartir puntos de vista y opiniones, técnicas de brainstorming o programas de seguimiento y gestión del talento.